Sexualidad
Enviado por nacho_salmon • 29 de Octubre de 2012 • 2.911 Palabras (12 Páginas) • 286 Visitas
Psicología del educando
INTRODUCCIÓN
En el presente escrito hablaremos sobre los conceptos que se manejan al tratar el tema de la sexualidad.
La Sexualidad representa una formación continua en esta etapa de la adolescencia, ya que se manifiestan un sin número de cambios, en los aspectos fisiológicos, que determinarán en mucho la identidad de Joven y sobre todo ello su propia personalidad, la cual será determinante para la siguiente etapa de la vida.
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
El estudio psicoanalítico de la adolescencia, que empezó a adquirir importancia a principios del siglo XX, comprende la relación entre la adolescencia y la infancia. No podemos considerar al joven como fragmento aislado de las etapas anteriores, pues la persona constituye un conjunto indisociable que pasa, desde la infancia, por una serie de transformaciones sin perder nunca su propia individualidad. La forma en que cada niño aborde su adolescencia dependerá de su proceso psicológico anterior.
EL psicoanalista Ernest Jones demostró que el individuo recapitula y amplia en la segunda década de vida el desarrollo que experimento durante sus primeros años de infancia. Peter Blos confirma esta idea al afirmar: Lo característico y especifico del desarrollo del adolescente esta determinado por organizaciones psicológicas anteriores y por experiencias individuales acaecidas durante los años que preceden al periodo de latencia.
El yo del niño tal y como quedo constituido en su infancia, iniciara, una vez llegado a la adolescencia, una lucha para poder superar los conflictos, utilizando para ello todos los mecanismos de defensa de que pueda disponer.
En su proceso de maduración, el niño pasa por diferentes fases. Una satisfacción o una carencia excesivas en una de ellas retrasara o entorpecerá su desarrollo posterior y añadirá problemas a la ya de por si conflictiva etapa de la adolescencia.
CAMBIOS PSIQUICOS:
Dentro de los cambios psíquicos que surgen durante la adolescencia el individuo se ve amenazado por una serie de tensiones debida a la reaparición de sus deseos instintivos reprimidos, que van a producirle una gran angustia. La superación de esta obligara al adolescente a poner en jugo sus mas firmes defensas, que estarán en parte condicionadas por la seguridad o madurez acumulada durante la etapa anterior: la de la infancia.
Frecuentemente se ven padres que se quejan del gran egoísmo de sus hijos y de la frialdad de sus relaciones afectivas para con la familia. Sin embargo, los adolescente son también capaces de los mayores sacrificios o de establecer unas relaciones se amistad o de amor muy apasionadas. Pueden igualmente pasar de un comportamiento ascético a una actitud de entrega a cualquier tipo de sensación que les produzca placer. Estas oscilaciones y cambios de humor y de carácter se han justificado, desde una perspectiva psicológica, a partir de dos puntos de vista contrapuestos. Uno de ellos se basaría en los cambios fisiológicos que se producen a partir de la pubertad y el otro establecería una total independencia entre los procesos físicos y psíquico, e interpretaría estos últimos como la señal de que el individuo ha llegado a su madurez anímica.
En estas paginas se ha preferido partir de las 2 teorías, sin olvidar lo que la sexualidad va a significar en ese momento para el adolescente, dueño de un cuerpo que va cambiando poco a poco y que genera, por consiguiente, unas expectativas sexuales vividas, en la mayoría de los casos, con profunda ansiedad.
En relación con el impulso sexual, se producen en la adolescencia un conjunto de cambios que conviene reseñar. Al comienzo de este periodo, se registra un aumento cuantitativo de los impulsos. En esta época se reactivan los instintos que componían la sexualidad infantil, reafirmándose una serie de conductas agresivo sexuales propias de los primeros años de vida del niño.
El preadolescente experimenta entonces una imperiosa necesidad de satisfacer sus deseos. Esta época coincidiría con un comportamiento caracterizado por la avidez, la crueldad, la falta de higiene y una desconsideración general. Mas adelante se efectuara un cambio en la cualidad de los impulsos sexuales genitales. En ese momento, el adolescente presenta una conducta mas satisfactoria de cara a su familia y a su ambiente, a costa de un aumento de control de sus nuevos impulsos, que le arrastran a una serie de fantasías incestuosas. Con el motivo debe mantenerse alerta y consumir parte de su energía en el adecuado manejo de sus defensas pues se trata de una lucha entre el control de sus impulsos y la liberación de estos. Ello explica sus cambios de carácter y las dificultades para predecir el rumbo que seguirá su comportamiento que puede mostrarse rígido y lleno de inhibiciones o entregado sin medida a satisfacer todas sus necesidades.
Los conflictos de la adolescencia se abordaran de forma diferente a medida que se comprendan sus determinaciones inconscientes. A los padres acostumbrados a una uniformidad de conducta durante el llamado periodo de latencia (aproximadamente de los cinco a los once o doce años) les resulta difícil enfrentarse a los continuos cambios de actitud de sus hijos, que les llevan, en la mayoría de los casos un abierto enfrentamiento con ellos. Los problemas se presentan tanto a nivel familiar como en el ámbito escolar. El chico no se propone la ruptura con su moralidad infantil con el simple propósito de fastidiar padres y maestros; en este sentido, ya hemos visto como sufre ante la reaparición de sus deseos mas reprimidos.
FORMAS DE VIVIR DE LA ADOLESCENCIA:
Se ha apuntado cómo la adolescencia no responde a ningún tipo de actitudes y transformaciones fijas, ocasionadas únicamente por el paso a través de la pubertad.
El periodo en cuestión representa una evolución global de la persona que puede ser vivida de manera totalmente distinta de un individuo a otro.
Al hablar de la adolescencia no hay que olvidar todo el bagaje de la etapa anterior, clave en la configuración del Yo del niño, pues marca una pauta importantísima en la forma en que el chico o la chica abordara su adolescencia. Otro aspecto que influirá también en este proceso se refiere al marco socio-cultural en que los jóvenes se ven inmersos. Una sociedad adulta que se tambalea, con una crisis permanente de valores y que, en general, se caracteriza por su medio e inseguridad, no ofrece al joven el marco sociológico idóneo para su desarrollo.
Según el niño va accediendo a la pubertad, surgen en su interior una serie de actitudes distintas que producen en los padres una situación
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