PROCESOS DE APRENDIZAJE Y LA EVALUACION

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Aprendizaje Autónomo

NRC: 737

Procesos De Aprendizaje Y Evaluación

Magister, Abogada: Jacqueline Beltrán Sánchez

Contaduría Pública, Primer Semestre 2020

PROCESOS DE APRENDIZAJE Y LA EVALUACION

Cada estudiante o persona común tiene un método distinto por el cual se le facilita adquirir conocimiento o simplemente desarrollar sus capacidades de aprendizaje. Los aprendizajes son el resultado de procesos cognitivos individuales mediante los cuales se asimilan informaciones (hechos, conceptos, procedimientos, valores), se construyen nuevas representaciones mentales significativas y funcionales (conocimientos), que luego se pueden aplicar en situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron. La evaluación puede entenderse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, por medio del cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos inicialmente establecidos.

Gómez, Jaimes y Severiche llevaron una importante investigación sobre los estilos de aprendizaje con algunos universitarios y concluyeron que no existen diferencias significativas entre los estilos de aprendizajes y el genero del alumnado y que en general el estilo de aprendizaje mas representativo es el reflexivo, observándose en los hombres una correlación directa entre el estilo reflexivo y pragmático, para dicha investigación se referenciaron en el modelo de estilo de aprendizaje de Kolb quien dividió los estilos en cuatro grupos de estudiantes (divergente, asimilador, convergente y acomodador)

• El divergente se caracteriza por manifestar habilidades en el área de la experiencia concreta y observación reflexiva;
• Los asimiladores son hábiles en áreas de abstracción, conceptualización y la observación reflexiva;
• Los convergentes poseen habilidades predominantes en las áreas de abstracción, conceptualización y experimentación activa;
• El acomodador suele tener fortalezas en la experiencia concreta y experimentación activa.

El objetivo principal de la evaluación es el retroalimentar el proceso enseñanza y aprendizaje, esto significa que los datos obtenidos en la evaluación servirán a los que intervienen en dicho proceso (docentes o alumnos) en forma directa para mejorar las deficiencias que se presenten en la realización del proceso e incidir en el mejoramiento de la calidad y en consecuencia el rendimiento en el proceso de aprendizaje.

Considerando lo mencionado anteriormente, se puede decir que la evaluación es una etapa muy importante dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que es la que proporciona información sobre cuál fue el logro alcanzado por un educador en su práctica docente.

Se puede concluir de acuerdo a la redacción en este escrito, que cada individuo tiene una dinámica diferente para adquirir conocimiento de acuerdo a su comodidad, hay quienes usan todas las estrategias de aprendizaje en vez de una, porque son más prácticos en su metodología de desarrollar información. Por medio de la evaluación se determina el grado en que se están logrando los objetivos, los métodos, las técnicas y por su puesto los materiales de aprendizaje.

La evaluación como componente del proceso de enseñanza- aprendizaje centra la atención de directivos, docentes, alumnos y padres, dada su relevancia de dar a conocer los resultados que se alcanzan en la formación del estudiante, la calidad del desempeño del docente y la eficacia del proceso educativo.

Según Beltrán (1993) para alcanzar ese aprendizaje significativo, el proceso por el cual éste se consigue debe caracterizarse en primer lugar por ser un proceso activo. El alumno no puede limitarse a registrar los conocimientos mecánicamente en su memoria, sino que debe realizar una serie de actividades para comprenderlos y asimilarlos significativamente en sus estructuras cognitivas organizadas. La importancia de esas actividades es evidente, ya que la calidad de las mismas determina la calidad resultante del aprendizaje.

 El aprendizaje es un proceso complejo. Dentro de dicha complejidad, la actividad del propio estudiante es uno de los aspectos más importantes, por cuanto que filtra la información, la organiza, la procesa, construye con ella los contenidos del aprendizaje y, finalmente, opera a partir de esos contenidos y desarrolla las habilidades. Por tanto, si queremos mejorar el aprendizaje es fundamental destacar el papel protagonista del estudiante, no solo porque al sentirse protagonista mejora su rendimiento sino porque interviene directamente como causa próxima de su propio aprendizaje.

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