Pilares De La Educación

Los cuatro pilares de la educación

La educación tiene que transmitir de forma masiva y eficiente una cantidad de conocimientos y habilidades evolutivas, adaptadas a la civilización cognitiva. Al mismo tiempo, tiene que encontrar y señalar referencias que nos permitan no dejarnos sumergir por la inmensa información que nos invade y mantener el rumbo de los proyectos de desarrollo.

Ya no es suficiente la acumulación de un número de conocimientos, de donde podemos ir tirando hasta el fin de la vida, sino que debemos ser capaces de actualizar, profundizar y enriquecer este conocimiento inicial, y adaptarlo a un mundo cambiante.

Por lo tanto, la educación se organiza alrededor de cuatro aprendizajes, que serán los pilares del conocimiento: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

APRENDER A CONOCER

Este aprendizaje está orientado hacia el dominio de los instrumentos del conocimiento. Se puede considerar como un medio y al mismo tiempo una finalidad de la vida humana. Como medio, se trata de que cada individuo aprenda a comprender el mundo que le rodea, y como finalidad, se fundamenta en el placer de comprender, de conocer y descubrir.

Un espíritu realmente formado necesita de una cultura genera y la posibilidad de trabajar en profundidad un pequeño número de materias.

Aprender a conocer, supone primero aprender a aprender, para el ejercicio de la atención, de la memoria y el pensamiento.

El aprendizaje de la atención, puede tomar formas diversas y sacar partido de muchas ocasiones en la vida (juegos, prácticas en las empresas, viajes…)

Por otra parte, el ejercicio de la memoria, es necesario contra la influencia de las informaciones instantáneas que difunden los medios de comunicación. Debemos entrenar la memoria desde la infancia y también hay que ser selectivo en la cantidad de datos que debemos aprender.

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El proceso de aprendizaje del conocimiento no se acaba nunca y se puede enriquecer de todas las experiencias de la vida.

APRENDER A HACER

Se trata de cómo enseñar al alumnado a poner en práctica sus conocimientos, y también de cómo adaptar la educación al futuro trabajo.

Conviene distinguir, el caso de la economía industrial, donde domina el trabajo asalariado, de las otras economías donde aún domina el trabajo independiente o informal. En las sociedades asalariadas, la sustitución del trabajo humano por máquinas hace que el trabajo sea más inmaterial. Por tanto, la expresión de aprender a hacer ya no puede tener la significación que tenías antes cuando se trataba de preparar a alguien para alguna tarea material determinada, para hacerlo participar en la fabricación de algo. En la actualidad, los aprendizajes han evolucionado y ya no pueden ser considerados como una simple transmisión de prácticas más o menos rutinarias.

El progreso tecnológico modifica de forma inevitable las calificaciones necesarias para los nuevos procesos de producción. Las tareas físicas son sustituidas por tareas de producción más intelectuales y más mentales. Por otra parte, hay una personalización de las tareas, y los empresarios demandan cada vez más una competencia que combine la cualificación y el gusto por el riesgo.

La relación con la materia y con la técnica se debe complementar con la aptitud por las relaciones interpersonales.

En las economías en vías de desarrollo donde la actividad asalariada no es la dominante, la naturaleza del trabajo es muy diferente. En algunos países de América Latina o de Asia, solo una pequeña parte de la población tiene un trabajo asalariado, mientras que la gran mayoría pertenecen a la economía tradicional de subsistencia.

Sin embrago, en otros países en vías de desarrollo existe aparte de la agricultura, un sector formal reducido de economía forma moderna e informal, a veces bastante dinámico, basado en la artesanía, el comercio y las finanzas.

En ambos casos, se ve el futuro estrechamente ligado a la adquisición de la cultura científica que les dará el acceso a la tecnología moderna

APRENDER A VIVIR JUNTOS

Este aprendizaje representa uno de los retos de la educación en la actualidad. Hasta ahora, la educación no ha podido hacer gran cosa por modificar la situación de violencia en la que vivimos. La idea de enseñar la no violencia en la escuela es muy rentable, aunque sea solo un instrumento suplementario para luchar contra los prejuicios que

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