Pintores Ecuatorianos

HERACLIO GUEVARA

Pintor, escultor e imaginero ecuatoriano, la tradición imaginera de la época de la colonia, la cual cumplió un papel fundamental en el desarrollo espiritual del Quito de los siglos XVI al XVIII, despertó en Heraclio Guevara la necesidad de continuar con esta tradición ancestral, para mantener en el tiempo la calidad artística y religiosa de nuestros antepasados.

Nació el 17 de septiembre de 1966, en San José de Minas un pueblo típico de los andes ecuatorianos perteneciente al Distrito Metropolitano de Quito. Tras una infancia feliz, y el apoyo de sus maestros y sus padres, ingresa a los 14 años al Colegio de Bellas Artes de la Universidad Central del Ecuador en Quito, luego continuó sus estudios superiores en la Facultad de Bellas Artes de la misma Universidad.

El fruto de la formación adecuada, hizo que en 1990 se quede como ayudante de cátedra en el área de grabado, para luego convertirse en catedrático de la materia forma y color de la misma Facultad.

El mismo año, aprendió a realizar el arte de la imaginería de la Escuela Quiteña, aplicando toda su destreza y conocimiento de modelado y pintura, medio temeroso empezó a tallar, la emoción crecía, horas de mucho trabajo, hasta que al fin encontró en la imaginería su forma de expresión.

En 1991 abrió su primer taller experimental donde fusionó lo artesanal de la imaginería con la creatividad del arte.

En la actualidad, tiene formado un taller de arte galería, en pintura, imaginería y escultura, en donde trabajan, talleristas y aprendices, su loca idea de enseñar, le hizo reunir un grupo de personas que querían aprender este sacro oficio, gente muy hábil que desconocía de lo que se trataba, algunos llegaron por la necesidad de tener trabajo, ya que no tienen ni acabada la educación secundaria. Este grupo de talleristas esta encaminado a ser los futuros maestros en el arte de la imaginería, si así lo desean.

No cabe duda que las artes plásticas presentan una gama infinita de expresiones, la imaginería ha sido sin duda la que ha brindado a Heraclio Guevara la oportunidad de expresar sus sentimientos íntimos de creador.

FRANCISCO COELLO

Francisco Coello nace en Ambato, Ecuador en el año 1933.

Ya en su infancia muestra una gran pasión por el dibujo y las formas. Impulsado por este interés inicia sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad de Quito.

En esta época empiezan sus primeros contactos directos con el arte y hace sus primeras exposiciones y pruebas dentro del uso de los materiales y las técnicas.

Con la necesidad de ampliar sus conocimientos y el afán de conocer otros países y otras culturas, toma contacto con la Escuela de Bellas Artes de Río de Janeiro, donde intercambia sus conocimientos y se enriquece del movimiento cultural actual de vanguardia.

A parte de su obra creativa, Francisco Coello se ha interesado de la problemática de la restauración de obras de arte. Becado por la UNESCO a inicios de los años 70, tuvo la oportunidad de estudiar en el Instituto Central de Restauración de Roma (ICCROM) y posteriormente en el Instituto de Restauración de Madrid. La capacidad de Coello le valió integrarse al taller delProf. Oskar Emmenegger, (Consultor de la Comisión Federal de Monumentos Históricos de Suiza) con sede en Zizers.

A partir de este momento se vinculará su actividad pictórica con la restauración de pintura. Actualmente vive en Suiza donde trabaja en su taller exclusivamente en la producción artística.

Sus obras se encuentra en Norte y Sudamérica, Italia, España, Francia, Suiza, Japón, Alemania, Inglaterra, Bélgica, Republica Checa, Israel, Egipto, Líbano, Rumania, Hungría, Portugal, Austria, Mónaco, entre otros.

OSWALDO GUAYASAMÍN

(Quito, 1919 - Baltimore, 1999) Pintor ecuatoriano. Comenzó a pintar y dibujar desde su infancia, y vendía sus trabajos a los turistas para costearse los estudios. Aunque debió enfrentar la oposición paterna para hacerlo, finalmente se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Quito, en la que permaneció durante siete años y de la que recibió el título de Pintor y Escultor en 1941, siendo el mejor alumno de su promoción.El período durante el cual Guayasamín recibió su formación estética fue el de mayor auge de la Escuela Indigenista, y la influencia de esta corriente en el pintor es evidente desde sus obras iniciales. En 1942 realizó su primera exposición en Quito, que causó gran escándalo por su marcado carácter de denuncia social. Poco después se trasladó a México, donde trabajó algunos meses con el gran muralista Orozco, quien ejerció una importante influencia en la definición del lenguaje estético del joven pintor ecuatoriano.

En 1943 pasó siete meses en los Estados Unidos recorriendo distintos museos a fin de estudiar las obras de Goya y El Greco, entre otros maestros. A comienzos de la década de 1940 trabó amistad con Pablo Neruda y realizó un largo viaje por Chile, Perú, Argentina, Bolivia y Uruguay, durante el cual tomó apuntes para su gran serie Huacayñán ("El camino del llanto"), compuesta por más de cien telas que giran en torno a la temática del indígena, el negro y el mestizo en América.Guayasamín ha aunado la fuerza de la temática indígena con los logros de las vanguardias de principios de siglo, especialmente el cubismo y el expresionismo, elementos que se advierten en el mural en mosaico de cristal veneciano denominadoHomenaje al Hombre Americano, que realizó en 1954 para el Centro Simón Bolívar de la ciudad de Caracas, Venezuela. En 1957 recibió el Premio Mejor Pintor de Sudamérica, concedido por la Bienal de São Paulo, Brasil.Durante 1958 realizó dos importantes murales en el Ecuador: El descubrimiento del Río Amazonas, que se encuentra en el Palacio de Gobierno de Quito, y el mural Historia del Hombre y la Cultura, para la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador. En 1960 recibió el Gran Premio del Salón de Honor de la II Bienal de Pintura, Escultura y Grabado de México, un galardón que significó el comienzo de su proyección internacional.

Tras varios años de intenso trabajo, en 1968 presentó en el Museo de Bellas Artes de la Ciudad de México su segunda serie de envergadura, titulada La edad de la ira y compuesta por 260 obras que se agrupan por series en las que el pintor recoge diversos elementos de su experiencia vital para plasmar en una deslumbrante sucesión de telas el drama y la tragedia del hombre de nuestro tiempo.

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