Resumen El Emilio

En su obra Rousseau nos presenta una visión de la educación de un niño, apegada a los valores, buscando un equilibrio ante la sociedad y la naturaleza. Su

obra puede ser aplicable a la realidad educativa contemporánea.

La tarea de la educación a lo largo de la historia ha tenido la finalidad de humanizar y dignificar al hombre el Emilio nos ofrece las ideas para la educación de un niño desde que nace hasta su adolescencia, visto en toda la obra el niño como un ser moral y siendo una “vuelta a la madre naturaleza” la educación moral y la libertad para lograr la autosuficiencia.

Rousseau propone educar al niño lejos de la sociedad ya que la sociedad lo corrompe así que es necesario aislarlo de esta, propone educarlo con un algún tutor. La sociedad contemporánea darle al niño una educación moral y libre para volverlo autosuficiente. “Amad la infancia, favoreced sus juegos, su deleite y su amable instinto”, educar con el ejemplo, es una actitud que deberíamos adoptar para que los niños se comportaran hacia las cosas, porque el niño dentro de su flaqueza en donde aún se está formando su carácter imita lo que ve, es por eso que cierto tipo de situaciones lo pueden llegar a impresionar “…las impetuosas pasiones producen gran efecto en el niño que las presencia porque tiene señales muy sensibles que le hacen bastante impresión y le fuerzan a fijar su atención en ella…”

El niño debe de reconocer su debilidad pero no debe de sufrir a través de ella, aunque es dependiente no debe de obedecer, debido a su curiosidad por lo nuevo debe de preguntar pero no debe de ordenar, su educación debe de ser negativa, es bueno dejarlos libres para que aprendan y sólo ayudarles cuando realmente lo requieran.

La naturaleza puede ser percibida claramente ya que el paso del tiempo hace estragos, es algo que está dentro de nosotros. La sociedad no está en la naturaleza. Para ingresar a esta se debe preparar al hombre para poder “estar en equilibrio”

En la sociedad se compite y siempre domina la ley del más fuerte, tiene una relación con la naturaleza la diferencia es que la naturaleza es más sabia mantiene un equilibrio. La sociedad es más destructiva, corrompe. Sin embargo el hombre se diferencia de los animales por ser más adaptable y por tener conciencia de sí. Esto lo lleva a la avaricia, la codicia, y valorar las cosas mundanas.

Se destaca la importancia que tiene atender la vida del niño en sus comienzos y su autor se pronuncia a favor de que su propia madre le dedique los cuidados que necesita en esta etapa, lo que contribuiría a su bienestar físico y a su equilibrio emocional. Cuestiona la práctica de fajarlos, basándose en que la libertad, también en un sentido puramente físico, es indispensable para un sano desarrollo.

Esta opinión la aplica de forma ligeramente distinta a cada etapa de la vida. En la infancia, la amplía para incluir la actividad y la experiencia, puesto que éstas resultan de la libertad de movimientos, que son tan indispensables para la educación mental y emocional. Instituye ciertas normas de conducta. Y nos apercibe de los peligros de ser muy tolerantes con los niños, permitiéndoles adquirir una posición de dominio; hay que ayudarles y dejarles en libertad para que encuentren sus fortalezas, los niños no las tienen suficientes para todo cuanto la naturaleza exige de ellos, hay que dejarles por tanto el uso de todas las que les da y de las que no podrían abusar, ayudarles para lo que les falta, desarrollar su inteligencia, en todo lo que es necesidad física. Esta ayuda debe limitarse a la realidad y no darle un mundo de fantasía

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