Sociedad Y Derecho

I. INTRODUCCIÓN

El presente ensayo da a conocer que la sociedad es la cuna de la persona. Es por medio de ella, que los seres humanos pueden desarrollarse como tal; ya en la antigüedad, se tomaban muy en serio el tema de la sociedad, ya que el hombre es un ser social por naturaleza, perfectible y necesita de la sociedad para perfeccionarse. Aparte la persona es un ser digno, por lo que la sociedad la debe tratar con dignidad.

Por esto la sociedad está hecha para el hombre; sin ir más lejos no se debe olvidar que la persona es quien la conforma. Como la persona humana es un ser único y digno, merece el todo, o sea, cada integrante de la sociedad, debe recibir ese todo. Por lo mismo, el fin último de toda sociedad, según esta corriente de pensamiento, es el bien común.

II. DESARROLLO

La sociedad aporta a la persona y sus derechos todo lo que se necesitan desde su nacimiento hasta su fallecimiento, gracias a la sociedad la persona desde que nace recibe atención médica, alimentos, educación y todo lo que necesita a lo largo de su vida. Una vez que la persona se ha desarrollado puede decidir cómo contribuir con la sociedad, si hace un buen uso de lo que ésta ofrece contribuirá a formar una mejor sociedad, y si hace un mal uso de lo que se le aporta contribuirá a empeorarla.

La persona no es un ser que puede tener subsistencia propia; para existir necesita un sostén; y este sostén está constituido por la sociedad, y como es cierto la sociedad es el complemento indispensable al hombre para cumplir su fin propio, nos indica que, al asociarse, no pierde éste su ser individual, sino que al ser y a la operación individuales se unen el ser y las operaciones de la multitud congregada.

El ser humano, al entrar en sociedad, desenvuelve su personalidad, pero no la cambia ni la pierde, forma parte de ella en razón de ciertas relaciones de la vida común.

El fin de la sociedad es integrar, de manera gradual y creciente, a las personas humanas para predisponerlas al lugar de su fin trascendente, que se encuentra situado más allá del fin social. Por ello la sociedad tiene, en último término, un valor instrumental, porque su destino es servir a la persona humana.

EMILE DURKHEIM (1858-1917), señala que la sociedad se encuentra en todas partes, como en los modos de obrar, sentir y pensar, de la persona, así el sujeto puede analizar, interpretar y comprender todo lo que lo rodea en su tiempo y espacio.

La sociedad reúne a las personas en el tiempo y espacio, haciendo posibles las mutuas relaciones humanas, proporciona medios sistemáticos y adecuados de comunicación entre ellas, de modo que puedan entenderse.

Dentro de la sociedad se desarrolla y conserva pautas comunes de comportamiento que el ser humano comparte y práctica; la persona, por el solo hecho de vivir en sociedad, goza de derechos, pero también se ve obligada a cumplir con ciertos deberes.

La defensa y el respeto de la persona humana fue, es y deberá ser uno de los principales roles de nuestra sociedad y de todos los países del mundo.

La sociedad, proporciona a las personas las condiciones de existencia y desarrollo que necesitan para alcanzar su plenitud y en consecuencia, ella viene postulada por la misma naturaleza del hombre y por su dinamismo ontológico básico.

La sociedad, cualquiera que sea, es un medio al servicio de la mejora del hombre hacia su totalidad moral. Toda limitación impuesta por la sociedad a la autonomía del hombre, para ser legítima, no puede ejercerse sino respetando la dignidad humana.

La sociedad sirve como modo de adaptación al ambiente, otorga la fuerza del número y de la especialización a los individuos asociados, y de tal modo la ayuda en lo que corresponde a la protección, la nutrición y la reproducción que no solo es beneficiosa para sus miembros, sino también para la especie.

III. CONCLUSIÓN

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