Sobre Ventas ilegales de alcohol.

Sobre las ventas ilegales de alcohol, expendios y licorerías en torno a las escuelas y liceos

El Movimiento por la Paz y la Vida, tiene como premisa fundamental trabajar en la consolidación de una dinámica colectiva que genere nuevas formas de convivencia y que logre “poner en común” los problemas sociales que se presentan a raíz de los modos de vida “naturalizados” por la “cultura de los excesos” promovida de forma cotidiana por los múltiples medios de alienación que ha generado y perfeccionado durante siglos (y especialmente en estas últimas décadas), la industria cultural del capitalismo.

Es bien sabido que el metabolismo del modo de vida capitalista es estructuralmente violento, pues fundamenta su primacía y sobrevivencia en la expropiación del tiempo de la vida del ser humano (horas de trabajo de los obreros explotados) y que además de explotar la fuerza de trabajo de los obreros, acaparar los medios de producción y controlar la “fábrica de deseos” que modela las conductas consumistas (medios de comunicación), es también el gran constructo ideológico desde donde se conciben y ejecutan todas las formas de guerra que se aplican sobre los pueblos que asumen su independencia y soberanía.

En Venezuela, a partir del surgimiento de la Revolución Bolivariana; hemos sido sometidos a múltiples las formas de guerra: psicológica, guerras de cuarta y quinta generación. Hoy se evidencia ante nosotros una “guerra total” orientada a acabar con las bases materiales y espirituales de nuestra sociedad. Cuando hablamos de “guerra total” nos referimos a los ataques sostenidos, cotidianos, encubiertos e increíblemente explícitos que se dan en lo económico, político, social, y en el terreno más importante para nosotros: el  territorio de las mentalidades y del imaginario. Se quiere socavar el imaginario de la sociedad, quebrar la moral de los ciudadanos imponiendo una agenda de caos e ingobernabilidad. Se pretende acabar con la imagen cotidiana del Gobierno Bolivariano y crear sobre la base del caos y la anarquía la naturalización de todas las formas de violencia y excesos para imponer una agenda de terrorismo psicológico y miedo. Así, el imperialismo y sus lacayos nacionales quieren llevar a Venezuela al destino que no han logrado superar otros países hermanos: la instauración de un “narco gobierno” y la “cartelización de la política”. Dramática realidad que han padecido países como Colombia, México, y otras naciones de Centro América. Debemos expresar que esta amenaza no sólo acecha a Venezuela, la agenda neoliberal y restauradora aspira ese final para todos los países de la región que se han emancipado a raíz de la irrupción de la Revolución Bolivariana.

Lo primero que busca el imperialismo internacional y sus operadores nacionales es lograr una ocupación silenciosa del terreno. Esto quiere decir obtener el control del territorio sin movilizar a un solo “soldado” de las tropas imperialistas. ¿Cuál es la estrategia? Bastante se ocupó el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías de develar estas estrategias del imperialismo, y ahora nuestro Presidente Nicolás Maduro ha denunciado con detalles las maniobras de la derecha para “minar” de bandas criminales, grupos paramilitares, circuitos de micro tráfico de drogas a nuestros barrios, escenarios fundamentales de la acción de la revolución bolivariana.

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