Pyros En El Escenario De La Vida Laboral.

Actividad 18: ¿Cómo puedo favorecer el proceso de cambio?

Pyros en el escenario de la vida laboral.

Según algunos diccionarios, la voz pirata viene del latín pirāta, que por su parte procedería del griego πειρατης (peiratés) compuesta por πειρα, -ας (peira), que significa «prueba»; a su vez deriva del verbo πειραω (peiraoo), que significa «esforzarse», «tratar de», «intentar la fortuna en las aventuras».

Otros autores abogan que proviene del griego pyros (fuego). El fundamento que se alega es que tras un acto típico de amotinamiento en un barco, para eliminar cualquier tipo de pruebas y toda posibilidad de buscar culpables finalmente se le prendía fuego, no sabiendo por tanto quién había muerto en la trifulca y quién no, resultaba prácticamente imposible encontrar algún culpable si se daba a todos por desaparecidos. Siendo por tanto el término pirata equivalente a incendiario.

La vida e ilusión de terminar una carrera profesional enfrenta un reto aun más grande, poner en práctica lo aprendido. Reflexionar a partir de un conjunto de saberes no seria tan difícil si esto no tuviera que ver con los escenarios educativos, pues la profesionalización del docente a nivel medio superior hoy enfrenta cara a cara esta realidad profesión- profesor, aun cuando el profesionista solo lo tiene como parte del perfil de egreso de la carrera (dar clases).

De seguro en la actualidad los reflejos de ser mejor no deben de quedar solo en los intentos, ahora ya en los barcos de la educación se considera importante adquirir y no perder el pyros, la actividad a desempeñar no requiere solo de ganas, mas bien de una profunda actualización que nos libere de los prejuicios al dejarse enseñar, para poder enseñar, con las limitantes de nuestra profesión, es decir los profesores normalistas de antaño poseían un atributo inherente a su actividad, la “vocación” , es con este que las actividades del profesor pasaban a ser carga y se volvían satisfacción.

Desde luego se dice años atrás hoy en día este atributo se ha perdido, traducido ahora en los profesionistas como pasión por hacer bien las cosas enseñar “algo” en este tipo de circunstancia presenta redituar y mejorar solo aspecto económico, no importando la forma de compartir y “transmitir”, es decir; abordando un gran acto de piratería (cobrar sin ser eficiente) obteniendo lo que quiere a costa de los tripulantes de este barco (alumnado).

No se pretende ser novelero pero si realista en este aspecto (el lado oscuro de la ambición), pero cuando el botín llamado dinero sustituye al aprendizaje y este último no avanza, se corre el riesgo de un posible amotinamiento al interior de parte de los tripulantes que se dan cuenta que el tal capitán no sabe a dónde ir, pues durante estos primeros años de servir y servirse de la educación solo se ajusto la necesidad, sin tomar en cuenta el puerto de destino.

Hace falta mucho más que tener una carrera profesional terminada para presentarte a grupos de marinos ávidos de que su capitán los ilustre, guie, conduzca, mantenga el liderazgo, etc. en mejores aventuras (elemento principal de un pirata) porque de una manera muy ruin este capitán corrompió el verdadero propósito, “llevar vidas integras a feliz puerto”.

Mas de repente al momento de encontrar “islas” de profesionalizar la actividad laboral con cursos de actualización y formación continua se descubre que existe la necesidad de cambiar el rumbo del barco, por el peligro letal de llevarlos al naufragio, por supuesto ajustar la brújula no es fácil, si de por medio no se encuentra la solidaridad, experiencia y compañerismo de los tripulantes del navío

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