Tasas De Interés

TASAS DE INTERÉS

Las tasas de interés son definidas como el precio que se paga por el uso del dinero, durante periodos determinados de tiempo. Este precio se refiere al pago que recibe la institución o persona por prestar dicho dinero a otra persona o empresa. Al igual que el precio de cualquier producto, cuando hay más dinero la tasa baja y cuando hay escasez sube.

Existen varios tipos de tasas de interés y distintos tipos de valores que son aplicados según quién la cobra. La tasa activa o de colocación, recibida por los intermediarios financieros por los préstamos otorgados; su valor es mayor puesto que permite que cubrir los costos administrativos dejando utilidades. La tasa pasiva o de captación es el porcentaje que paga una institución bancaria a quién deposita dinero mediante cualquier proceso de depósito.

PRÉSTAMOS A CORTO PLAZO

Los préstamos a corto plazo son unos de los más comunes y generalmente se extienden por menos de un año. Esta clase de préstamos provee capital provisional al negocio que tiene una necesidad de capital neto temporal; y es común que se abone el total en efectivo una vez que las cuentas por cobrar o el inventario sea liquidado.

En la mayoría de los casos, las empresas, al solicitar préstamos, acuden a bancos; estos les prestan las cantidades demandadas tras la exigencia de una serie de avales y garantías que les aseguren que van a recuperar los importes prestados. Posteriormente, la entidad devolverá al banco el préstamo y pagará los intereses correspondientes.

PRÉSTAMOS A LARGO PLAZO

Los préstamos a largo plazo generalmente ocurren cuando hay en perspectiva el aumento del capital, una inversión en activos, o el comienzo de un negocio. La caducidad de estos préstamos oscila entre tres y cinco años. Estos préstamos están respaldados generalmente con la duración del activo obtenido. Los pagos son generalmente mensuales o trimestrales.

Un préstamo a largo plazo, se reconoce cuando los acreedores reciben la promesa de pago a cambio del dinero entregado y se debita por transferencia al pasivo corriente de una porción de la deuda a largo plazo y se acredita al suscribir contratos por préstamos prendarios (garantías) y emisión de obligaciones en las que se hipoteca un activo fijo.

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