Refugiados
Enviado por karina221622 • 20 de Octubre de 2012 • 870 Palabras (4 Páginas) • 489 Visitas
SOLO RECUERDOS
Mi vida sigue siendo la misma que 22 meses atrás, el sol se ha escondido para mis ojos, lo único que puedo contemplar es la oscuridad de mi miserable vida, de mi despreciable destino.
Si tuviera la oportunidad de pedir un deseo, al señor más poderoso del mundo, sin duda desearía morir rápidamente.
Mi vida cambio de repente… años atrás, justamente aquel día 16, del mes de octubre, me apresuraba a llegar a mi acogedor hogar, la lluvia caía en mi rostro apiñonado, mis pestañas solo amortiguaban las gotas y mis pequeñas manos, tapaban mi morral colorido para evitar que se estropearan mis cuadernos. Siempre e creído que la lluvia cubre los dolores, que el cielo nublado te garantiza un día extraordinario y que solo basta con disfrutarlo sin cerrar los parpados.
Corrí casi como si volara, como si una fuerza me impulsara a llegar a mi destino; abrí la puerta de mi casa en par en par, bese a mi hermosa madre que se caía del cansancio, era la única que me esperaba, mi padre había muerto a consecuencia de la desgraciada guerra, desde ese momento la vida de ella y la mía se volvió negra; en muy pocas ocasiones hablábamos, ella prefería estar sola, pero sabia que me amaba en muy en el fondo de su alma.
Subí apresuradamente a mi alcoba. ¡Hay! como extraño aquella cama, tan suave como las plumas de las gallinas del vecino que habitaba enfrente. En donde vivo, mas bien donde vivía, la mayoría de la gente peleaba por tener lo que no les pertenecía, solían herir a todos (…) solo pensaban en su bienestar.
Como siempre suelo decir; aquel día una sonrisa se adueño de mi vida; dicen que el amor alegra todo lo que te rodea y creí que esta vez, la razón de mi única felicidad haría un cambio total en mi tan negra soledad.
Hoy saldría con el amor de mi vida, aquel joven era un rey azul, cambiaba todo en un segundo y me amaba con mis imperfecciones; por primera vez me sentí importante para alguien, sin embargo cuando decidía a bajar las escaleras pequeñas, hechas de madera por el hombre que me engendro, empezó mi pesadilla…
Un trancazo parecido al sonido de una bomba, tiro mi vieja puerta, no sabia que hacer, hombres uniformados rodeaban a mi madre, yo, me escondía detrás de un huacal sucio. Mi corazón palpitaba velozmente, mi respiración era acelerada, sentía una nostalgia acompañada de temor. Mi madre solo los observaba, decía cosas que no lograba entender.
un recuerdo se adueño de mi mente: ¡eran los mismos asesinos de mi padre!; congele mi cerebro por unos segundos, todo era una basura.
Pobre de mi madre, no sabia que hacia, solo los escuchaba; malditos hombres infelices, la golpearon por razones nefastas, tuve la desgracia de ver como aquellos soldados, le atravesaban con un cuchillo oxidado la espalda, no pude evitar gritar, corrí hacia ella, pero uno de los hombres me detuvo, me apretó el brazo
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