SEGURIDAD DE LOS CENTROS INFANTILES EN EL AULAS
Enviado por Eddyrgs • 15 de Enero de 2014 • 1.476 Palabras (6 Páginas) • 619 Visitas
SEGURIDAD DE LOS CENTROS INFANTILES EN EL AULAS
Al ser los usuarios de los centros infantiles niños y niñas de 0 a 3 años, la seguridad está presente en muchos aspectos del día a día del centro. La seguridad es uno de los aspectos más importantes en la misma. Es el espacio donde niños y niñas pasan una gran parte de su tiempo y donde además realizan actividades, como determinados juegos y actividades, que implican riesgos añadidos a los habituales. La prevención de accidentes en un centro para niños implica la asunción de su papel como entorno promotor de salud; por ello su tarea debe ser la de poner en marcha todas las medidas de protección posibles para lograr un entorno seguro, respetando la normativa vigente y adoptando una serie de recomendaciones específicas.
LA SEGURIDAD INFANTIL
La prevención de accidentes infantiles se considera un elemento aparte en la mayoría de los entornos donde se desarrollan los niños. La idea de proyectar, diseñar, construir, equipar y gestionar un centro dedicado a la primera infancia debe incorporar desde su origen el concepto de la prevención de forma natural, como un elemento global interrelacionado con el resto de los parámetros que definen la atención a la infancia.
La incorporación de la gestión de riesgos infantiles ha de suponer una herramienta con la que obtener beneficios directos, como el desarrollo integral y armonioso de los niños; y también derivados, como la implantación de los proyectos educativos, lúdicos y asistenciales, así como los de organización, gestión y optimización del mantenimiento.
ACCIDENTE
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “un accidente es un hecho eventual, anómalo e involuntario del cual resulta daño físico o psíquico, como consecuencia de una falta de prevención o defecto de seguridad”.
Como bien indica esta definición, un accidente no ocurre por una fatalidad, sino por una falta de prevención o defecto de seguridad, por lo que se puede afirmar que, aunque no sea una ciencia exacta, la mayoría de los accidentes pueden evitarse si realizamos una prevención acertada.
PREVENCIÓN
Este concepto puede quedar definido de forma más concreta a partir de la descripciónde sus tres niveles, establecidos en función del objetivo que persiguen:
• Prevención primaria: su objetivo es evitar que se produzca el accidente.
Por ejemplo, en seguridad infantil, una barrera de seguridad para escaleras evitaría que el menor cayera por ellas.
• Prevención secundaria: su objetivo es reducir el riesgo o nivel de lesión en caso de que se produzca un accidente.
Por ejemplo, en seguridad infantil, una protección acolchada de esquinas o columnas no evita el golpe contra ella, pero sí minimiza las consecuencias.
Prevención terciaria: persigue el mismo objetivo que la secundaria, reducir el riesgo o nivel de lesión, pero desde el momento en que se ha producido un accidente.
En este caso, la prevención sería la derivada de una rápida actuación de primeros auxilios, la existencia de un botiquín adecuado o la urgente intervención médica.
La cultura de la prevención que se encuentra más extendida socialmente es la prevención terciaria, es decir, cubrir los defectos de seguridad a posteriori, una vez ocurrido
Por ello se debería cumplir con todas las normas técnicas y legales de obligado cumplimiento, y de implementar las normas y certificaciones de la calidad, la cultura preventiva ha de ser un valor integrado en la gestión, organización y diseño de instalaciones, en la gestión de su mantenimiento y en la de todos los agentes que intervienen en la puesta en marcha y funcionamiento, de forma que suponga una mejora continua de excelencia y calidad.
Por su parte el personal docente, como agente de salud en la prevención de accidentes, debe transmitir al alumnado los mensajes oportunos a través de su conducta ejemplar y del trabajo en el aula. Para cumplir esta tarea debe conocer los riesgos potenciales de accidente y poner en marcha las medidas preventivas a su alcance, pero además debe estar adecuadamente informado para intervenir en el supuesto de que se produzca un accidente.
En primer lugar, al proyectarse la construcción del edificio debe tenerse en cuenta el fin al que va destinado y tener presentes toda la normativa en vigor al respecto. Por ejemplo: accesos sin barreras arquitectónicas, barandillas protectoras, ancho de puertas, ventanas adecuadas, enchufes de protección…
La distribución de espacios interiores, tanto los destinados a niños: aulas, aseos, comedor; como los destinados a adultos que trabajan en ella: despachos, cocinas, sala de profesores y otras dependencias, deben también cumplir la normativa vigente: evitar esquinas, protección en radiadores, sistemas anti pinzamientos en puertas, rodapiés especiales, cristaleras en aseos para poder controlar el aula y
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