Seciencia De Primer Grado
Enviado por pricandebenja • 30 de Julio de 2014 • 8.467 Palabras (34 Páginas) • 449 Visitas
PROGRAMA TODOS PUEDEN APRENDER
ÁREA DE LENGUA
SECUENCIA DIDÁCTICA
2º AÑO
SETIEMBRE 2009
El texto narrativo en la alfabetización inicial: el cuento “Ricitos de Oro”
Los comentarios acerca de las tareas han sido elaborados de manera exhaustiva a partir de las fundamentaciones realizadas por las autoras de los Módulos de Lengua del Programa “Todos pueden Aprender” –Sara Melgar y Marta Zamero- y pueden ser consultados en los Cuadernillos “Lengua y Matemática Primer Ciclo” y “Lengua 1°”.
Al incluir dichas observaciones en las secuencias didácticas desarrolladas respondemos al propósito de lograr que todos los lectores cuenten con suficiente fundamentación para avanzar en el proceso de apropiación del marco conceptual que sustenta la propuesta del área de Lengua.
DÍA 1
TAREA 1: Conversación
Foco: Texto y cultura
El docente anticipa a sus alumnos que van a leer un cuento. Les pregunta qué cuentos han leído, cuáles les gustaron más y por qué. Se busca que el alumno exprese lo que sabe, conoce y prefiere. Por lo tanto, la conversación no debe ser un interrogatorio sino una posibilidad de que los niños puedan organizar su discurso, adquieran seguridad y que la tarea se torne significativa articulando los saberes aprendidos en la casa con los saberes escolares y compartiéndolos, además, con los compañeros.
Comentario sobre la tarea
Uno de los aspectos más importantes del acto educativo es la relación entre docentes y estudiantes. En la confianza por parte del docente en que el niño puede aprender y en la confianza de los alumnos en que el docente les puede enseñar radica la base del acto educativo.
La conversación permite que los niños interactúen con el docente, manifiesten sus expectativas, necesidades, actitudes, y posibilita que el maestro pueda relevar el proceso de aprendizaje. Por otra parte, en toda situación educativa se requiere la participación voluntaria y activa del niño en su propio aprendizaje y esto se incentiva a través de la posibilidad de expresar sus expectativas, lo que espera y necesita para aprender.
Por eso, esta primera tarea consiste en entablar una conversación con los alumnos en torno al texto seleccionado para la lectura. Es recomendable que siempre se focalicen aspectos relacionados con el contexto cultural en el que circula el texto. Recordemos que alfabetizarse es ingresar en un contexto cultural que requiere nuevos conocimientos, habilidades y estrategias; no es solamente adquirir una técnica de transcripción.
En esta tarea, es conveniente dialogar acerca de quiénes son habitualmente los lectores de ese tipo de texto, quién/es son sus autores, qué otros textos similares conocen los alumnos, cuáles son sus características generales, dónde circula habitualmente y sobre todo otro conocimiento que pueda movilizarse a partir de la llegada del texto a la clase.
En realidad, se está poniendo el texto en contexto, con una determinada situación comunicativa que hace relevante y significativa su lectura.
Desde esta perspectiva el docente asume el rol de mediador cultural.
En este caso, también se les puede preguntar a los chicos de qué puede tratar este texto a partir de la lectura de su título ”Ricitos de Oro”. Quizás no sepan qué quiere decir ricitos y, si es así les propone primero leerlo y después conocer el significado de este término.
Registra si recuerda otros cuentos aprendidos.
Registro del trabajo del alumno
Para no olvidarse del proceso, el docente debiera registrarlo paso a paso. Esto le permitirá luego analizar las observaciones para definir las intervenciones didácticas más adecuadas.
El docente estimula la participación del niño en la conversación, analiza su desempeño y registra lo que el niño dice y sus propias observaciones por escrito.
Conversación acerca del texto y su contexto
Nombre del alumno Indicadores Observaciones
- Recuerda cuentos anteriores solo
- No recuerda solo pero se suma cuando otro lo hace
- Recuerda los personajes
- Recuerda conflicto
- Recuerda resolución
- Recuerda tema en general
- Reconoce la silueta
- Reconoce el portador
- Formula anticipaciones
- Participa en la conversación o permanece callado
TAREA 2: Lectura en voz alta y conversación. Cuento “Ricitos de Oro”.
Foco: Texto y cultura.
En esta tarea, el docente puede presentar brevemente el texto que van a leer y conversar con los niños acerca de qué función comunicativa cumple: para qué se lee (destacar el propósito de lectura es fundamental, en este caso lo vamos a leer para divertirnos, pero también se lee para aprender, para comunicarse con otras personas, etc.).
Luego, el docente lee el texto
“Ricitos de Oro”
Había una vez una niña que vivía en una casita linda junto al bosque. A la niña la llamaban Ricitos de Oro porque tenía el pelo tan rubio que brillaba como el sol.
Una tarde salió a buscar flores. Caminó largo tiempo y de repente se dio cuenta de que se había perdido. Para colmo comenzó a llover y no tenía dónde resguardarse. La niña caminaba por un sendero de hojas secas, cuando vio a lo lejos una casa. Llegó hasta ella y, como la puerta estaba abierta, entró.
Se dio cuenta entonces de que se trataba de un lugar muy especial: todo se repetía tres veces. Sobre la pared había tres cuadros: uno grande, uno mediano y otro chico; tres sillas; tres mesas; tres platos con sopa bien calentita.
Cuando vio la sopa, se dio cuenta de que tenía mucho hambre. Se sentó en la silla pequeña y se acabó toda la sopa del plato pequeño, después se sentó en la mediana y también se tomó toda la sopa y, a continuación, se sentó en la silla grande y se terminó la sopa servida.
Ricitos de Oro se sentía muy cansada y subió al dormitorio. Allí había tres camas, una muy grande, una mediana y una tercera muy pequeña. La niña intentó acostarse en la pequeña, pero no cabía. Luego, se acostó en la mediana, y al instante se quedó dormida.
Poco después llegaron los dueños de aquella casa que eran tres osos: uno grandote que era el papá, una osa mediana que era la mamá y un osito pequeñito que era la cría.
- ¿Quién se ha comido mi sopita? – preguntó el osito muy extrañado.
- Será el mismo que se ha comido la mía – comentó la mamá osa.
- Pues, yo no he sido. Además, yo
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