STATUTO EPISTEMOLÓGICO DEL CONOCIMIENTO JURÍDICO
Enviado por annyzemanate • 28 de Octubre de 2012 • 10.753 Palabras (44 Páginas) • 753 Visitas
ESTATUTO EPISTEMOLÓGICO DEL CONOCIMIENTO JURÍDICO
La universalidad que caracteriza a la Universidad de La Sabana y la unidad de lo real, obligan a articular la necesaria coherencia de los fines que orientan la misión de la Universidad con la singularidad de las personas y la pluralidad de sus posturas ideológicas o científicas [2]. De conformidad con esta nota distintiva, la Facultad de Derecho de la Universidad de La Sabana tiene definida una visión de la Ciencia Jurídica que se enmarca dentro del PEI de la Universidad.
1. PLANTEAMIENTO GENERAL
Toda ciencia, y en estricto sentido toda área del saber humano, cuenta con un estatuto epistemológico que le identifica y le distingue dentro del amplio y complejo campo del conocimiento de la realidad. La razón de que esto sea así es una consecuencia natural de la forma como procedemos racionalmente frente a la realidad y específicamente frente a los diversos aspectos u objetos que de ella pueden ser percibidos o comprendidos. Esta diversidad en lo real no sólo plantea la posibilidad de distinguir las cosas en el conocimiento sino, muy especialmente, de saber que nuestro modo de conocer no es igual para todos los temas. Por eso se ha dicho con toda razón,[3] que el conocimiento humano es jerárquico, distintivo, y que sólo procede ordenadamente –en el sentido de especificidad- de acuerdo con el tema u objeto sobre el cual vierte toda su atención.
En este sentido puede decirse que un estatuto epistemológico es, por una parte, aquella doctrina sobre los fundamentos del conocer de la ciencia; por otra, los modos o perspectivas a través de las cuales procede dicho conocer. La Ciencia Jurídica –en tanto ciencia- cuenta con un estatuto epistemológico propio que le permite comprender y acceder de modo adecuado y ordenado al conocimiento del derecho. Su caracterización más general está dada por la naturaleza misma del conocimiento jurídico: se trata de un conocimiento práctico que indaga en la realidad por lo debido o lo justo en las relaciones humanas; así mismo, tal indagación por lo justo o lo debido puede hacerse de diferentes maneras, con tal que cada una de ellas esté siempre ubicada, por decirlo así, dentro de la formalidad propia del conocimiento jurídico, esto es, lo justo o lo debido en las relaciones entre las personas.[4]
Esta, que es una premisa general sobre la cual se construye el saber acerca del derecho, no impide, como no ha impedido nunca, que se establezcan diversas escuelas de pensamiento o modelos de comprensión del fenómeno jurídico. Cada una, por supuesto, hará énfasis en aquellos puntos que quizás considere más importantes dentro de las diferentes posibilidades que encierra el saber acerca del derecho. Pero todas tendrán –para ser rigurosos con la epistemología de la ciencia jurídica- unos fundamentos y una metodología comunes. Lo contrario, como lo ha señalado acertadamente el profesor alemán Eric Voegelin,[5] haría del conocimiento científico en cualquier campo una empresa no consecuente con sus principios y con su metodología, es decir, con su propio estatuto epistemológico. Haría por demás que la ciencia perdiera su natural orientación, que no es nada distinta que la búsqueda constante por alcanzar la verdad de cuanto le rodea.
Nuestra Facultad de Derecho no desconoce aquellos lineamientos y aspectos generales y comunes a todo el conocimiento jurídico, es decir, asume los postulados centrales y fundacionales de la ciencia jurídica. Pero, a su vez, presenta un enfoque distintivo –que no exclusivo de ella- con relación al saber acerca del derecho. Si se prefiere, ella insiste –o busca privilegiar- algunos elementos del estatuto epistemológico del derecho, como son la formación humanista que inspira toda la labor educativa de la Universidad de La Sabana, así como la búsqueda de la verdad acerca del derecho –de lo justo o de lo debido- a partir de los diversos niveles de conceptualización del fenómeno jurídico, los cuales están enmarcados, como es lógico, dentro del oficio –dentro de aquel saber especial- que atañe al jurista, i.e. el discernimiento de lo justo y de lo injusto[6]. Esto significa, por una parte, que tanto el estudio como la reflexión acerca del derecho que se lleva a cabo en nuestra Facultad no resulta extraña ni ajena a los planteamientos jurídicos provengan de donde provengan; por otra, también significa que dicho saber consiste en un saber “por” y “para” la persona; es decir, es un saber práctico que no puede comprenderse adecuadamente sin referencia al alguien que lo sustenta.
De este modo, la pluralidad de escuelas y modelos de comprensión del derecho, la apertura a las diferentes conceptualizaciones acerca de lo jurídico, el diálogo sincero y honesto con las doctrinas tanto de carácter nacional como internacional y la universalidad que caracterizan la formación académica de los estudios superiores son, en el marco del estatuto epistemológico de la ciencia jurídica, derroteros ciertos que inspiran la constante labor intelectual de los profesores y de los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Sabana. Junto a estos criterios generales la dimensión epistemológica del derecho - abierta e íntimamente relacionada con la ética, pero distinta de ésta- desde el punto de vista de su conceptualización como el de su práctica, permite a la Facultad asumir su quehacer universitario con un profundo respeto por la verdad de lo humano desde una consideración eminentemente jurídica.
La visión y búsqueda de esa verdad acerca de la realidad jurídica exige un compromiso intelectual de la Institución el cual debe ser presentado de manera coherente, flexible, ordenado y abierto al saber superior del derecho. En este sentido, nuestra reflexión acerca del estatuto epistemológico del derecho nos sitúa de lleno en la doctrina de los fundamentos y de los métodos del conocimiento jurídico.
Parte, como es lógico, de la articulación necesaria entre el saber acerca del derecho y los modos de conceptualización que caracterizan dicho saber. Nuestra reflexión es por lo tanto comprensiva: de una parte, se articula a partir de la fundamentación propia del derecho como ciencia y como realidad[7], de su justificación y finalidad que marca por así decirlo la especificación de su conocimiento y de su práctica social, junto con una visión conceptual amplia de la realidad jurídica; de otra parte, está abierta a los diferentes modos de aproximación a su objeto, lo cual supera la estrecha visión legalista y sólo legalista[8] del derecho que ha caracterizado la formación jurídica de los últimos tiempos, para situarse de lleno en una comprensión humana del derecho.
Esta reflexión, así entendida,
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