Redacción de la entrevista.

Redacción de la entrevista.

      Como ya se ha mencionado en investigaciones anteriores, la entrevista básicamente es un diálogo entre dos personas: el periodista y el personaje que hace noticia; pero la entrevista también es un género periodístico propio, altamente informativo y de interpretación. Puede usarse para obtener información o para revelar el mundo interior de una persona prominente, o popular.

      Por lo tanto al momento de realizar una entrevista se debe conocer una serie de pautas a seguir entre ellas de comportamiento para antes, durante y después del diálogo, siendo así a continuación conoceremos cual es el desenlace de una durante el desarrollo de una entrevista.

Introducción.

     Inicialmente antes de llevar a cabo una pregunta, debe existir una planificación y para ello debe tener un conocimiento previo del entrevistado de esta manera saber en base a que vas a estructurar las preguntas de tal manera permitir que sean  preguntas profundas e interesantes.

     Ahora bien, al momento del desarrollo de la entrevista esta debe llevar una introducción, de modo de que se entregue una breve presentación del personaje, antes de empezar con la estructura pregunta-respuesta. La misma  puede ser una descripción de la situación en la que se produjo la entrevista

    Por lo tanto, rompa el hielo Inicie una conversación fluida o una introducción previa sobre lo que va a tratar la entrevista, para ganar la confianza y favorecer la adaptación del entrevistado a la dinámica.

     En base a lo anterior presentamos el siguiente ejemplo:

     Entrevista realizada al escritor Juan Terreros Ponce, quien nos habla sobre las opiniones vertidas sobre sus últimos textos, en donde se le tilda de retrogrado al expresar su opinión sobre la aplicación de sanciones comerciantes informales.

Desarrollo de la entrevista.

     En este punto se entra de lleno en la estructura pregunta-respuesta tomando en cuenta que el texto sea lo más claro posible.

     Para ello se usa el cuestionario a la vez atendiendo con  contundencia las respuestas por si es necesario reorientar el enfoque. El cuestionario no puede ser una camisa de fuerza. Hay que atender a los detalles de la entrevista porque algunos de esos aspectos que surgen en la realización de la entrevista puede ser lo verdaderamente noticioso. 

    Se observan  los detalles que rodean a la entrevista, aunque sea  noticiosa. Gestos y  circunstancias anecdóticas que rodeen a la conversación pueden ser detalles para nutrir la narración y los elementos descriptivos de la entrevista. 

Se debe estar alerta con lo que el entrevistado no dice. Si deja de decir algo, que no sea porque no se preguntó. Hay que agotar las posibilidades de preguntas y respuestas.  Durante toda la entrevista se demuestra un manejo de la situación. La timidez excesiva lo pone en un estado de vulnerabilidad frente al entrevistado. Los silencios interrumpen la dinámica fluida de la conversación. Y la "pedantería" extrema, o la altivez pueden limitar la confianza de su entrevistado. Hay que manejarse con soltura, con control de la situación, pero con respeto al entrevistado. 

Cierre de la entrevista.

     Antes de terminar hay que verificar si no quedó ningún punto sin investigar y si el entrevistado no desea añadir algo más.

     En esas expresa la opinión personal del que realiza el reporte de entrevista, estableciendo su criterio personal, su conclusión, independientemente al criterio del lector.

     Las formas de finalizar una entrevista son básicamente dos: dejar que el entrevistado diga la última palabra, y para ello terminar con una respuesta, en lo posible una en que el entrevistado haga una afirmación contundente, concluyente o provocadora.

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