PODER CONSTITUYENTE

Poder Constituyente

La doctrina de la soberanía es recogido en el mundo de las ideas políticas del siglo IV en Grecia y debe su nacimiento al filósofo Aristóteles de Estagira, contenida en su obra “La Política”.

En el siglo XVI Jean Bodin uno de los forjadores del Estado Moderno de Derecho, sistematizando la doctrina aristotélica de la soberanía, bajo el fundamento de ser el poder supremo en todo Estado, considerando a este como “un recto gobierno de varias agrupaciones y de los que les es común con potestad soberana”. Para Bodin el pacto social y la libertad carecen de carácter trascendental para la formación del Estado, según afirma, su fundamento esencial es la familia como resultado del instinto natural del hombre al unirse. Bodin con su tesis coadyuva a consolidar ese poder absoluto.

Thomas Hobbes en su obra el Leviatan aporta a la creación del Estado Moderno de Derecho el sistema de la Representación Política, provoca con su doctrina la absorción del clero, la nobleza y hasta el propio papado bajo la potestad del monarca, llevó al craso absolutismo y a su vez principia su decadencia con Luis XIV y su expresión “El Estado soy Yo” , llega a su fin con la Revolución Francesa en 1789, sustituyéndose el titular de la soberanía al pasar de las manos del monarca al pueblo como único genuino titular, y en su evolución y desarrollo, los principios de la soberanía se ven enriquecidos con las características fundamentales de su exclusividad, independencia, e indivisibilidad, sin limitación alguna, y tan sólo depositándola para su ejercicio en los representantes elegidos por el propio pueblo, su legítimo titular.

La doctrina europea de la soberanía considera como titular de la misma al Estado, y al decir de Jellinek es ejercida por sus propios órganos, en tanto Carré de Malberg, gran teórico del Estado afirma: “La soberanía es una potestad pública, ejercida autoritariamente por el Estado sobre todos los individuos integrantes del cuerpo nacional.”

De este concepto se desprenden del poder soberano dos características fundamentales: Ser independiente y suprema, la característica de independencia corresponde a la soberanía externa, y se manifiesta en las relaciones de igualdad internacional a virtud de la igualdad jurídica de los Estados soberanos. Por su parte la consideración de ser suprema corresponde a la soberanía interna, dada la potestad del Estado sobre los individuos inmersos en él, toda vez la supremacías consiste en el firme supuesto de que por encima de la soberanía del Estado no puede existir ninguna potestad superior.

Nos dice Carré e Malberg que el término soberanía tiene tres acepciones distintas:

1.- El carácter supremo e independiente de la potestad del Estado

2.- Los poderes concretamente comprendidos en esa potestad, y

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