Pedagogia Critica Docencia Y Evaluacion
Enviado por Nancyperez02 • 7 de Febrero de 2012 • 1.821 Palabras (8 Páginas) • 927 Visitas
: Énfasis en evaluación y gestión educativa
GRUPO DE INVESTIGACION: Evaluando_nos: pedagogía crítica, docencia y evaluación.
ENSAYO POR: Nancy P.
La calidad de la educación ha sido una de las preocupaciones de la sociedad, de manera particular en los últimos años cuando la producción de conocimiento se ha convertido en una de las ventajas comparativas para la integración de los países en el contexto mundial. Es un tema recurrente de políticos, economistas, planificadores del desarrollo, empresarios, etc. Generalmente con discursos ideologizados y pragmáticos que olvidan la visión integral del proceso educativo. Paradójicamente el discurso de los pedagogos es menos difundido por los medios de comunicación y muchas veces se ahoga en el anonimato de las facultades de educación.
En este mar de conceptualizaciones todos creen tener la fórmula mágica para superar las dificultades del sistema educativo, no exentos de intereses economicistas, con propuestas que muchas veces se olvidan de la formación del ser humano integral, pensando más en el potencial productor y consumidor que se encarna en los niños y jóvenes que en la persona propiamente dicha. El resultado de estas concepciones son modelos administrativos y pedagógicos que privilegian los resultados a los procesos, la relación costo beneficio, los números a la cualidad.
Está bien que la educación entre ocupar el primer puesto en la agenda política y social del Estado así como en el interés de los gremios y demás sectores sociales. Lo importante aquí es abrir el debate público y académico para pensar las políticas educativas que se deben implementar, pensando con sentido humanista, sin querer con ello decir romántico, idealista o descontextualizado de la realidad.
No hay duda que las políticas educativas y con ellas el tema de la evaluación, tanto del rendimiento escolar como del sistema educativo en general, están intrínsecamente ligadas al quehacer docente. Por eso conviene preguntar: ¿De qué manera las actuales políticas educativas y la normatividad en evaluación afectan el desempeño como docente?. ¿El actual modelo educativo, y por consiguiente su sistema evaluativo, corresponde con los intereses y necesidades de los estudiantes en tanto que son seres humanos, o responde a las necesidades de los sectores económicos y a las exigencias de los organismos internacionales?
En relación con estos interrogantes es oportuno, primero, definir qué son las políticas educativas y evaluación; segundo, apoyada en algunos escritores que conocen del tema, mirar cómo pueden afectar el desempeño docente. Me parece importante en este texto, poner de manifiesto algunas de las opiniones de estudiantes sobre el sistema de evaluación, pues es necesario conocer qué piensan y cómo se sienten con este método de valoración de desempeños, como punto de partida para una práctica pedagógica renovada que facilite una cultura de evaluación propiamente dicha.
Es importante, además, conceptualizar acerca de las políticas educativas. Estas expresan el enfoque de la educación que orienta la acción del Estado, con objetivos específicos y precisos que permiten visualizar debilidades y dificultades. Que a su vez dejan en manos de la educación el futuro del desarrollo sociopolítico de una sociedad cambiante.
Dentro de las políticas del Plan De Mejoramiento Educativo 2002-2006, se contempla en el numeral 1.2 la ampliación de cobertura. Como resultado se tienen hoy entre 40 y 45 estudiantes, sino más, por salón de clase, con la orientación de un solo profesor, sin respetar las relaciones técnicas de espacio por estudiante. Más grave aún, estas condiciones despersonalizan el proceso educativo, afectan negativamente los procesos de enseñanza-aprendizaje, empobrecen la relación estudiante-docente y generan un clima institucional que ensombrece el ambiente adecuado para los procesos pedagógicos pues se manejan altos niveles de stress y conflictos interpersonales. Contribuyen a ello, no en corta medida, las tensiones que provocan las exigencias de metas cuantitativas en el alcance de competencias, que dejan en segundo lugar la formación integral.
Otra preocupante situación que vivimos casi todos los docentes, es la realización de una cantidad de proyectos que crean las instituciones, para tapar ese hueco de calidad (mi caso). Esos proyectos deben ser desarrolladas y ejecutados por nosotros mismos, y no dejan tiempo para dedicarnos a lo que realmente es importante, enseñar y “generar procesos reflexivos sobre nuestra propia práctica docente” para así realizar en verdad, una educación de calidad.
Por otro lado, dentro de las políticas educativas, se toma como medidor de calidad: la evaluación, que a veces llega a ser un sistema ambiguo porque en realidad no evalúa de forma integral, sólo valora conocimientos. Aunque en teoría la evaluación está propuesta como un sistema de retroalimentación, en la práctica sólo se califica o se expresa numéricamente si los estudiantes saben o no de memoria la lección. Entonces, es verdad que esta herramienta es la manera más eficaz para promover el aprendizaje?.
Ahora bien, muchos estudiantes se sienten víctimas cuando los resultados no son los que esperan y ven a los docentes como verdugos, afectando con ello la buena relación docente- estudiante. Además, después de analizar las evaluaciones, el Estado hace prácticamente responsable al docente del bajo rendimiento académico de los estudiantes, sin hacer un estudio detallado de lo que en realidad sucede dentro del aula de clase. La evaluación se convierte, entonces, en mecanismo de control para medir resultados y no para evaluar procesos.
Para finalizar mis estimaciones sobre las políticas educativas, se puede notar a simple vista que el gobierno está preocupado por evaluar (o quizás “medir”?)
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