¿Quien Le Pone Precio Al Arte?

Trabajo Practico: ¿Quién le pone precio al arte?.

Nombre:

Profesora: Ximena Meola

Materia: Arte

Fecha de entrega:

1- Es muy difícil determinar el precio de una obra de arte. Los criterios son variados:

- La importancia histórica.

- El ascenso del arte contemporáneo.

- La teoría de la industrialización.

- Maniobras especulativas.

- La moda, el esnobismo, lo social.

- El artista, su vida, su carrera.

Isabelle Graw comenta que es necesario que el valor simbólico y el de mercado sean interdependientes, se constituyan entre sí. Dice que su vida y su personalidad son cruciales para la emergencia del valor simbólico y también del mercado. Esto pasa porque su obra está cargada del mito sobre su vida “excesiva”, lo que hacer que el valor simbólico autentico o creíble. Entonces asegura que los hechos relacionados con la vida de un artista son una precondición para que el valor de su obra ocurra.

Jonathan Wong, quien dice que el valor de una obra de arte se puede determinar por varios elementos: el artista, su vida y su carrera; su importancia histórica; el historial de sus exhibiciones; las dimensiones y técnicas de las obras; la rareza y unicidad de los trabajos; y el mérito artístico. Por otra parte entre las razones por las que los precios del arte contemporáneo asiático están subiendo, está el creciente interés por Asia, sobre todo por China; el incremento de coleccionistas asiáticos y chinos cuya influencia en el mercado de arte asiático contemporáneo hace que este aumente como nunca.

Ben Lewis, un periodista británico, sostiene que, a diferencia del resto de los mercados, en el del arte se ejercen practicas que no son tan frecuentes en otros, como las prácticas monopolistas; una sola persona (coleccionista o galerista) concentra la mayor cantidad de obras importantes de un artista “fundamental” y eso puede llegar a influir en los precios; es lo que pasa, por ejemplo, con el coleccionista Jose Mugrabi, dueño de los 800 Andy Warhol mas importantes del mundo: En otro mercado esto no estaría permitido.

Por otro lado Anne Thornton critica la obra de arte de Hirst “For the love of god” diciendo que es un grandioso ejemplo de fiasco de marketing, una manipulación desastrosa, porque comercializaron y armaron todo el marketing alrededor de esa obra basándose en el precio que ellos mismos le habían puesto, que no era el que la obra, en realidad, valía.

Ruth Benzacar sintetiza diciendo que una obra puede valer 100 millones de dólares, pero si nadie te los paga, entonces eso no es lo que la obra vale. Se trata de mercado. Alex Stein trata de explicar cómo es que los cuadros, como por ejemplo “El grito”, del artista noruego Edvard Munch, se vende a costos tan elevados (20 millones de dólares). Dice que no hay una sola razón sino un conjunto de razones. Una puede ser su importancia histórica: la obra de Munch es una pintura icónica del pasaje del siglo XIX al XX, una pintura que se diferencia mucho de la producción normal del artista. No se sabe si el personaje es mujer u hombre, no cae en la caricatura pero se acerca, y resume en un solo cuadro la angustia de ciertos tiempos. Sin embargo Stein, intenta otorgarle más significado a la obra para poder justificar su precio.

Tim Marlow, director del White Cube de Londres, dice que valuar una obra es una mezcla de arte y ciencia, en la que los parámetros los define el mercado libre del capitalismo, siempre y cuando algo sea valuado en términos de que hay alguien que está dispuesto a pagar por ella. Pero un buen mercado primario, las galerías tienen que considerar una visión estratégica del mercado de un artista.

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