Reporte De Lectura-construcción Del Conocimiento
Enviado por 19791980 • 25 de Febrero de 2015 • 5.374 Palabras (22 Páginas) • 414 Visitas
UNIDAD I
CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.
TEMA 1. CONOCIMIENTO COTIDIANO, CONOCIMIENTO PRE-CIENTIFICO, OBSTÁCULO EPISTEMOLÓGICO Y CONOCIMIENTO CIENTIFICO.
LECTURA: LA FORMACIÓN DEL ESPIRITU CIENTIFICO. (G. BACHELARD).
CAPITULO I. LA NOCIÓN DE OBSTÁCULOS EPISTEMOLÓGICO.
Al investigar las condiciones psicológicas del progreso de la ciencia, se llega muy pronto a la convicción de que hay que platear el problema del conocimiento científico en términos de obstáculos. No se trata de considerar los obstáculos externos, como la complejidad o la fugacidad de los fenómenos, ni de incriminar a la debilidad de los sentidos o del espíritu humano: Es el acto mismo de conocer, íntimamente donde aparecen por una especie de necesidad funcional, los entorpecimientos y las confusiones.
Las revelaciones de lo real son siempre recurrentes. Lo real no es jamás “lo que podría creerse”, si no siempre lo que debería haber pensado. En efecto, se conoce en contra de un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal adquiridos o superando aquello que en el espíritu mismo, obstaculiza a la piritualización.
La opinión, lo hace por razones distintas de las que fundamentan la opinión, de derecho, jamás tiene razón. La opinión piensa mal; no piensa; traduce necesidades en conocimientos.
El espíritu científico nos impide tener opinión sobre cuestiones que no comprendemos, sobre cuestiones que no sabemos formular claramente. Ante todo es necesario saber plantear los problemas. Y dígase lo que se quiera, en la vida científica los problemas no se plantean por sí mismos. Es precisamente este sentido del problema el que sindica el verdadero espíritu científico.
La noción de obstáculo epistemológico puede ser estudiada en el desarrollo histórico del pensamiento científico y en la práctica de la educación. Ciertos
conocimientos aun, justos detienen demasiado pronto a investigaciones útiles. El epistemólogo debe pues, seleccionar los documentos recogidos por el historiador. Debe juzgarlos desde el punto de vista de la razón evolucionada pues solamente en nuestros días es cuando podemos juzgar plenamente los errores del pasado espiritual.
Es sobre el eje experiencia-razón y en el sentido de la racionalización, donde se encuentran, al mismo tiempo, el riesgo y el éxito. Solo la razón dinamiza a la investigación pues solo ella sugiere, más allá de la experiencia común (inmediata y espaciosa), la experiencia científica (indirecta y fecunda). Un hecho mal interpretado por una época sigue siendo un hecho para el historiador. Según el epistemólogo es un obstáculo, un contra pensamiento.
EL PRIMER OBSTACULO: LA EXPERIENCIA BÁSICA.
El primer obstáculo es la experiencia básica, es la experiencia colocada por delante y por encima de la crítica que ésta sí, es necesariamente un elemento integrante del espíritu científico. Puesto que la crítica no ha obrado explícitamente en ningún caso la experiencia básica puede ser un apoyo seguro. Nos interesa oponernos claramente a esa filosofía fácil que se apoya sobre un sensualismo más o menos franco, más o menos novelesco y que pretende recibir directamente sus lecciones de un dato claro, limpio, seguro, constante, siempre ofreciéndose a un espíritu siempre abierto.
El espíritu científico debe formarse en contra de la naturaleza, en contra de lo que es dentro y fuera de nosotros, impulso y enseñanza de la naturaleza, en contra del entusiasmo natural, en contra del hecho coloreado y vario. El espíritu científico debe formarse reformándose. Frente a la naturaleza sólo puede instruirse purificando las sustancias naturales y ordenando los fenómenos revueltos.
EL CONOCIMIENTO GENERAL COMO OBSTÁCULO PARA EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO.
Nada ha retardado el progreso del conocimiento científico que la falsa doctrina de lo general, que ha reinado desde Aristóteles a Bacon inclusive, y que aún permanece para tantos espíritus, como una doctrina fundamental del ser.
Con frecuencia, con el fin de indicar de una manera sencilla como el raciocinio inductivo llega a la ley científica general sobre la base de un conjunto de casos particulares, los profesores de filosofía describen rápidamente la caída de diversos cuerpos y concluyen: todos los cuerpos caen.
El pensamiento moderno se presenta frente al pensamiento aristotélico como una generalidad rectificada, como una generalidad ampliada. Aristóteles enseñaba que los cuerpos livianos, humos y vapores, fuego y llama, encontraban en el empíreo su lugar natural, mientras que los graves buscaban naturalmente la tierra. En cambio nuestros profesores enseñan que todos los cuerpos caen sin excepción. He ahí fundamentada, creen ellos, la sana doctrina de la gravitación. La academia no juzga que sea índigo de ella estudiar cómo se produce la coagulación; pero ella quiso abarcar todas las especies diferentes para extraer mayores luces mediante la comparación de la unas con las otras.
La transición es natural, entraña tan poca dificultad, que no puede desconocerse la acción persuasiva del lenguaje.
El físico intentará provocarlas. Intentará completar el fenómeno, realizar ciertas posibilidades que el estudio matemático ha revelado. En una palabra, el científico contemporáneo se funde sobre una comprensión matemática del concepto fenoménico y a este respecto, se fuerza en igualar la razón y la experiencia. Lo que retiene su atención ya no es el fenómeno general; es el fenómeno orgánico, jerárquico, portador del signo de una esencia y de una forma y como tal permeable al pensamiento matemático.
UN EJEMPLO DE OBSTÁCULO VERBAL: LA ESPONJA EXTENSIÓN ABUSIVA DE LAS IMÁGENES FAMILIARES.
Tomaremos la pobre palabra esponja y veremos que permite expresar los fenómenos más variados. Esos fenómenos se expresan; Se cree entonces explicarlos. Se les reconoce: se cree entonces conocerlos. Sin embargo en los fenómenos designados por la palabra esponja, el espíritu no es la víctima de una potencia sustancial. La función de la esponja es de una evidencia tan clara y distinta que ni se siente la necesidad de explicarla. Al explicar los fenómenos mediante la palabra esponja, no se tendrá pues la impresión de que se está haciendo teorías puesto que aquella función es totalmente experimental.
Réaumur piensa que Mariotte ha llevado su suposición más lejos de lo necesario; me parece que en lugar de suponer que el agua puede disolver el aire, disolución por lo demás bastante difícil de concebir, con limitarse a suponer que ella lo penetra, lo moja, se tiene todo lo que hace falta para dar cuenta de los fenómenos que aquí deben explicarse. La esponja se ha vuelto entonces incomprensible, o casi incomprensible; sus partes comprimidas ya no encuentran
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