Resumen De Bordas
Enviado por nogad22 • 13 de Mayo de 2014 • 2.128 Palabras (9 Páginas) • 327 Visitas
RESUMEN ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN DE LOS PARENDIZAJES CENTRADOS EN EL PROCESO
En el artículo se plantea que en la actualidad el aprendizaje del alumno se valora en el proceso y en el producto, conociéndose como evaluación formativa y sumativa. “El profesor como orientador de aprendizajes”. La evaluación se contextualiza para valorar, para mejorar el aprendizaje, como contenido. Bloom la divide en evaluación diagnóstica, formativa y sumativa. El autor refiere que hoy en día la evaluación requiere de alumnos que además de realizar el aprendizaje, también emiten juicios y críticas a cerca de su desempeño.
La evaluación desde las teorías del aprendizaje, la toma como parte del contenido curricular del aprendizaje, hace necesario que el alumno aprenda a evaluar objetivamente su desempeño, de acuerdo a sus características y necesidades. A partir der saberes previos llegar a uno nuevo que sea aprendizaje significativo al aplicarlo en la vida real y en este ámbito la contextualización es muy importante para la evaluación. Los alumnos tienen diferentes estilos de aprendizaje por lo que la forma de evaluar debe proponer distintas alternativas. Cuando el alumno sabe las metas o propósitos del aprendizaje, los harán suyos y le dará la pauta para llevar a cabo su trabajo de la mejor manera, de acuerdo a los criterios de evaluación establecidos. Esto promueve el conocimiento autónomo y la autoevaluación, además de promover la coevaluación. La motivación es importante ya que permite establecer relaciones de esfuerzo y resultados, fracasos y éxito, las evaluaciones deben contextualizarse en lo posible, a sabiendas de lo que falta por lograr y el avance en el proceso enseñanza-aprendizaje. Así como el trabajo colaborativo es importante, también los trabajos de evaluación en grupo son valiosos debido a la retroalimentación. La autoevaluación promueve la habilidad de la metacognición, le permite al alumno saber sus avances y tomar conciencia de lo aprendido y lo que le falta, promoviendo el autoanálisis, esto se verá reafirmado con la elaboración de mapas conceptuales, diarios, etc. Favoreciendo la evaluación formativa.
La globalización exige grandes cambios en los profesionistas, formando generaciones con amplio dominio en sus disciplinas, pero también con actitudes, valores y habilidades, en mejora continua. Al mismo tiempo que se aprende se debe evaluar de manera formativa y sumativa, dándole al alumno herramientas para su autoevaluación y saber evaluar. La evaluación debe ser continuada (Bordas, 2000), y supone el sustituir un momento por un proceso permanente, debiendo ser un proceso abierto, flexible y adaptable a las circunstancias de la vida.
La evaluación sumativa conlleva a la certificación o calificación. Mientras que la formativa está centrada en el docente, está la evaluación formadora que parte del alumno, se fundamenta en su autoaprendizaje y surge desde dentro del individuo, como parte de su reflexión, de sus errores y llevándolo a un mejor desempeño de resultados y habilidades.
La evaluación debe ser inclusiva y multicultural, no uniforme, ni que responda a un sistema o ideología, lo que implica el tener alternativas, de modo que sea el alumno quien elija entre unas y otras, de acuerdo a sus necesidades. La evaluación polivalente proporciona diferentes alternativas. Para Sabirón y otros (1999) la evaluación es “un acto de comunicación”, por lo que la socialización es indispensable.
La evaluación es vista como promotora del aprendizaje, no como control por parte del docente hacia lo que hace el alumno. Es decir, forma parte del proceso reflexivo de los alumnos, sabe hacia dónde vas y cuáles son sus metas y el docente sólo es un guía. La evaluación también representa un conflicto entre los profesores y los estudiantes y para evitarlo se debe manejar como parte del proceso de aprendizaje. Así pues, debe de haber un acuerdo entre ambas partes y representar una utilidad para el aprendizaje. La evaluación tradicional se centra en el paradigma de la enseñanza y la evaluación participativa está basada en el aprendizaje.
La evaluación como “empowerment” (Fetterman, Kafyarian y Wandersma, 1996) que no es otra cosa, sino los beneficios que proporciona la evaluación para desarrollar las habilidades que les permiten a las personas mejorar por sí mismas, es decir se autoevalúa y aprende a identificar sus necesidades y objetivos y cómo conseguirlos. Aquí el papel del docente es ser facilitador, la evaluación no es exclusiva del profesor. El alumno es partícipe de ésta, utiliza y selecciona las evidencias que muestran sus logros. Wilson (1996) dice hay que partir del deseo de cambiar y mejorar, en estimular la confianza del alumno en sus capacidades y su trabajo, hace suyo el aprendizaje y lo asume como una actividad propia. Se preocupa por el éxito de su aprendizaje y poner en práctica los procesos de evaluación que lo lleven a alcanzar la calidad. Al utilizar la evaluación aprende a evaluar y el estudiante aumentará su rendimiento, lo que produce un sentimiento de competencia y autoestima, controlando su proceso de aprendizaje. El alumno busca mayores retos y por tanto acepta propuestas de aprendizaje más complejas y con un mayor grado de satisfacción. En pocas palabras, el empowerment describe el proceso mediante el cual el alumno al evaluarse consigue mejores resultados.
Biggs (1996) afirma que “los procedimientos de evaluación son determinantes del aprendizaje de los estudiantes, en mayor medida que los son los objetivos del curriculum y los métodos de enseñanza”. Las estrategias evaluativas cuantitativas, llevan a enfoques superficiales y las cualitativas, producen enfoques de aprendizaje profundo y de alto rendimiento” Hernández Pina (1996). Por lo que es preciso usar las estrategias de la autoevaluación y coevaluación Bajo este esquema los docentes deben identificar los objetivos de la evaluación, describir tareas y metas, seleccionar los criterios que reflejen el proceso de enseñanza-aprendizaje, calificar temas con dimensiones parecidas, documentarlos y que sean confiables, buscar evidencias y alternativas de evaluación en las que no sólo se base en una calificación. Y los alumnos deben conocer los objetivos curriculares, identificar entre objetivos de aprendizaje y de evaluación, comprender los aspectos a evaluar y que haya concordancia, además de definir tareas para la autoevaluación, proyectar y asegurar que los criterios se reflejen en el aprendizaje, calificar y reflexionar sobre el proceso de aprendizaje y los resultados, detectar el impact6o de las técnicas de evaluación y tomar decisiones en base a diferentes resultados.
En base a la evaluación formadora se consideran diferentes técnicas:
a) Portafolio: “colección selectiva deliberada y variada de los
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