Que Leen Los Que No Leen
Enviado por luzitaruval • 23 de Octubre de 2013 • 660 Palabras (3 Páginas) • 392 Visitas
¿QUE LEEN LOS QUE NO LEEN?
INTRODUCCIÓN
Cada vez son más frecuentes en México las reflexiones y debates sobre el poco o nulo “hábito de la lectura”. Se habla mucho de las virtudes de los libros, se implantan programas de animación a la lectura, se buscan maneras de acercar a la gente a la biblioteca.
Nadie niega que generalizar el gusto por los libros sería deseable, pero ¿se han encontrado vías efectivas? El autor de esta obra sostiene que imponer la lectura como materia obligatoria en las escuelas o no reconocer en ella más que un sentido práctico o instrumental resulta contraproducente, pues de ese modo se fomenta la idea de que leer es aburrido y al asociarla con el deber, la lectura pierde los ingredientes de placer y libertad que tendrán que serle porque lejos de acercar a los lectores se están ahuyentando.
Por otro lado recriminar a quienes no leen moralmente no ayuda: porque en realidad los que no leen, si leen, sólo que no leen lo que otros quieren, lo que otros dicen que deberían.
Arguelles hace una defensa apasionada de la libertad de leer y, al mismo tiempo, de la libertad de no leer.
DESARROLLO
La lectura como un ejercicio libre a la que se llega por interés resulta más motivador para el lector a diferencia de la lectura por obligación. En otro tiempo se pensó que era importante que las personas que no sabían leer aprendieron a hacerlo, hoy debemos reflexionar porqué la gente que sabe leer no quiere. Desde el punto de vista del autor, el problema nace de una disyuntiva: mirar la lectura como un ejercicio placentero o verla como algo obligatorio, indispensable para estudiar y aprender, se opta por ve la lectura como un gozo y deleite y no como sufrimiento, aburrición y enfado.
Bajo su óptica, “a la escuela no le interesa adentrarnos en el placer o en el gusto de algo, sino domesticarnos en la disciplina, el irgo y la obligación” (2011:15). Por ello se debe mirar la lectura con otros ojos e ingeniárselas para educar en el placer. Los docentes, por su parte, más que imponer lecturas deben compartir la experiencia derivada de esta actividad.
Experiencia que no solo es racional ni cognitiva sino volitiva, emotiva, intuitiva y afectiva. Para Juan Domingo (2011:37) “hay que brindar la experiencia misma: compartir la lectura, favorecerla y dar acceso a los libros. No obligar a leer, sino seducir con la lectura”, porque ésta, nos recuerda es un “profundo placer, un vicio maravilloso, un deleite singular” (2011:17).
La lectura, es un bien personal, íntimo y entrañable; y los libros, si bien nunca valdrán más que la vida, debemos reconocer que, a muchos, nos ayudan a vivir.
CONCLUSIONES
Para acercarnos a la lectura debe ser de una forma placentera, lúdica, gozosa y por necesidad; si se hace por obligatoriedad escolar se llega al fracaso.
No
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