QUÍMICA FORENSE, EN TIEMPOS DEL JUICIO ORAL

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MAESTRÍA EN DERECHO PENAL Y CRIMINALÍSTICA

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QUÍMICA FORENSE

Prof. Marcial Arnulfo Cua Ake

Tarea 1: Química forense, en tiempos del juicio oral

Abog. Dánica Anahí Argáez Díaz

Mérida, Yucatán a 06 de Febrero de 2016

QUÍMICA FORENSE, EN TIEMPOS DEL JUICIO ORAL

Antes de poder hablar sobre la relevancia existente entre el estudio y aplicación de la química forense como ciencia auxiliar en la investigación y esclarecimiento de un hecho delictivo, es de vital importancia poseer una definición clara del significado y objetivo de dicha ciencia.

Se puede decir que la química forense es aquella rama de la química que se encarga del estudio de las interacciones entre compuestos de naturaleza orgánica e inorgánica existentes en la escena de un crimen, estos pueden ser: pigmentos, trozos de tela, vidrio, restos de objetos de arte, pólvora, sangre y tejidos, entre otros. (Gerber, 1983)

Por lo que el objetivo de esta ciencia es el llegar a la verdad de los hechos a través del análisis de las evidencias halladas en los lugares en que estos pudieron haberse llevado a cabo; esto por medio del empleo de diversas técnicas o métodos.

Pero incluso para esto, la química de igual forma requiere del apoyo de otras ciencias forenses, dependiendo primeramente del tipo de evidencia que se pretenda a estudiar; por ejemplo, si se tiene una bala, o un arma, en conjunto con la balística, la química forense es capaz de determinar si un individuo pudo haber disparado o no un arma, la distancia desde la cual dicha arma pudo ser disparada, o incluso si el arma encontrada fue disparada.

O en su defecto, si en el lugar de hallazgo lo que se tiene son manchas o residuos de sustancias, en conjunto con la hematología, la genética o la toxicología forenses, la química forense es capaz de determinar la composición de dichas sustancias; pudiendo tratarse de sangre, en la cual se identificarían no sólo el grupo sanguíneo al que esta pertenece, sino también si corresponde a sangre humana o en su defecto, sangre animal o incluso si la sustancia hallada no fuese sangre sino otro tipo de compuesto.

Por otro lado, con  apoyo de la genética, tratándose de sangre, semen o saliva, entre otras, es posible determinar si un individuo está o no relacionado con el hecho, ya sea que el sujeto hubiese estado presente participando activa o pasivamente en el mismo.

Mientras que, mediante el estudio en conjunto de la química y la toxicología forenses, los peritos especializados son capaces de determinar la presencia o ausencia de una sustancia, la cantidad, e incluso determinar la relación que dicha sustancia pudiese tener con el hecho.

Por lo tanto, y tomando en cuenta todo lo antes mencionado, se tiene en claro que el campo de acción de la química forense es realmente basto: iniciando desde el análisis de sangre, semen, orina, o saliva, siendo auxiliar en la determinación de intoxicaciones mediante el empleo de sustancias como el alcohol, los plaguicidas, metales, venenos,  pintura, tóxicos y todo tipo de drogas, o como apoyo para descubrir la antigüedad de objetos como documentos, las tintas empleados en estos, los materiales que componen dichas tintas y su origen, así como la antigüedad, composición y el tipo de material con el cual dicho documento fue hecho; de tal forma que la química forense puede ser empleada para determinar el tipo de papel o tinta, su calidad y autenticidad, así como su tiempo de existencia.

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