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Sociabilidad E Interacción


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2014  •  1.988 Palabras (8 Páginas)  •  319 Visitas

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George Simmel, Sociabilidad e Interacción: Aportes a la ciencia de la comunicación

Dra. Marta Rizo García (mrizog@yahoo.com) Grupo hacia una Comunicología Posible Universidad Autónoma de la Ciudad de México (México)

Introducción: Hacia una concepción psicosocial y fenomenológica de la comunicación y la interacción

Para la propuesta del Grupo Hacia una Comunicología Posible (GUCOM) (1), la interacción “consiste en la comprensión y estudio de la figura de los sistemas de comunicación. Es decir la vida comprendida, percibida y vivida como relaciones que se mueven, mueven y son movidas por su acción recíproca, y con otras relaciones. Cercana de la Sociología Fenomenológica, de la Cibernética, de la Psicología Social” (Galindo 2005: 557-558). Como se puede observar, es hipótesis de trabajo del GUCOM la exploración de la Sociología Fenomenológica y la Psicología Social para la conceptualización de la interacción.

Abordar la interacción desde la Sociología Fenomenológica implica, fundamentalmente, una aproximación al concepto de intersubjetividad. Es con relación a este concepto que podemos tratar de abordar los juicios que sobre la comunicación se propusieron desde esta fuente científica histórica de la comunicología. En la mayoría de casos, la comunicación aparece vinculada a los conceptos de acción e intersubjetividad. A continuación se exponen los juicios básicos de la Sociología Fenomenológica en torno a la interacción y la comunicación:

1) La comunicación es un fenómeno exclusivo del mundo de la vida cotidiana.

2) La naturaleza de la intersubjetividad es el vínculo o comunicación entre semejantes.

3) La posibilidad de comprender a los otros está fundamentada en relaciones de mutuo entendimiento, para lo cual es necesario que exista un ambiente común comunicativo (2).

4) Para comprender las acciones de los otros no sólo es necesario conocer la materialidad de los mensajes que están siendo comunicados, sino también comprender a quien los está emitiendo.

5) La comunicación es el medio por el cual los sujetos superan su experiencia de la trascendencia de los otros, especialmente sus experiencias del mundo. Por medio de los signos, el proceso comunicativo permite a los sujetos ser conscientes de los pensamientos de los otros (3)

6) Para que la comunicación sea posible no es sólo necesario que los sujetos compartan un mundo, sino que tienen que ser capaces de comprender este mundo de una forma similar a como el otro lo comprende.

7) Sólo son comunicativas las acciones que intentan transmitir un determinado significado (4).

Los enunciados anteriores dan lugar a la definición básica de comunicación que elaboró Schütz. Para el autor, la comunicación no es sólo un sistema semántico, sobre todo es un proceso que implica un “compartir el flujo de las experiencias del otro en el tiempo interior, este vivir a través de un presente común que constituye la experiencia del ‘nosotros’, que es el fundamento de toda comunicación posible” (Schütz 1964:173). La comunicación es una acción que se dirige siempre a otro. Es por ello que la comunicación sólo puede darse en el marco del mundo de la vida cotidiana. La acción no sólo comunica mensajes, sino que es en ella misma significativa. La comunicación puede ser definida como una doble acción, ya que consta de dos elementos: una parte de expresión que el otro tiene que interpretar; y la efectiva interpretación de lo expresado por parte de ese otro. Sólo puede ser concebida, por tanto, si se cuenta con un “tú” al que dirigir nuestros actos expresivos con el fin de que sean interpretados.

Para la Sociología Fenomenológica, el individuo es un actor social que reproduce su contexto social a partir de sus interacciones cotidianas. La reflexión se centra en las relaciones intersubjetivas, bajo el ángulo de la interacción, y se otorga un rol relevante a los elementos de negociación y de comunicación en la construcción social de los referentes de sentido que posibilitan el diálogo, negociación y/o conflicto en cualquier encuentro o situación de interacción humana. Abordar la interacción desde la Sociología Fenomenológica implica, por tanto, hablar de la relación entre el yo y el otro. Esta relación dialéctica no se inscribe en la reflexión de corte más antropológico de la construcción de identidades y alteridades, sino que más bien se toma como punto de partida para la construcción social de la realidad. En concreto, esta dialéctica se sitúa en el debate en torno a la intersubjetividad como principio básico del mundo social. Como afirma Schütz: “al vivir en el mundo, vivimos con otros y para otros, y orientamos nuestras vidas hacia ellos. Al vivenciarlos como otros, como contemporáneos y congéneres, como predecesores y sucesores, al unirnos con ellos en la actividad y el trabajo común, influyendo sobre ellos y recibiendo a nuestra vez su influencia, al hacer todas estas cosas, comprendemos la conducta de los otros y suponemos que ellos comprenden la nuestra” (Schütz 1979:39).

La interacción en el mundo se da, por tanto, en el plano de la intersubjetividad, lo cual implica la cualidad de las personas de ver y oír fenomenológicamente. Estas acciones constituyen las dos formas de relación por excelencia con el mundo. Y el habla, como principal canal de comunicación, es consecuencia de ellas. Es a partir del ver y el oír que se forma el sentido, desarrollado a través de los diálogos y las interacciones. Ello se explica por el hecho que la interpretación de lo social, en términos colectivos, tiene como telón de fondo a las influencias que las acciones de las personas tienen en los demás.

Por todo ello, se puede decir que la interacción -y la comunicación como su materia prima- instituye la realidad social, le da forma, le otorga sentidos compartidos a nivel de los objetos (dimensión referencial); a nivel de las relaciones entre los hablantes (dimensión interreferencial); y a nivel de la construcción del propio sujeto en tanto individuo social (dimensión autorreferencial) (Vizer 2003:191). Estos tres niveles se ponen de manifiesto en toda situación comunicativa: en cualquier situación se habla de algo, se establecen relaciones entre quienes están hablando, y la personalidad de éstos tiene fuertes implicaciones en la relación de interacción dada.

Interactuar y percibir son dos actividades que van estrechamente ligadas. Sin ellas, el

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