PERSPECTIVAS SOCIO ECONOMICAS Y POLITICAS DE LOS JOVENES PARA EL PROXIMO DECENIO

PERSPECTIVAS SOCIO ECONOMICAS Y POLITICAS DE LOS JOVENES PARA EL PROXIMO DECENIO

El presente trabajo pretende plantear, algunos de los problemas, potencialidades y perspectivas de la juventud peruana y su relación con las políticas públicas. Las fuentes utilizadas son las estadísticas oficiales del INEI (Censos y Encuesta Nacional de Hogares-ENAHO, se incluyen los resultados del censo de 2005), distintas investigaciones sobre jóvenes y los aportes de diversos expertos reunidos en la Mesa de Trabajo sobre “Demografía y Políticas de la Juventud”, organizada por el Consejo Nacional de la Juventud (CONAJU) y los “Lineamientos de Política Nacional de Juventudes”, publicados por el CONAJU.

La población joven

El Perú es todavía un país joven. Según el censo de 2005, el 28,1% de la población total tiene entre 15 y 29 años. Pese a que esta proporción viene disminuyendo de 28,2% en 2002 a 27,6% en 2010, en números absolutos, la población joven ha seguido creciendo

por la inercia demográfica.

Siete de cada diez jóvenes viven en ciudades o poblados con más de 2.000 habitantes; un tercio, en Lima. La constante migración interna del campo a la ciudad y de los centros poblados menores a las capitales de departamento se traduce en que más de la mitad de los jóvenes urbanos (60%) son migrantes.

Este éxodo rural en el Perú señala la ausencia de oportunidades para los jóvenes en su medio y la falta de políticas públicas de apoyo a la juventud rural.

OBJETIVOS PARA EL PRÓXIMO DECENIO

Reducir la vulnerabilidad y la desigualdad

La vulnerabilidad alude al grado de riesgo que tiene una persona, familia o comunidad frente a un peligro o amenaza que puede ser externo (ejemplo: perder el empleo, un desastre natural, etc.) o interno (depresión, anorexia, obesidad, etc.). La capacidad

de enfrentar estos riesgos es la llamada resiliencia, la cual depende no solo de los recursos y de las habilidades individuales (autoestima), sino también del apoyo

de las condiciones sociales familiares y/o supra-familiares.

Los retos en salud

La principal causa de muerte para los adolescentes y jóvenes son: los accidentes de transporte terrestre, el VIH-SIDA, el ahogamiento y los eventos violentos.

En el caso de las adolescentes y jóvenes, la causa principal de deceso es la muerte materna durante el embarazo, parto y puerperio; y, en segundo lugar, la tuberculosis (TBC) y las infecciones respiratorias agudas (IRA).

Este dato indica claramente que las diferencias de género son centrales para entender la vulnerabilidad a la salud. Esta evidencia, aunque incompleta, revela el imperativo de diseñar políticas y ejecutar programas sanitarios para jóvenes con estrategias diferenciadas por género, tipo de localidad y estrato social.

Así, por ejemplo, para las jóvenes de sectores populares es clave el tema de la prevención del embarazo precoz. Abordar el problema supone reforzar y desideologizar los programas de educación sexual en la escuela pública, ampliar la información y acceso

a la anticoncepción adecuada (incluyendo la anticoncepción oral de emergencia) como parte del Seguro Integral de Salud (SIS) y, sobre todo, incidir en la orientación sexual que promueva una mayor equidad de género en las relaciones sexuales entre los jóvenes.

Para el caso de los varones jóvenes de sectores populares, el reto es la prevención de la violencia y los estilos de vida riesgosos, incluyendo el tema del pandillaje, accidentes, robos,

...