Presentacion

Hoy 3 de febrero, nos encontramos reunidos para rememorar esta fecha que contribuyo a la educación, para rendir nuestro homenaje de amor y gratitud.

El colegio Nacional Jaime de Zudáñez, se fundó el 3 de febrero de 1940, con el nombre del colegio secundario “Charcas”, por iniciativa del profesor Saúl Mendoza, entonces director de la escuela normal de maestros; después, se realizo la segunda fundación, el 25 de mayo de 1940, con el nombre de colegio nacional “Jaime de Zudáñez”, habiendo sido nombrado director el profesor Raúl Bravo.

Entre los profesores fundadores tenemos a: Ernesto Ayala, Roberto Alvarado, Ángel Mendoza, Renato Coca, Antonio Soto, Néstor Paniagua, Walter Sandi, Elena Pereira, Lucio Hinojosa, Hilda Pérez, María Barrón, Miguel Subirana, Ema Fernández, Roger Sandi, Víctor Quinteros, M. Jurado, R. Arana.

En principio, el colegio, no contó con local propio, más por gestiones realizadas por sus autoridades se adquirió el inmueble que actualmente ocupa, el año 1947. Estando como director Daniel Godoy, se hizo una remodelación.

Por sus aulas han pasado varias generaciones que hoy trabajan en bien del país este 3 de febrero, se recuerdan sus bodas de diamante, por eso sus profesores, alumnos y padres de familia, ex alumnos rinden su respetuoso homenaje, al establecimiento que los cobijo, y continuara cobijando a cuanto alumno pase por sus aulas.

La conmemoración de bodas de diamante, para cualquier institución; tiene una importancia fundamental; porque representa el recorrido de 75 años de vida.

Con profundo orgullo y satisfacción, todos los que pertenecemos a la familia zuñadence, rendimos nuestro homenaje de admiración, cariño y respeto a nuestro querido colegio nacional Jaime de Zudáñez, que cumple sus bodas de diamante, después de 75 años de trabajo, moldeando personalidades con dedicación y constancia, despertando y desarrollando capacidades y valores.

Ara que evoquemos y añoremos la etapa más sana, inocente y de grandes ilusiones y aspiraciones de profesores y alumnos y ex alumnos, posibilitando la reafirmación del deber de trabajo, esfuerzo y superación en profesores, padres de familia y alumnos; pues, hace tiempo, comprendimos que no es suficiente la tarea aislada del maestro en el aula, para formar proyectos de transformación en la educación; sino que requiere del aporte coadyuvante, decisivo y determinante del núcleo familiar y social, que conozca y participe de los problemas, inquietudes y aspiraciones de los alumnos; para luego en acción conjunta, lograr la formación integral de los estudiantes.

La familia zudañence esta de fiesta unida, porque reconoce que los recursos aislados se desperdician y pierden; por que entiende a la actividad educativa como la conjunción de esfuerzos para lograr la formación del individuo útil a la sociedad.

La educación bien orientada, siempre será el baloarte de la

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