RESPONSABILIDAD SOCIAL COOPERATIVA Y BALANCE SOCIAL EN LAS ALCALDÍAS DEL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA EN COLOMBIA

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1][pic 2][pic 3]

UNIVERSIDAD PRIVADA Dr. RAFAEL BELLOSO CHACÍN

VICERRECTORADO ACADÉMICO

DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

PROGRAMA: MAESTRÍA EN GERENCIA EMPRESARIAL

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RESPONSABILIDAD SOCIAL COOPERATIVA Y BALANCE SOCIAL EN LAS ALCALDÍAS DEL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA EN COLOMBIA

Trabajo presentado como requisito para optar al grado de Magister Scientiarum en Gerencia Empresarial

1. Autor: Jesualdo Amaya

C. I.: 84085434

Tutora: Yamel Chourio

Maracaibo, Julio de 2015[pic 5]

CAPITULO I

EL PROBLEMA

1. Planteamiento del problema

En la actualidad, las organizaciones poseen instrumentos de gestión económicas que comparten formas empresariales, que permiten la respuesta a la consolidación efectiva de una identidad corporativa; a su vez, las empresas públicas o del estado, a pesar de tener una historia existencial, carecen de lugares y mecanismos para la ejecución metodológica de la gestión.

De igual forma, la preocupación por la innovación y la eficiencia en la gestión, ha llevado a los gobiernos e instituciones mundialmente, a la búsqueda de estrategias dirigidas a la focalización de sus intervenciones sociales; si bien, las políticas sociales, siguen planteándose el objetivo de mejorar el nivel de vida de las personas, el énfasis actual se centra en el combate a la pobreza extrema, lo que provoca que otros grupos sociales, vean disminuir los servicios públicos que antes satisfacían sus necesidades, tanto en cantidad como en calidad de vida.

Asimismo, la idea de la responsabilidad social es actualmente adoptada por actores y sectores del contexto político internacional; muchos grupos, tanto movimientos activistas como partícipes de la comunidad empresarial, instituciones financieras y agencias de desarrollo, lo ven como una manera de mejorar la calidad de vida, al mismo tiempo que se puede alcanzar la protección del medio ambiente.

A su vez, para enfrentar este problema, parece necesario orientar las políticas y programas referidos a los problemas sociales, mediante nuevas formas de gestión social, entre ellas, que las alcaldías municipales, partiendo de las organizaciones gubernamentales nacionales, asuman su responsabilidad ante la sociedad, evitando provocar daños a la misma y contribuyendo a resolver sus problemas, en lugar de permanecer ajenas a las condiciones de vida de las sociedades que se desarrollan en su entorno socio-cultural.

En este sentido, la responsabilidad social constituye un tema que ha cobrado progresiva e indiscutible vigencia en los últimos años; se ha movido dese una concepción predominante filantrópica, pasando por un genuino interés social de las organizaciones, hasta una concepción que según las empresas nuevas, deben comprender cada vez la necesidad de su responsabilidad social.

Por su parte, Guédez (2006) establece que el número de iniciativas nacionales e internacionales propuestas con respecto a la responsabilidad demuestran relevancia, al igual que la cantidad y calidad de la documentación generada, los modelos de desarrollo, los cambios operados en el aparato productivo internacional y local, los retos que se han supuesto, las modificaciones legales, las experiencias registradas y el carácter pendiente de mucho de sus temas asociados.

En este caso, para Colombia, las personas que integran estas instituciones gubernamentales, adoptan la responsabilidad social corporativa como una obligación y consideran que su principal objetivo es dirigir la organización hacia la consecución de beneficios de los beneficios de los miembros, frente a lo que su contribución social se limita al cobro de impuestos, determinando legalmente cómo deben aprovecharse, así como la utilización de los recursos disponibles en esta, siempre que puedan dedicarse a la competencia libre y abierta.

Sin embargo, la sociedad actual colombiana, sostiene que las instituciones gubernamentales locales, por ser instituciones sociales importantes e influyentes, les incumbe la responsabilidad de mantener y mejorar el bienestar global de la comunidad; es obvio que la responsabilidad social corporativa conduce a las organizaciones a llevar a cabo, actividades que van dirigidas a ayudar a la comunidad, aun cuando estas actividades no contribuyan directamente a generar beneficios directos para las mismas, como lo señala Fernández (2008).

A su vez, las concepciones más recientes, dictaminan que la responsabilidad social corporativa, representa tanto una filosofía como una forma de gestión orientada al logro de los objetivos de la organización, en sus dimensiones económicas, social, corporativa y ambiental, de manera interna o externa; ello implica una actuación consciente de respeto a la gente y al capital natural, comprometida con la promoción del desarrollo de sus colaboradores, las comunidades donde ejecuta sus acciones y la sociedad en general, como lo establece Guédez (2006).

Desde la perspectiva más general, la globalización, la apertura económica, la competitividad, son fenómenos nuevos a los que se tienen que enfrentar todas las organizaciones; en la medida que la competitividad sea vista como un elemento fundamental en el éxito de toda institución, como lo el autor, los gerentes o líderes harán más esfuerzos para alcanzar altos niveles de productividad y eficiencia, para ello deberán adaptar su realidad cultural a cambios de aspecto social, económico y tecnológico, lo que se verá reflejado en un marco de valores, creencias, ideas, sentimientos y voluntades de una comunidad institucional.

A nivel mundial, se ha determinado que el poder económico real descansa usualmente en las grandes instituciones, las cuales por la naturaleza de sus políticas, ejercicios económicos, así como la importancia de sus actividades productivas, usualmente ejercen presión significativa en la sociedad, y gobiernan los mercados, pudiendo ejercer inclusive un condicionamiento en los propios gobiernos de las naciones.

Lo antes señalado, ha conducido a considerar de acuerdo con Fernández (2008), que si el poder está en las organizaciones, entonces deben ser éstas las que inicien acciones serias para resolver los problemas, las desigualdades sociales y lleven a la práctica, medidas para conseguir transformaciones de carácter social que permitan una mejora substancial de la calidad de vida; ahora bien, esto debe ir acompasado con los esfuerzos de los gobiernos nacionales de cada país, donde deben implementar como movilizadores de proyectos sociales en colaboración con la sociedad civil.

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