PRACTICAS TUTORIADAS COMUNITARIAS

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CARRERA: LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

COMISION: 4º B

CATEDRA: PRACTICAS TUTORIADAS COMUNITARIAS

PROFESORA: COMASTRI SILVIA;

TRABAJO PRACTICO: ADOLESCENTES

INTEGRANTE: MUÑOZ, CARLA ALDANA

Introducción

El presente trabajo está destinado a brindar sugerencias en salud mental para cuidadores y/o promotores de la salud en el marco de la pandemia, que trabajen o estén a cargo de adolescentes, de entre 14 y 18 años de edad. El mismo se inserta en el marco de un trabajo en conjunto, denominado práctica entre varios.

Para interiorizarnos en qué acontece durante dicha etapa, haremos un recorrido por el libro “Adole-ser” del autor Daniel Duek, que nos permitirá distinguir el proceso puberal-adolescente. Del texto escrito por Freud “Metamorfosis de la Pubertad” tomaremos información destinada a entender qué sucesos se deben enfrentar en esta etapa vital.

Nos centraremos en el proceso de historización desde Piera Aulagnier y en los cambios que sufre el cuerpo, al pasar de un cuerpo infantil a un cuerpo adulto, con todo lo que ello conlleva.

Para situar en contexto esta etapa y entenderla a partir de lo que sucede hoy entorno al COVID-19, tomaremos como referencia bibliografía el artículo “Un Método Clínico en Épocas de Pandemia” de la autora Rowenstein Rosalía (2020) y el artículo “Consultorios Coronados de Virus” escrito por la psicoanalista Resala Graciela.

Para finalizar, haremos una propuesta destinada a intervenir y acompañar a los adolescentes ofreciéndoles un soporte simbólico que permita canalizar emociones, como así también proporcionar herramientas a los cuidadores para que puedan desde su lugar acompañarlos a los jóvenes.

Orientar: destinada a informar

Por un lado, en el texto Adole-ser, el autor Duek, plantea que tópicamente podemos establecer que lo puberal consta de dos estadios: un puberal originario y un puberal primario y que luego adviene la adolescencia.

 En el estadio puberal originario el principal acontecimiento es en torno al cuerpo, hay un desajuste entre el yo y el cuerpo, dado que hay una imagen corporal que cambia y hay un nuevo cuerpo que debe ser metabolizado, es decir, entre otras cosas, que irrumpen nuevas sensaciones, en tanto hay una nueva zona erógena que conlleva dejar atrás la impotencia infantil.

En el siguiente estadio, el puberal primario, Duek (2017) afirma que “trabaja con las pulsiones directas y se deja guiar por la corriente sensual de la pulsión” (pag.120 ), es decir que hay una búsqueda del objeto, a nivel representacional, por ello es que hay un predominio de un procesamiento basado en lo escénico y representacional que inaugura la genitalización de las representaciones incestuosas.

Por último, en la adolescencia se produce el trabajo de historización, como así también comienza a operar a nivel psíquico uno de los posibles destinos de la pulsión, a saber, el de la sublimación, el cual consiste en que la pulsión es derivada a situaciones o actividades socialmente aceptadas, es decir que implica que haya un avance en el juicio de realidad y con ello un mayor entendimiento de la organización social y de la diferencia generacional.  

Por otra parte, Freud su texto “Tres Ensayos Sobre Teoría Sexual” (1905)  nos dice que “con el advenimiento de la pubertad se introducen los cambios que llevan a la vida sexual infantil a su conformación normal definitiva”(pág. 189.)

Con esto Freud nos expresa que las pulsiones sexuales que en la infancia se satisfacían de manera individual y eran principalmente auto eróticas, en la pubertad se unifican bajo el primado de lo genital y hay una única meta que es alcanzar la satisfacción sexual.

 Desde lo psíquico se consuma lo que Freud denominó hallazgo de objeto, el cual menciona como un reencuentro, ya que el objeto, según el autor es preparado desde la infancia, a partir de la satisfacción de necesidades básicas, como el amamantamiento es que la pulsión se apuntala. En la pubertad desde lo representacional se establece el hallazgo de objeto, dependerá nos dice Duek en su texto “Adol-ser” (2017), del trabajo creativo del adolescente si el hallazgo de objeto, llevara características de los padres, características narcisistas o si podrá darse paso a lo nuevo, a la novedad inscripta en el objeto.

También se inaugura  la diferenciación hombre- mujer, hay una distinción entre el carácter masculino y femenino. Esto quiere decir ,que hay una resolución de la sexualidad infantil. En la infancia la activación de zonas erógenas es igual en ambos sexos, en la etapa puberal, tal como expresa Freud (1905) “esta similitud suprime en la niñez la posibilidad de diferenciación entre los sexos, como si se establece después en la pubertad”(pág.200)  

 Otro aspecto relevante que queremos resaltar en este trabajo tiene que ver con las identificaciones que el adolescente establece, que a su vez están presentes en la metabolizaciones psíquicas del sujeto , propias de la subjetividad y que son posibles por medio del interjuego entre introyecciones y proyecciones.

Duek en su texto “Adole-ser” (2017) destaca de los trabajos de Freud tres tipos de identificaciones: por un lado, resalta la que acontecen en los avatares del Complejo de Edipo, identificaciones madre e identificaciones padre que son aquellas las cuales surgen a partir de la resignación de la investidura de las figuras significativas, a su vez, son las que condicionan la diferenciación entre masculino-femenino, entendiéndolas como procesos intrapsiquicos. Por otro lado, tenemos la identificación originaria que es anterior a cualquier investidura, es “con el/ los padres de la especie” (Freud, 1920). Y, por último, aquellas identificaciones denominadas histéricas, en las cuales, lo que se busca es la igualdad de situaciones con un otro.

Estos juegos de identificaciones contribuyen a formar la identidad, identidad que en la adolescencia sufre cambios y el adolescente busca nuevas identificaciones que va a introyectar y sobre las cuales se va a apuntalar la identidad

 Proceso que acontece al mismo tiempo que el adolescente busca, según Duek (2017) “lograr autonomía por fuera de ellos” haciendo referencia a lo que Freud denomina “el desasimiento de la autoridad de los padres” (pág. 117), en tanto  busca revelarse a la figura de los padres y así conseguir su emancipación. Como esto va a la par del desarrollo psicosexual no se debe dejar de lado en la construcción de la identidad el interjuego que se da en “Reconocerse y Conocerse” (Duek 2017, pág. 117), es decir, la importancia que cobran los otros en tanto permiten construir aquello que quieren ser diferenciándose al resto o siendo parecido en algunos aspectos, sin dejar de ser ellos mismos.

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