Sobre al abuso que sufrió Henrietta Lack
Enviado por Citlalli1508 • 13 de Agosto de 2017 • Ensayo • 778 Palabras (4 Páginas) • 121 Visitas
Sobre al abuso que sufrió Henrietta Lack
Cómo trascienda el individuo, se nos dice popularmente, dependerá de él mismo, de su desenvolvimiento en el entorno social, el desarrollo de su plena conciencia, las decisiones que tome, aquello que haga bien o que haga mal. Y puede que haya algo de verdad en dicha afirmación: las generaciones de finales del siglo pasado y comienzos de este, el siglo XXI, con todo y el miedo que pueda inyectar en nuestros cerebros el ambiente hostil producido por la violencia enmascarada de progreso, globalización, desarrollo tecnológico y demás ilusiones humanas; podemos elegir. Podemos estudiar, acabar una carrera, encontrar un buen trabajo, tener una familia y morir tranquilos; podemos escoger ser artistas, revolucionarios, LGBTTI, feministas, hípsters, limpia parabrisas, parásitos; podemos elegir idear algo tan estúpidamente gracioso o tan estúpidamente depravado que se convierta en una necesidad para quienes conforman la mayoría en nuestra sociedad, y luego hacernos ricos. Todo es posible.
En este contexto, si dejamos un momento de lado la “elección” y hablamos de la “posibilidad”, entonces el panorama da un vuelco y se expande. La historia engloba innumerables acontecimientos que dan razón de la imposible imposibilidad desde el comienzo de los tiempos. Uno de ellos –y uno bastante impactante, por cierto- es la vida de Henrietta Lack, una mujer cuyas células han contribuido y hoy en día continúan contribuyendo en miles de estudios científicos que, a su vez, han salvado millones de vidas.
Lo sorprendente es que Henrietta falleció sin enterarse de todo lo que su desgracia produjo, y más aún, no fue su elección contribuir a ninguna causa, ni ella ni sus hijos se vieron beneficiados por ninguna causa. Dedicó la mitad de su vida a trabajar en plantaciones de tabaco y la otra mitad a su familia; analfabeta, de piel oscura, fue víctima de un tipo de cáncer cervicouterino muy agresivo –aparte del racismo y demás calumnias de su tiempo- que la llevó a la muerte en el año 1951, no sin antes serle extraídas, sin su consentimiento, células de un tumor que se alojaba en su útero. Dichas células, que fueron las primeras “inmortales” en ser aisladas, y que son mejor conocida alrededor del mundo como HeLa, permitieron obtener la vacuna de la polio; fueron parte de la investigación de los genes que provocan y reprimen el cáncer; contribuyeron en el desarrollo de fármacos para el tratamiento del herpes, la leucemia, la gripe, la hemofilia y la enfermedad de Parkinson; son tópico en el ámbito de la fertilización in vitro, la clonación; y la lista es interminable.
Pero nada. La familia Lack, abundo, no ha sido más que una sombra, en todo este montón de ciencia y dinero. A pesar de los esfuerzos de personas como Rebecca Skloot, periodista, escritora científica y autora del libro La vida inmortal de Henrietta Lacks, por dar crédito a quienes por naturaleza social y biológica lo merecen, acabar con la injusticia que es la inercia de nuestro sistema frío y descoordinado, es una tarea que se antoja colectiva y permanente, no aislada e individual.
Y he aquí, entonces, la afluencia: ¿qué puedo y qué no puedo elegir? ¿Qué posibilidades hay de que obtenga lo que elijo? ¿Realmente importa la forma en que obtenga lo elegido? ¿Sería correcto apropiarme por decisión de las posibilidades de alguien más? ¿Es posible delimitar una ética y una moral (porque obviamente una ley es imposible) que rija las acciones de los individuos en situaciones controversiales, como la de Henrietta Lacks, en donde por una parte parece que ayudas al mundo entero y en la contra cara se violan los derechos humanos individuales?
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