TOTALIDAD CONTRADICTORIA

En su ensayo La literatura peruana: totalidad contradictoria, Cornejo Polar propone reformular qué es lo que se entiende realmente por literatura peruana sobre la base de una reflexión científica, asumiendo que es un problema que tiene diversas aristas tales como la particularidad de sus proceso y la circunstancia histórico-social desde la que se esboza.

Así, el crítico sugiere adoptar una perspectiva y articular categorías teóricas con conocimientos históricos. En consecuencia, es en el espacio formado por la relación dialéctica entre teoría e historia en donde debe iniciarse una nueva concepción de la literatura peruana.

En virtud a lo expuesto, Cornejo Polar plantea unan serie de reflexiones que ayudan a comprender el fenómeno de la totalidad contradictoria de nuestra literatura. Primero manifiesta que la literatura peruana es entendida como una literatura hispánica. Así, Mariátegui, Riva Agüero y Prado son los representantes de esta postura que postula que nuestra literatura tiene raíz, forma y espíritu hispánicos.

Luego nos habla de la literatura peruana como literatura mestiza, donde explica que la categoría de mestizaje no fue más que una corrección a la postre superficial de la tesis hispanista, en cambio en el plano propiamente histórico, aportó una nueva visión de nuestra literatura, incluyendo a la literatura indígena prehispánica como la etapa primera. En este enfoque destacan las figuras de Sánchez, Basadre y Tamayo.

Así mismo, el ensayista sostiene la categoría de la pluralidad en razón de que la literatura peruana se concibe como un espacio neutro en el que coexisten con independencia varias y distintas literaturas. Por ende, la pluralidad literaria sería la mera reproducción, en un plano especifico de la superestructura, del carácter desmembrado de la sociedad peruana.

Por otro lado, el crítico manifiesta que la existencia de varios sistemas literarios en el Perú no puede explicarse más que recurriendo a la historia general de la sociedad nacional. Resalta la importancia de reconocer las diferencias étnicos-sociales que históricamente desgarran a la nación peruana y la acción vinculadora que ejerce, dialécticamente, ese mismo proceso histórico.

En lo referido al tema de la relaciones reales y relaciones virtuales, la categoría de la totalidad se ampara en una extensa tradición reflexiva cuyos momentos culminantes están situados en el pensamiento de Hegel, Marx y Luckas; sin embargo, en lo que se refiere a su empleo para revelar el carácter y sentido de espacios literarios definidos, como es el de una literatura nacional, no existen precedentes mayores.

En torno a los sistemas culto y popular: el caso de los préstamos lingüísticos, Cornejo Polar sostiene que las relaciones reales que forman el tramado más visible de algunas totalidades, tienen su lugar privilegiado en la intercesiones de varia índole que ligan, sin obviar

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