Sexualidad
Enviado por reyeris • 21 de Octubre de 2012 • 913 Palabras (4 Páginas) • 260 Visitas
INTRODUCCION
SEXUALIDAD.
Entendida como la expresión del instinto sexual o como la actitud de los individuos en relación con la actividad sexual, constituye un fenómeno social de primer orden, condicionado por la evolución de las ideas y creencias.
TEMA
La sexualidad es un problema político, una herramienta para mantener el equilibrio del orden social, un instrumento de evitación de un conflicto descontrolado. Por ello se le somete desde las instituciones detentadoras de poder a una serie de normas que delimitan sus parámetros y refuerzan el
equilibrio sistémico jerárquico. A través de estas normas, que fácilmente terminan convertidas en leyes, se uniformiza lo desigual como medida de control del equilibrio, que utiliza tanto una violencia física como simbólica para hacer efectivo el sometimiento a esas normas que saturan nuestras vidas y se sitúan por encima de nosotros mismos, pudiendo llegar a hacernos sentir invisibles frente a un todo social definido desde el poder. La sexualidad resulta ser el resultado del cruce de la naturaleza con la estructura social y responde, por tanto, a condiciones sociales determinados
por un contexto.
En un primer momento, nos puede parecer un asunto íntimo que concierne únicamente a la privacidad de cada individuo. Este parecer deriva de la idea de que la sexualidad responde a una fuerza natural, que va más allá de lo razonable, y que, por tanto, responde a algo casi instintivo que le otorga un carácter de impermeabilidad al cambio. En torno a esta idea, desde el poder, entendido como todo aquello que otorga legitimi dad (la religión, la medicina, el matrimonio, etc), entendida como toda institución con influencia, se han venido, a lo largo de la historia, construyendo diversos discursos en torno al mismo eje de carácter cerrado centrado en la sexualidad únicamente como medio de reproducción. Es decir, discursos que han situado la reproducción como fin último de toda práctica sexual, situando fuera de “lo normal” a toda práctica que no respetara este objetivo.
Frente a esta postura, lo cierto es que la sexualidad de los seres humanos se va construyendo mediante pautas sociales y culturales cada vez más alejadas de la reproducción, es decir, hoy en día la mayoría de las prácticas sexuales humanas no tienen como objetivo la descendencia. Por tanto, resulta evidente que la naturaleza no determina la conducta sexual.. Sin embargo, las concepciones universalistas y totalizadoras sobre sexualidad, basadas en un discurso biológico, han llevado a enraizar en nuestra cultura concepciones erróneas que nos impiden o retrasan el cuestionamiento de ésta. El retraso de este cuestionamiento no es más que una forma de no alterar el equilibrio, de forma que, las dudas o contradicciones se permiten cuando las fronteras del orden social se llenan de poros al necesitar reajustes por el cambio de intereses.
Desde el poder se utiliza la sexualidad como instrumento
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