Robo De Veihculos
Enviado por Maxywaxy • 12 de Mayo de 2015 • 407 Palabras (2 Páginas) • 144 Visitas
ANTECEDENTES
En el año de 1999, el legislador de Baja California, adiciona al Código Penal del Estado dentro del capítulos de delitos patrimoniales cuatro artículos que tienen como objeto tipificar el delito de robo de vehículos, lo cual aparentemente en aquel tiempo fue una medida adecuada, en virtud de las lagunas legales que se observaban en la legislación penal al no contemplar como delitos el uso o posesión de vehículos robados, lo cual trae en consecuencia que los sujetos activos de tales conductas quedaran en libertad por no tener el Ministerio Publico los elementos de prueba suficientes para llevar a cabo la consignación ante el juzgador.
Dicha reforma de adicion al Codigo Penal del Estado paso por el proceso de creación de normas que para su otorgación exige nuestra Constitucion Politica del Estado Libre y Soberano sin que legislador alguno se percatara de las discrepancias jurídicas que conllevaba, además de los graves perjuicios que ocasionarían al ciudadano común que por no tomar ciertas medidas de precaucion al adquirir un vehiculo de motor correría la misma suerte que el delincuente actual.
Es precisamente, al momento de su aplicación cuando comienzan los problemas con el ciudadano y para los órganos de procuración de impartición de justicia, quienes al encuadrar la conducta tipificada como delito al hecho social se percata de las injusticias que se estaban cometiendo al aplicar las reformas aludidas, esto sin contar el beneficio de libertad anticipada que opero en favor de los sentenciados por el delito de robo de vehiculo partiendo desde el principio de la ley mas favorable al reo.
El robo de vehículos es uno de los delitos patrimoniales más importantes del país
Todos sabemos, y muchos lo he hemos sufrido de manera directa que entre mis delitos patrimoniales de mayor incidencia en nuestro estado se encuentran relacionados con los delitos de motor cuyo apoderamiento por el sujeto activo, constituye apenas el primer eslabón de una cadena de conductas antisociales que, al igual que el apoderamiento del vehículo, no han sido contempladas específicamente en nuestro ordenamiento punitivo, constitutivas del delito, como son: el uso o la simple posesión de vehículos robados, su destrucción parcial o total por desmantelamiento, el comercio de partes de vehículos robados, la falsificación y alteración de documentos o series de identificación de vehículos o de sus partes, el trasporte de vehículos robados fuera de nuestra entidad, la portación de placas de circulación de vehículos robados, etc.
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