TRABAJO SOBRE DDHH

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se trata de dar un esbozo sobre la estrecha relación que guardan las instituciones del Derecho Colectivo del Trabajo y los Derechos Humanos, desde la perspectiva del momento y contexto sociopolítico que vive no solo Venezuela, sino la región Suramericana, producto del ascenso al poder de factores políticos vinculados e identificados con las ideas de izquierda, que propugnan enfoques mas humanos dentro de las relaciones de producción. Esta relación de Derechos Humanos y derecho del Trabajo, obliga a tocar aspectos relevantes del antecedente histórico mas inmediato e importante como lo es La Revolución Francesa, para posteriormente tratar lo relativo a las bases constitucionales del derecho Colectivo y palpar así como nuestra constitución desarrolla el compromiso adquirido con la promulgación de la constitución de 1999 en la cual se dio rango constitucional a los acuerdos y tratados internacionales, con lo cual la ya ratificada por nuestro país Declaración Universal de los Derechos del Hombre, paso a ser letra viva y derecho congrado para todos dentro de esta tierra de gracia-

LOS DERECHOS HUMANOS EN LAS RELACIONES DE TRABAJO.

1.- Antecedentes Históricos:

• Revolución Francesa.

La sociedad Francesa, hacia la mitad del siglo XVIII era un claro ejemplo de la europea de esa época. Una gran cantidad de conflictos sociales y políticos hacían ebullición entre la población y las clases sociales con poder económico pero sin acceso al poder político. La Realeza como clase dominante ostentaba riqueza y poder, mas sin embargo, ocultaba un debilitamiento en su modelo político que no era otro que el absolutismo, que en su caso era ejercido por Luis XVI y por sus antecesores. La desigualdad social, los obstáculos económicos, las malas cosechas que provocaron el hambre y las rebeliones populares, fueron los detonantes de la revolución sociopolítica mas importante de la Edad Moderna, o mejor dicho fue su naciente. El movimiento revolucionario desencadeno una serie de cambios en las instituciones políticas de esa nación, en la que reinaron la violencia, la ansiedad y en algunos momentos la paz y la reflexión. Los diez años durante los que se extendió la revolución fueron muy importantes para Francia, ya que en su transcurso todas las asambleas y convenciones con sus respectivas consecuencias, buenas o malas, cambiaron la historia política y social de Francia y del resto de Europa y América. La influencia de la Revolución Francesa fue enorme. El gobierno, la economía y las relaciones sociales fueron modificados por ella, no sólo en Francia sino en gran parte de Europa. Sus ideas y sus hechos repercutieron en el resto del mundo.

El icono más resaltante de la Revolución Francesa, fue el paso del absolutismo monárquico a la monarquía parlamentaria y la república. El absolutismo es el sistema político en el que se confiere todo el poder a un solo individuo o a un grupo. En el caso del absolutismo monárquico ese único individuo es el rey, sobre quien recaía la responsabilidad de la conducción del estado, cuando no era el estado en sí mismo. Este poder era sostenido entre otras cosas por la poderosísima Iglesia Católica que hacia creer que los reyes eran por la gracia de dios, es decir, que era el mismísimo dios quien enviaba al Rey. Ello a lo largo de la historia dio pie a muchos excesos y Francia no era la excepción, allí. el absolutismo lucía claramente sus desafueros. El poder se hallaba en manos de Luis XVI: joven bien intencionado, pero de pocas condiciones intelectuales, irresoluto y excesivamente influido por María Antonieta, su esposa y por el círculo de amigos y cortesanos que le rodeaban. En 1778, Luis XVI se vio obligado a convocar a la cámara de representantes de la nación, conocida como los Estados Generales. Este órgano se convirtió en Asamblea Constituyente. El 14 de julio de 1789 el pueblo parisino asaltó La Bastilla y retuvo a la familia real en el palacio de las Tullerías. Luis juró obediencia a la nueva Constitución francesa en julio de 1790, pero siguió conspirando en contra del gobierno revolucionario. El 3 de septiembre la Asamblea Constituyente aprobó la Constitución. Por primera vez en la historia de la humanidad se definían por escrito los derechos y obligaciones de gobernantes y gobernados, y se organizaba el poder del Estado. En Francia se conservó la monarquía que pasó de absolutista a parlamentaria. El rey obtuvo el derecho del veto, o sea, la posibilidad de oponerse a las leyes adoptadas por la Asamblea. El cuerpo legislativo era unicameral. Aparece una división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). El 21 de septiembre de 1792, al iniciar sus sesiones, la Convención Nacional declaró la abolición de la monarquía y la proclamación de la República. Así Francia se convirtió en el primer Estado Nacional republicano de las potencias europeas. Aunque esta primera República francesa no duró mucho, su repercusión en la sociedad francesa y en general en la europea fue continua. Aunque estos nuevos sistemas se basaban en la soberanía popular, es decir, en el poder del pueblo; en realidad estuvieron controladas por la burguesía rica, que excluyó de la participación política al resto de la población. La monarquía parlamentaria, tal fue la que se implementó en Francia, fue más beneficiosa que la anterior. Esta nueva monarquía produjo que se cambiaran los nobles por la burguesía rica, siendo esta la clase social más influyente en el gobierno, logrando su cometido de accesar al poder político. Pero dejando de lado que las clases más bajas no tuvieran demasiada participación, el Estado ya no podía cometer los excesos de antaño y se puso fin a los privilegios de la aristocracia y el clero.

La república, forma de Estado basada en el concepto de que la soberanía reside en el pueblo, quien delega el poder de gobernar en su nombre a un grupo de representantes y elegidos, fue implantada en Francia por la Convención que designó al jacobino Maximiliano Robespierre como gobernador. Al ejercer este una férrea dictadura a causa de la guerra contra Austria y otros países, los franceses comenzaron a temer a esta mal ejercida forma de gobierno, por eso fue que durante esa época no pudieron apreciarse las ventajas de vivir en una República.

Los resultados de la Revolución fueron en general buenos, provocó mejoras en los sistemas sociales, políticos y económicos de Francia. Los ideales revolucionarios pasaron a integrar la plataforma de las reformas liberales de Francia y Europa en el siglo XIX, así como sirvieron de motor ideológico a las naciones latinoamericanas independizadas en ese

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