Practica Docente

Es complicado definir mi actuar, mi estilo docente, por el hecho de quizás no poder retomar todos y cada uno de los aspectos que influyen y fluctúan en mi práctica docente. A pesar de ello considero que aun me falta mucho por aprender, adquirir más experiencia, valorar y retomar las cosas buenas y las malas que me acontecen. Mi practica podría decirse que se caracteriza por tratar siempre de entender y comprender a los alumnos, de ponerles cosas amenas y divertida, donde ellos disfruten de su desenvolvimiento en la escuela y en el aula, que no solo el recreo y la educación física sea lo más agradable de esta. Trato de implementar actividades didácticas que sean significativas y prácticas de su contexto y por ende me dispongo cuando se presentan los contenidos partir de ahí.

La palabra confianza y flexibilidad son parte de esta interacción, tal vez abuse de ellas y me fueron contraproducentes hasta el grado de llegar a la pasividad e indisciplina. Me gusta aprender junto con mis alumnos, la actitud de asombro con ellos me alienta y me alegra el trabajo. Aun no tengo el habito ni costumbre de revisar de manera detallada mi práctica, me cuesta algo de esfuerzo ponerme a analizar cómo me fue cada día de clases que pasa. Organizar el trabajo que voy a desarrollar en las sesiones siguientes, revisar todos y cada uno de los aprendizajes esperados que se pretende alcanzar con los alumnos de cada grado, diseñar y seleccionar posteriormente las actividades que me llevan a lograr la adquisición y luego desarrollo de los mismos, así como el establecer los instrumentos y momentos de evaluación de los procesos y productos emanados de la clases, aunado al poder llevar a cabo una vinculación de las asignaturas y contenidos me representa una serie de dificultades que son parte de la misma práctica. No sé si llamarlas plenamente debilidades a esos elementos, no obstante, las que si me atrevería, sería la mala administración del tiempo, el de ofrecer a mis niños actividades más atractivas, el de diseñar material didáctico, y la más grande de todas poder evaluar lo más apegado al desempeño que merecen los alumnos, en cuanto primero a los instrumentos de evaluación, los momentos y aprovecharlos y de pasar del aspecto cuantitativo al cualitativo de manera detalla y objetiva.

ANALISÍS DE MÍ PRÁCTICA DOCENTE.

El análisis de mi práctica docente consiste precisamente de cuestionar todo lo que sucede en el aula y porque sucede, se puede dar inicio a este cuestionamiento mediante los registros de observación, que son los que nos permitirán construir los datos que permiten la diferenciación entre lo que es práctica docente y práctica educativa.

No todas las acciones que suceden en un aula son consientes e intencionadas, porque muchas de ellas se dan como un proceso mecánico, que tiene que suceder, lo importante de todo esto es establecer la diferenciación entre lo que es un concepto y otro.

Mi responsabilidad como docente por más que quiera si no hago un reconocimiento de mi práctica docente no podré despojarme de todas las creencias, mitos y supuestos de los que está formada nuestra labor y así poder identificar las acciones, que en ella se llevan a cabo. Porque hay acciones que se realizan sin tener intenciones, sin embargo una acción educativa tiene una intención, partiendo de esto se puede establecer en el registro de observación esa diferencia, encontrando en los momentos de la práctica que intención existe en cada una de esas acciones y si es que en realidad existen acciones educativas.

Con base a lo anterior es muy importante realizar un análisis de todo lo que sucede en nuestra práctica docente para poder establecer las aclaraciones de todos los conceptos y la aplicación de estos, así

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