Situación del medio ambiente

Situación del medio ambiente[pic 1]

 El cambio ambiental que afecta a nuestro mundo está ocurriendo a una velocidad muchísimo más rápida de lo que

antes se pensaba, haciendo imperativo que los gobiernos actúen ahora para revertir el daño que se le ha hecho al

planeta, afirma el Programa de las Naciones Unidas para el

Medio Ambiente, PNUMA, en las evaluaciones regionales sobre el estado del ambiente global publicadas hoy.

Las emisiones de gases de efecto invernadero

        en América Latina están aumentando debido a la        a

urbanización, el crecimiento económico, los cambios en el consumo de energía y el uso del suelo, y otros

factores. Estos cambios conducen a una disminución de la calidad del aire interior y exterior. Las

concentraciones de material particulado (PM) en la mayoría de las ciudades para las que hay datos

disponibles en la región están por encima de las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin

embargo, la región ha avanzado en la reducción de sustancias que agotan la capa de ozono y en la eliminación del plomo de la gasolina.

La demanda de agua en la agricultura, la industria, la generación de energía y el uso doméstico sigue

creciendo. Estas demandas, junto con el cambio climático y el aumento de la contaminación, han alterado el ciclo

hidrológico y el sistema del agua. En América Central y del

Sur, la disponibilidad de agua per cápita ha disminuido constantemente, en gran parte porque la población creció

de 463 a 606 millones entre 1992 y 2011. Haití aumentó de 1297 en 2007 a 1297 en 2014, y otros países han seguido una tendencia similar.

América Latina y el Caribe albergan 12 de los 14 biomas del mundo y 191 de las 867 ecorregiones únicas del mundo.

Estas áreas brindan valiosos servicios ecosistémicos, como la regulación del agua, el almacenamiento de carbono, los

alimentos y las formas de vida. La pérdida y degradación del

hábitat sigue siendo uno de los mayores desafíos en la región.

La deforestación en la Amazonía y otros ecosistemas forestales, el declive de los pastizales y los frágiles biomas

montañosos son ejemplos de estos procesos de degradación.

La degradación del hábitat, a su vez, reduce los servicios, las funciones y la biodiversidad de los ecosistemas, lo que amenaza el desarrollo y el bienestar humanos.

América Latina y el Caribe sustentan una rica biodiversidad que representa del 60 al 70 por ciento

de toda la vida conocida en la Tierra. La amplia diversidad de ecosistemas proporciona importantes servicios para apoyar el desarrollo económico y garantizar una buena

calidad de vida. Sin embargo, la biodiversidad de la región sigue estando amenazada, lo que pone en riesgo a

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