TOMANDO DECISIONES SABIAMENTE
Enviado por hermes691121 • 5 de Noviembre de 2021 • Biografía • 2.148 Palabras (9 Páginas) • 81 Visitas
Un corazón que decide sabiamente / un corazón de decisiones
Las decisiones son importantes en la vida, de ellas depende el éxito o el fracaso. Tomar una determinación oportuna puede ayudar a evitar pérdidas lamentables, ahorrarnos problemas, y a contribuir en una mejor forma de vivir.
En la vida se tienen que tomar decisiones a fin de alcanzar objetivos, bendecir a otros en favor del propio bienestar. Es necesario definir con quien casarse, que carrera estudiar, que hacer de comer, cuando lavar la ropa, a donde viajar para las próximas vacaciones. Se puede determinar si se hace fiesta de XV años para la hija o no, que regalo darle a mamá o a la suegra, si se quiere tener una familia pequeña o una familia numerosa, en fin.. Esto es algo común y frecuente, pero hay decisiones que tienen que ver con la vida personal. Cada una debe ejercer su voluntad para resolver como vivir. (Y aclaro que esto no es contrario a la clase pasada)
Vamos a platicar sobre algunas decisiones importantes que toda mujer debe ejercer:
1. Decídete a confiar en Dios.
Decía el Salmista en el Salmo 9:10 “En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”.
Cuando nosotros decidimos confiar en Dios, desarrollamos la convicción de que el Señor está a nuestro lado para defendernos y sostenernos.
Una joven que ha decidido confiar en Dios, está convencida firmemente en la protección y en la provisión divina. Sabe que el Todopoderoso cumple sus promesas y nunca la abandonará.
La decisión de confiar en Dios es a pesar de que todo sea contrario y adverso a lo que nosotros hemos previsto o anhelado.
Se confía en Dios por encima de las circunstancias difíciles, en medio de crisis y de peligros. Esperar en el Señor es un acto personal, de iniciativa propia, es decir de decisión.
Chicas una cosa tienen que tener en cuenta y de saber que Dios no defrauda a quien confía en El. Dios se complace en premiar la fé y responder a quienes le buscan de corazón. “Bendito el varón que confía en Jehová cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no se fatigará ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17:7-8)
Se complace Jehová en los que le temen,
Y en los que esperan en su misericordia. Salmos147:11
“Fíate de Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y el enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5-6)
2. Decídete a soñar
Una mujer con sabiduría, alcanza a comprender la diferencia entre soñar y fantasear. El primer concepto tiene que ver con el hecho de anhelar con persistencia una cosa; mientras que el segundo es simplemente dejar volar la imaginación.
Cuando el anhelo está en el corazón hacemos un plan estratégico para lograrlo. Uno se esfuerza por crear un proyecto y tratar de alcanzar lo que se pretende (Muchas personas viven de fantasía en fantasía y gastan tiempo y oportunidades, por eso nunca obtienen nada)
Alguien que sueña persiste en alcanzar su sueño y desarrolla una fortaleza espiritual, intelectual y emocional. Lucha día a día para lograr su objetivo. Puede ser que pase por desilusiones, rechazos, soledad, dolor y a veces tiempos de decepción, pero saca fuerza de su debilidad y sigue peleando hasta conseguir su propósito. Porque sabe que sus fuerzas vienen de Dios.
Toda mujer que tiene un sueño y sabiduría en el corazón renuncia a la excusa del “no se puede”. Busca alternativas y supera obstáculos, pero no se rinde. Porque sabe que Dios es su mejor aliado cuando los sueños y las metas están alineados al propósito de Dios.
“Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho” (Juan 15:7)
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. Mateo 21:22
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. (1ra. Juan 5:14)
3. Decídete a ser feliz.
La felicidad se lleva en el corazón como resultado de una relación íntima con Dios. La alegría no se adquiere del mundo exterior, no se compra con dinero, se porta en el alma. La palabra de Dios dice en Lucas 11:28
“Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan
Una joven, una mujer sabia sabe medir y calcular las cosas que el mundo ofrece y no se deja engañar. Es decir no cae en las redes del engaño.
Su vida espiritual le permite comprender las exigencias normales al vivir en esta tierra y los desafíos constantes que hay que superar.
Una joven con sabiduría valora las bendiciones que Dios le da y desarrolla el contentamiento. (aclaro no se trata de conformismo, sino de alegría por lo que se tiene) Su vida refleja la alegría y gratitud que siente por disfrutar lo que tiene y no pierde su tiempo buscando o anhelando lo que no tiene o lo que tiene otra persona.
4. Decídete a abrir los ojos a las posibilidades
El les dijo, lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios (Lucas 18:27)
Hay mujeres que ven las oportunidades que se les presentan para superarse, crecer, y mejorar sus condiciones de vida. Esta agudeza para ver lo que otros no pueden, se debe al nivel de comunión con Dios. Y sus ojos son abiertos para ver todas las posibilidades en su diario andar con Cristo.
Quienes viven en un mundo de incredulidad y negatividad no tienen la capacidad para ver ninguna posibilidad. Todo lo ven imposible, irrealizable, inalcanzable. Pueden tener frente a ellas las oportunidades mas grandes y no las perciben. Sus sentidos no están desarrollados para ver.
Las posibilidades de ser mejores, vivir con mejor economía, alcanzar la estabilidad en tus relaciones interpersonales, ver mejores resultados en tu trabajo o en tu negocio, en tus estudios, y muchas mas, solo está al alcance de quienes abren sus ojos y ven con fé y esperanza.
La visión es persistente y se sostiene a pesar de los obstáculos. Cuando se abren los ojos para ver las posibilidades crece la esperanza y se optimizan los recursos.
Quienes ven las oportunidades están dispuestos a pagar el precio con tal de alcanzar lo que soñaron.
En la biblia hay ejemplos de muchas personas que soñaron con conseguir algo, Josué soñó con entrar en la tierra prometida. David con matar a Goliat, Bartimeo con obtener la vista, la mujer con flujo de sangre con tocar el manto de Jesús para ser libre de la enfermedad y todos lograron su objetivo. Tu también puedes hacerlo si abres bien los ojos a las posibilidades que se te presenten.
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