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Problemas De ConductA EN LOS NIÑOS ESCOLARES


Enviado por   •  26 de Marzo de 2014  •  2.963 Palabras (12 Páginas)  •  481 Visitas

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Ensayo: Necesidades Educativas Especiales de las niñas y

los niños problemas

Los trastornos de la conducta y del comportamiento se han convertido en una de las situaciones más preocupantes para padres y profesores que ven cómo sus hijos y alumnos presentan cuadros conductuales que necesitan apoyo médico y psicopedagógico. Si hubiese que dar una definición clara y sencilla sobre estos trastornos recurriríamos a aquella que los define como “los problemas que tienen nuestros hijos cuando tienen dificultades para cumplir las normas que la mayoría de los niños aceptan”.

A esta situación se ha llegado en los últimos años “gracias” a los cambios experimentados por la sociedad, en los que se ha fomentado sobre todo un modelo de vida muy distinto del tradicional y basado en un predominio de la individualidad; esto ha traído consigo unas consecuencias muy negativas para nuestros niños y adolescentes, que se ha concretado en que cerca del 15 por ciento de estos menores sufran algún tipo de trastorno de la conducta y que se manifieste en acciones agresivas, violentas o, incluso, delictivas. Los trastornos de conducta están caracterizados por una gran variedad de conductas antisociales, tienen un inicio más temprano en los niños que en las niñas, en edades comprendidas a partir de los 7 años en los niños y de los 13, en las niñas, con una frecuencia mayor de padecerlos los varones. En este comportamiento tienen mucho que ver los padres que han ido delegando sus funciones paternas fuera del ámbito familiar, como son por ejemplo, la televisión y ciertas discotecas para niños, según los informes emitidos por personalidades mundiales.

A la hora de hacer una clasificación de los diferentes trastornos del comportamiento nos encontramos con serias dificultades para llevarla a cabo, dado el elevado número de síntomas que aparecen y que ha quedado perfectamente reflejado en las clasificaciones ofrecidas, tales como agresividad, robos, incendios, fugas, mentiras, y que con harta frecuencia van asociadas con hiperactividad, impulsividad, dificultades cognitivas y de aprendizaje y habilidades sociales pobres. La mayor parte de estos trastornos se presentan ya desde la infancia, aunque hay notables diferencias entre ellos y que intentaremos analizar en varios apartados. Los trastornos de conducta más frecuentes son:

TRASTORNO DISOCIAL

Trastorno negativista desafiante.

Según la clasificación de trastornos mentales ofrecida y siguiendo los criterios de la OMS, encontramos:

Trastornos disociales

Trastorno disocial limitado al contexto familiar.

Trastorno disocial en niños no socializados.

Trastorno disocial en niños socializados.

Trastorno disocial desafiante y oposicionista.

Otros trastornos disociales.

Trastorno disocial sin especificación.

Trastornos disociales y de las emociones mixtos

Trastorno disocial depresivo.

Otros trastornos disociales y de las emociones mixtos.

Trastorno disocial y de las emociones mixto sin especificación.

Conviene hacer una pequeña precisión relacionada con la doble distinción sobre el trastorno de conducta y el trastorno desafiante, que establece claras diferencias entre el trastorno Oposicionista Desafiante (TOD) y el Trastorno de Conducta (TC). En el primero de ellos (TOD), como más tarde se verá con amplitud, el patrón de conducta negativista, se presenta con una serie de comportamientos tales como encolerizarse, discutir con adultos y desafiarles activamente, molestar deliberadamente a otras personas, acusar a otros de errores o faltas propias, ser colérico y rencoroso, etc. Por su parte, el TC presenta un patrón repetitivo y persistente de comportamiento, caracterizado por una violación sistemática de los derechos de otras personas, así como por el incumplimiento de una serie de normas sociales propias de la edad (agresión a personas y animales, destrucción de la propiedad, fraudulencia o robo, violaciones graves de normas), debiendo especificarse la gravedad y el momento de inicio (infancia o adolescencia). Finalmente, indicar que el Trastorno Oposicionista y Desafiante aparece con anterioridad y es menos grave que el Trastorno de Conducta.

El trastorno de conducta o trastorno disocial

Se entiende como trastorno de conducta a la alteración del comportamiento, que se manifiesta de una manera antisocial, ya desde la infancia, y que se refleja en una serie de violaciones de normas que no son propias de la edad, como los enfrentamientos con otros niños; escaparse de clase, etc., y que son consideradas más allá que la propia “maldad infantil” o rebeldía del adolescente. Estas manifestaciones van unidas a una serie de situaciones familiares, sociales, escolares que las van a potenciar. Aunque aparecen en etapas infantiles, pueden continuar y se amplia en la edad adulta. Por otra parte, indicar que este trastorno afecta, en mayor medida más a los niños que a las niñas, en porcentajes que van entre el 6 y el 16 por ciento para los niños y entre el 2 y el 9 por ciento para las niñas.

Este tipo de trastorno disocial suele ir precedido de otro trastorno, el negativista desafiante, que aparece con mayor frecuencia en los años preescolares, mientras que el trastorno de conducta aparece en niños mayores, en adolescentes. Esta opinión, sin embargo, hoy en día es discutida por algunos autores.

¿Cómo se manifiesta?

Los síntomas del trastorno disocial van unidos a un tipo de comportamiento repetitivo y persistente en el que se violan los derechos básicos de las personas, así como normas sociales propias de la edad. La edad en la que suele aparecer es a partir de los 15 años. Los expertos nos ponen sobre aviso de que algunos de estos síntomas pueden mostrarse también en niños que no padecen este tipo de trastorno de conducta, siendo más frecuente su aparición en aquellos que padecen TDAH. Asimismo, suele manifestarse junto con otros trastornos de la salud mental como, por ejemplo, los trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, de estrés postraumático, abuso de drogas, trastornos del aprendizaje, etc. Como se ve síntomas más propios de un trastorno de conducta negativista y desafiante, considerado por algunos autores como fase previa al trastorno disocial. Los padres habrán de estar muy atentos a estos síntomas y recurrir al médico cuando considere que su hijo presenta un cuadro parecido. Los síntomas más frecuentes van acompañados de los siguientes comportamientos:

Comportamiento agresivo, que se manifiesta tanto hacia las personas como hacia los animales, sin que exista una afectación emocional, al menos en apariencia. Suele ir unida a una amenaza o a un daño físico a otras personas, reflejada en

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