Profesora Básica
Enviado por janesitasaa • 25 de Junio de 2013 • 1.428 Palabras (6 Páginas) • 396 Visitas
Evaluación Sumativa
Unidad Temática: Textos Literarios
Nombre:………………………………………………….Curso:………………….
Objetivo:
* Leer comprensivamente Textos Literarios.
Instrucciones Generales:
Lee muy bien todas las preguntas y piensa antes de contestar.
La prueba tiene 34 puntos y un 60 % de exigencia, para la nota 4.0
(20 puntos).
I.- Lee el siguiente texto y responde las preguntas de 1 hasta la 17
Un cuento para Juancito
Había una vez un niño llamado Juancito, que vivía con sus papás en una casita pequeña, simple como este cuento.
Juancito, de tan solo siete años, se levantaba todas las mañanas junto con su papá, su mamá y el sol. Tomaba su taza de mate cocido y se preparaba un bolsito con una hogaza de pan, una botella con agua, un trapito, un machete pequeño y un muñequito vaquero al que le faltaba un brazo; lo había encontrado en el basural que quedaba camino a la zafra. Era lindo el muñequito.
Todos los días caminaba un par de leguas con su bolsito al hombro, junto a su papá, para trabajar en la zafra… ¡Ojalá no hubiese habido nunca una vez!... y volvían cuando el sol pintaba todo de rojo, cosa de llegar a la casa antes que la noche.
Juancito llegaba, dejaba su bolso y se lavaba en un fuentón grandote que su mamá usaba para…todo. Se ponía la camiseta de dormir y el pantalón con agujeros irremendables en las rodillas; los remendados eran para ir de vez en cuando a la escuela o al almacén de don Cacho. Eran pocas las veces que Juancito iba al pueblo, ya que quedaba bastante lejos, algo más que un par de leguas.
Esa noche, su papá don Francisco, un hombre mayor con aspecto de abuelo y marcas profundas en el rostro producto de andar la vida, se veía cansado. El trabajo había sido arduo, casi no había comido y se había acostado más temprano que de costumbre, estaba algo triste.Su señora Teresa, bastante más joven que él, no percibió la actitud de su esposo. Ella también estaba agotada después de un día de lavar, limpiar, carpir la tierra de la quintita, guardar los animales en el corral, preparar la comida para los hombres de la casa y quien sabe cuántas cosas más.
Teresa, silenciosamente, llevo a Juancito en sus brazos hasta el catre, él se había quedado dormido junto al plato de lata que guardaba en su interior algunas miguitas de pan.
Lo acostó dulcemente y se dispuso a terminar el día. Francisco ya se había dormido.
Algo pasó esa noche, algo extraño sucedió… ¡Juancito creció de repente! Tenía como metro ochenta y una contextura importante. Se encontró de pronto en una plaza llena de juegos y se alegró tanto que corrió a las hamacas, pero no cabía en ellas, tampoco en el tobogán, ni en la calesita y el sube y baja le quedaba chiquito. Pero su corazón deseaba con todas sus fuerzas jugar y jugar en aquella hermosa plaza.
Los niños que jugaban a la pelota, le tenían miedo y se iban cuando él se acercaba. Qué sensación horrible invadía su alma, qué tristeza. Tenía las ganas, el deseo, pero su cuerpo se lo impedía.
De pronto vio bajo un gigantesco álamo, un perrito pequeño y lanudo que jugaba con uno niños, entonces Juancito corrió ligerito hacia él para jugar , pero se frenó de golpe cuando el perrito comenzó a gruñirlo y ladrarlo ferozmente. Juancito se asustó tanto que su corazón se aceleró mucho, muchísimo y entonces comenzó a correr rápidamente con el perrito tirándole tarascones a sus pies. Corrió tanto tanto hasta que… Don Francisco despertó sobresaltado. Había tenido una pesadilla, la más fea sobre su hijito, una pesadilla donde él era Juancito o Juancito era él, no lo sabía.
Esa noche don Francisco casi no volvió a dormirse, y pensó… Al alba de ese lindo domingo se levantó, se tomó unos matecitos con Teresa, calladito, pero con una gran sonrisa. Ella se sorprendió del feliz semblante de Francisco y se alegró mucho. Cuando Juancito se levantó, se desperezó y se dispuso a lavarse la carita, su papá se le acercó rápidamente y le dijo:
-Mi’jo, después que se tome el mate cocido, vaya a ponerse los pantalones remendados que vamo a ir pa’ el pueblo. No se olvide la pelota que ta’ en el galponcito, eh! Ah! Prepá- rese también la ropita más linda que tenga pa’ mañana, que lo voy a lleva pa’ la escuela ¿sabe?
Los ojitos de Juancito se iluminaron más que el sol de esa mañana de septiembre, y su sonrisa… ¡imaginémosla! pero también hagámoslo realidad.
1. ¿Qué tipo de texto es el anterior? (2 pts.)
A. Un cuento
B. Una fábula
C. una leyenda
D. Una noticia
2. ¿Cuál es el propósito del texto? (2 pts.)
A. Informar
B. expresar sentimientos
C. entretener
D. argumentar
3. ¿Quiénes son los personajes principales? (1 pts.)
A. Juancito
B. Juancito y su padre
C. La madre
D. Teresa
4. ¿Qué hacía cada mañana Juancito? (1 pts.)
A. Iba al colegio
B. Iba a trabajar
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