Pedagogia Critica
Enviado por anabellan • 1 de Noviembre de 2012 • 3.431 Palabras (14 Páginas) • 651 Visitas
Fundamentación:
El presente trabajo pretende abordar críticamente la pedagogía como aquel bagaje teórico que acompaña el desarrollo de la praxis en el aula, como elemento mediador en la relación enseñanza- aprendizaje.
Considerando que toda practica escolar exige desde sus inicios un fundamento pedagógico partiendo de los limites señalados en las preinscripciones del diseño curricular actual, se anima al desafío de este contexto la juventud, es decir, su concepto recorre transversalmente todos los campos disciplinarios concibiendo la inclusión no como mero estar adentro, sino como una integración de lo diverso en el campo cotidiano de la tarea escolar.
Lo que intentaremos decir a partir del abordaje crítico de las diferentes fuentes bibliográficas es que educar críticamente al otro-juventud implica dotar de palabra a un universo multicultural que se construye en el sustento fundamental del proyecto futuro del país.
Introducción:
Los teóricos críticos quieren proporcionar a los teóricos de la educación en general un lenguaje público que no sólo afirme las voces de los educadores y de los grupos subordinados en la población estudiantil, sino que además vincule el propósito de la escuela a una visión transformadora del futuro.
Más allá de estar de acuerdo con que las escuelas, en cualquiera de sus niveles y modalidades, reproducen la desigualdad y la injusticia, los teóricos críticos contemporáneos difieren en muchos puntos de análisis. Los trabajos en la tradición crítica pueden en general dividirse en dos categorías: trabajos teoréticamente fundamentados como los de Henry Giroux, comenzando a hacer problemáticas las categorías de género, raza y clase.
Paulo Freire y Henry Giroux, que hacen una distinción importante entre escolarización y educación, La primera es princi¬palmente un modo de control social; la segunda tiene el potencial de transfor¬mar la sociedad, entendiendo al estudiante como un sujeto activo comprome¬tido con su desarrollo y con el de la sociedad.
En la práctica, la pedagogía crítica es tan diversa como sus muchos seguidores, si bien temas y esquemas comunes aparecen por muchos de sus escritos. Una categoría es simplemente un concepto, asunto, cuestión, hipótesis o idea central en la teoría crítica. Las categorías son útiles para los propósitos de clarificación e ilustración, aunque algunos teóricos críticos indudablemente argumentarán que conceptos adicionales deberían estar incluidos o que algunos conceptos no se les ha dado la importancia que merecen.
El educador crítico aprueba teorías que son, ante todo, dialécticas; esto es, teorías que reconocen los problemas de la sociedad como algo más que simples hechos aislados de los individuos o deficiencias en la estructura social. Más bien, estos problemas surgen del contexto interactivo entre el individuo y la sociedad. El individuo, un actor social, tanto crea como es creado por el universo social del que es parte. Ni al individuo ni a la sociedad se le da prioridad en el análisis, los dos están inextricablemente entretejidos, de tal forma que la referencia a uno debe por implicación significar la referencia al otro. La teoría dialéctica intenta desechar las historias y las relaciones de los significados y apariencias aceptados, trazando interacciones desde el contexto a la parte, desde el sistema interno al hecho. En esta forma, la teoría crítica nos ayuda a enfocar simultáneamente ambos aspectos de una contradicción social.
La naturaleza dialéctica de la teoría crítica habilita al investigador de la educación para ver a la escuela no sólo como un lugar de adoctrinamiento o socialización o como un sitio de instrucción, sino también como un terreno cultural que promueve la afirmación del estudiante y su autotransformación.
Una comprensión dialéctica de la escolarización permite ver a las escuelas como espacios tanto de dominación como de liberación; esto va en contra de la doctrina sobre determinista del marxismo ortodoxo, que pretende que las escuelas sólo reproducen las relaciones de clase y adoctrinan pasivamente a los estudiantes para convertirlos en ávidos jóvenes capitalistas. Esta comprensión dialéctica de la escolarización también es un rechazo del meollo de la teoría educativa dominante, que concibe a las escuelas como espacios donde principalmente se provee a los estudiantes con las habilidades y actitudes necesarias para convertirse en ciudadanos patrióticos, industriosos y responsables.
Los teóricos de la educación ven al conocimiento como histórica y socialmente arraigado por intereses. El conocimiento adquirido en la escuela o en cualquier lugar nunca es neutral u objetivo sino que está ordenado y estructurado en formas particulares; sus prioridades y sus exclusiones participan de una lógica silenciosa. El conocimiento es una construcción social profundamente arraigada en los nexos de relaciones de poder. Cuando los teóricos críticos afirman que el conocimiento está socialmente construido, quieren decir que es producto del acuerdo o consentimiento entre los individuos que viven relaciones sociales particulares (por ejemplo de clase, raza y de género) y que viven en coyunturas particulares en el tiempo. Sostener que el conocimiento está socialmente construido en general significa que el mundo en el que vivimos es construido simbólicamente por la mente merced a la interacción social con los otros y que es profundamente dependiente de la cultura, del contexto, de las costumbres y de la especificidad histórica. No hay un mundo ideal, autónomo, prístino o aborigen al cual correspondan por necesidad nuestras construcciones sociales; siempre hay un campo referencial en el cual se sitúan símbolos. Y este particular campo referencial (por ejemplo el lenguaje, la cultura, el lugar, el tiempo) influye en cómo los símbolos generan significados. No existe una intuición subjetiva pura.
La pedagogía crítica se pregunta cómo y por qué el conocimiento es construido en la forma en que lo hace, y cómo y por qué algunas construcciones de la realidad son legitimadas y celebradas por la cultura dominante mientras que otras no lo son. La pedagogía crítica se pregunta cómo nuestro conocimiento de sentido común cotidiano -nuestras construcciones sociales o "subjetividades"- es producido y vivido.
La pedagogía crítica sigue la distinción respecto a las formas en que es ubicado el conocimiento del teórico social Jurgen Haberlas. Examinemos este concepto en el contexto de la formación en general. Los trabajadores de la corriente dominante que trabajan dentro de las ideologías liberal y conservadora enfatizan el conocimiento
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