Reflexión Final
Enviado por Animor • 13 de Junio de 2014 • 1.102 Palabras (5 Páginas) • 338 Visitas
Reflexión final.
Por mucho tiempo, no he sabido muy bien hacia qué camino dirigirme con una clara certeza de que sea a lo que verdaderamente quiero dedicarme, hasta segundo de carrera, no concebía, el hecho de que la educación y el mundo empresarial pudieran ir de la mano, porque inconscientemente, o no, nos lo pintan en cuadros separados, pero a lo largo del segundo ciclo, he visto que con ambos sectores se puede hacer un tríptico estupendo, dónde el conjunto resulta de lo más rico, tanto en colores como en texturas. ¿Por qué no se pueden extrapolar términos educativos al mundo empresarial y viceversa?
Antes de meterme de lleno en materia, considero que para hacer un compendio de lo aprendido a lo largo de la asignatura, es necesario plasmar aquí cómo era mi idea inicial antes de emprender el recorrido. En un primer momento, comprendía que “para liderar, es necesario ganarse la autoridad, partiendo del respeto y el entendimiento, siendo empáticos y humildes. Un buen líder, tiene la capacidad de comunicación y ello se consigue partiendo de los principios descritos anteriormente. Sin estas cualidades, considero que un líder no se puede proponer guiar a un equipo a la consecución de objetivos fijados.”
Siendo sincera, no ha cambiado la esencia sobre mi concepto de liderazgo, no creo haber estado desencaminada. Aunque, es cierto que no tenía una concepción tan clara sobre los diferentes tipos existentes, pero así como tipos de enseñanza hay muchas y un maestro en un aula puede llamarse “líder”, también hay distintos tipos de liderazgo en las diferentes organizaciones con otros nombres, aunque el objetivo de la definición sea similar.
Hemos visto diferentes tipos de liderazgo a lo largo de la asignatura, por mi parte me centraré en aquellos que más me interesan, ya sea porque serán mi marco de referencia, si en un futuro me dedico a algo que requiera de mi liderazgo o bien porque sea todo lo contrario.
Comenzaré con aquello que considero negativo. Fue muy significativo el día que realizamos la dinámica con los diferentes grupos, por suerte, a mí me tocó el líder autocrático, digo por suerte porque en ese momento pude ver hasta qué nivel era capaz de soportar la falta de principios pedagógicos en un profesor, aunque a la misma vez, supe controlar mis impulsos y mis palabras.
Este tipo de liderazgo, saca lo peor de las personas, en las organizaciones, tanto educativas como empresariales, se crea un ambiente tenso, de comunicación unidireccional, las acciones se deciden por aquel que manda y no tienen por qué ser justificadas además los criterios utilizados para evaluar no son conocidos por nadie. Podría decirse que es un tipo de dictadura, nadie opina pero todos hacen lo que se manda, quizás por miedo a las represalias. Para Esteban Fernández Sánchez (2010), “El estilo autocrático describe a un líder que, por lo general, tiende a centralizar la autoridad, impone métodos de trabajo, toma decisiones unilaterales y limita la participación de los seguidores. El estilo democrático describe a un líder que tiende a involucrar a los seguidores en la toma de decisiones, delega autoridad, alienta la participación en la elección de métodos y formulación de objetivos de trabajo y emplea la retroalimentación como una oportunidad para guiar a los seguidores.” Este tipo de liderazgo carece de aquellas características que son de mi interés, por lo que pasaré a reflexionar sobre el polo opuesto.
Cuando hablo del “polo opuesto”
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