TENER VARA ALTA Y TENER VARA

Antiguamente los Ministros de justicia llevaban como insignia una vara alta con una cruz en la parte superior, y ésta, era símbolo del poder que se les confería. De ahí viene la expresión “Tener vara alta”, que en el lenguaje coloquial significa tener poder de decisión, ser influyente, poseer una ascendencia o autoridad sobre algo o sobre alguien. En la vida diaria podemos escuchar estas expresiones: “Mi papá tiene un alto cargo en el gobierno, envárate con él para que te puedan colocar en un puesto”, “ Has estado envarado y por eso has ingresado a la Escuela de Oficiales, no merecías ingresar”, “La vara lo puede todo”, “Envárate primero y después rindes el examen”, “Si tienes vara en el Poder Judicial te pueden rebajar la pena”. Estas expresiones nos permiten darnos cuenta que en el lenguaje común y corriente “tener vara” significa tener a alguien influyente o con poder de decisión para que nos ayude a lograr un propósito, independientemente de si este propósito es legal o ilegal, justo o injusto, o más precisamente bueno o malo o perverso.

Es bien sabido que mucha gente obtiene favores o preferencias en las diferentes instituciones del país, sean estas públicas o privadas, pudiendo ser este favor beneficioso para sus intereses personales y pudiendo o no atentar contra los intereses de terceras personas. Así, hay gente que para tramitar un documento que requiere a la brevedad posible, se vale de alguien conocido en la entidad donde necesita dicho documento y si este trámite demoraba una semana ( léase burocratismo), con “la vara” lo puede obtener en un día. En este caso el poder de decisión del que tiene vara alta radica en el cargo que ostenta y , por lo tanto, su autoridad es sobre algo que él puede decidir. Pero , a veces sucede que el poder de decisión o la influencia no es exclusivamente por el cargo que se ostenta sino que se proyecta sobre otras personas y , de este modo, el “envarado” pide la ayuda de una persona conocida en la institución en la que quiere lograr algo , para que esta abogue a favor suyo o para que influya sobre otra de mayor rango o autoridad “recomendando” al “envarado”

La “vara” es a todas luces perjudicial para las buenas relaciones humanas, pero tiene también consecuencias perniciosas para las personas que no gozan de ese beneficio o que por ética nunca lo han querido utilizar. Hay gente que su solvencia moral es tal que teniendo o no la “VARA” en alguna institución no recurren a ella porque se sienten más dignos logrando sus propósitos de una manera honrada, justa y leal. Sin embargo, lo injusto y lo indigno viene cuando por ejemplo, un joven me platicaba que habiendo tenido actitudes y aptitudes para ingresar a una Escuela de Oficiales no lo logró porque otros jóvenes sin actitudes ni aptitudes tuvieron “vara” y pasaron a una posterior etapa de evaluación. Pero esto es ya un tema de conciencia moral y las personas

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