TIERRA, PODER POLÍTICO Y REFORMAS AGRARIA Y RURAL
Enviado por paricaurtea • 27 de Septiembre de 2012 • 972 Palabras (4 Páginas) • 528 Visitas
No es de negar, que el problema agrario en el país es de los más preocupantes puesto que no es actual, es un agudo conflicto que viene de años atrás, generando consigo problemas en ámbitos diferentes al económico; como el ámbito social, político, cultural, etc.
La cuestión agraria, ha sido, según la evolución histórica del conflicto, el principal problema a analizar, y dentro de esta, Diego Fajardo nos propone en el texto que el núcleo de todo esto es la concentración de la propiedad, demostrada con datos que a vista de cualquier persona serian insólitos pero que hacen parte de nuestra realidad; el hecho de que con el pasar del tiempo aumenten los terrenos más grandes (de más de 200 hectáreas) en manos de sólo el 0,4% de la población y que esta cifra se reduzca cada vez más y que terrenos de 5 hectáreas o menos estén en manos de casi el 60% de la población; es esto un reflejo de la estructura latifundista de la tenencia de la tierra como representación de poder político y económico.
A esta crisis se ha llegado desde varios factores, económicos, sociales, culturales, todos a consecuencia del Estado, por ejemplo, la estructura neoliberal implantada para la apertura económica a mercados extranjeros y la eliminación de barreras arancelarias para la protección de la mercancía nacional han traído consecuencias principalmente al sector rural, puesto que es en esta donde se produce la principal materia para exportación o sostenimiento alimentario, y al entrar mercancías de otros países sin control so sacaba la producción nacional.
Con esto, por tanto, se modifica también la destinación del uso de las tierras, es decir, tierras que antes se usaban para el cultivo de cebada, ahora son dedicadas a la ganadería extensiva (principal alternativa) puesto que la importación de cebada de otros países hace que se pueda mover económicamente dentro a precios más bajos que los de la producción nacional. Así pues, la destinación de las tierras ha cambiado para poder entrar en ese nuevo mundo competitivo, el mundo de la oferta y la demanda, acabando a su paso con los cultivos transitorios, cultivos de pan coger que garantizaban la soberanía alimentaria, y la sostenibilidad de las familias campesinas.
Esta distribución no equitativa de la tierra nos muestra por otro lado la realidad bajo la que vive el pequeño campesino, el micro minifundista, que para tener posibilidades de supervivencia se acoge a la ‘colonización’ artesanal de tierras que están fuera de la frontera agrícola ya establecida generando consigo problemas ahora ambientales, que deja de lado la importancia por la conservación del medio ambiente y se enfoca en la supervivencia personal. Aunque, hay que tener en cuenta que no estamos diciendo que las consecuencias ambientales sean totalmente culpa de los pequeños campesinos, el Estado y el poder que lo maneja han tenido una incidencia muy marcada en este aspecto;
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