Tema: Apologia de socrates

Apología de Sócrates

El texto empieza comentando como están juzgando a Sócrates. Aquí, él les dice a los atenienses que lo que han dicho sus acusadores muy persuasivamente es mentira. Él dirá la verdad sin adornarla mucho y con las palabras que le salgan. Además menciona que por su avanzada edad (70 años) no se presentara como un jovenzuelo que modela sus discursos. Complementa esta introducción, mencionan que el deber del juez es poner atención solamente a las cosas justas y el orador debe decir la verdad.

Cuando decide iniciar, menciona que primero se defenderá de las primeras acusaciones falsas contra él (estos son los que se han creado en la ciudad y tiene relación con la imagen en la que se apoyan sus acusadores reales) y después frente a los últimos (ellos son los que le han acusado y por ende lo están juzgando) de manera “cronológica”.

La primera acusación es la siguiente: “Sócrates se ocupa de las cosas celestes, investiga todo lo que hay bajo la tierra y que hace más fuerte el argumento más débil”.

Entonces se pensaba que si el estudiaba esto no creía en los dioses. Por otra parte, estas acusaciones vienen haciéndose desde hace mucho tiempo cuando inclusive las personas del jurado eran niños o jóvenes. Mucha gente lo hacía y era imposible determinar a un solo culpable. El menciona que hay dos tipos de acusadores los que le acusan actualmente y los otros que le acusan desde hace mucho tiempo.

Por este motivo, Sócrates piensa que va a ser difícil defenderse de las acusaciones, puesto que tienen regular tiempo. Precisamente, habla de Meleto quien es a quien le atribuye la primera acusación. Inclusive le acusa de cobrar por divulgar estas ideas y ser un tipo de “maestro” para varios jóvenes. Pero, la realidad es que Sócrates no busca educar ni cobrar dinero (esto era propio de los sofistas y socrates no lo era) y aparte menciona que por qué le pagarían si hay otros filósofos como por ejemplo Prodico de Ceos. En adición, Sócrate argumenta que el no sabe de esas artes de formar y que por el contrario si quisieran educar a alguien los padres eligirían a otras personas.

Según Sócrates, a él solo va a decir la verdad ya que tiene sabiduría y para probar su argumento Querefonte (su amigo) fue a la ciudad de Delfos a preguntarle al oráculo “si había alguien más sabio” que Sócrates. La Pitia le respondió que nadie era más sabio. Sin embargo, los oráculos no pueden mentir y entonces ¿Qué quiso afirmar con que Sócrates era sabio? De este modo, Sócrates busco al oráculo más sabio para que refute y así que no se cumpla lo afirmado de que él era el más sabio. No obstante, Sócrates descubre que en verdad no era sabio, al igual que mucho otros y él busca probarles esto y en este proceso se gana muchas enemistades porque recurre a distintos oráculos.

En este proceso, el descubre que los sabios de mayor reputación estaban carentes de conocimiento que inclusive otros que parecían inferiores pero que estaban dotados de un buen juicio. Tras decepcionarse con los oráculos, probo con los poetas pero él podía hablar mucho mejor que ellos de sus poemas, pues los poetas no lo hacían por sabiduría sino por dotes naturales y estado de inspiración. Por último, fue con los artesanos, ya que él no sabía nada de esta arte y evidentemente eran muy sabios. Pero tenían el mismo error que los poetas: podían realizar adecuadamente su arte, pero pensaban que eran sabios respecto a todo lo demás. Por ende, hasta ahorita sigue buscando pero Sócrates cree que es el más sabio dentro de los hombres.

Por otra parte, se defiende mencionando que lo que normalmente pasa es que lo siguen los jóvenes, lo imitan y examinan a los hombres que creen saber algo pero que saben poco o nada. Por ende, los examinados se irritan con Sócrates y ahí también empiezan las acusaciones de que él es malvado y corrompe a los jóvenes.

Sus acusadores fueron los siguientes: Meleto (en nombre de los poetas), Anito (demiurgos y políticos) y Licón (en nombre de los oradores).

En conclusión, Sócrates menciona que como sabía le sería difícil sacar esta mala impresión de él (imagen), pero sin embargo, esta era su verdad y hasta alentaba a los oyentes a que investiguen para que confirmen lo que menciono.

Con respecto a la nueva acusación, esta es de Meleto, el honrado y el amante de la ciudad, según él afirma. Esta es la segunda acusación: “Sócrates delinque corrompiendo jóvenes y no creyendo en los dioses en los que la ciudad cree, sino en otras divinidades nuevas”.

La opinión de Sócrates es que Meleto es el que delinque porque bromea con respecto a un asunto serio, sometiendo a juicio con ligereza a las personas y simulando esforzarse e inquietarse por cosas que jamás le han preocupado. Luego lo interroga.

¿Meleto no es cierto que consideras de mayor importancia que los jóvenes sean lo mejor posible?

Si. ¿Entonces quien los hace mejores? Al final Meleto responde “las leyes”, pero Sócrates pregunta ¿Quién? Y él le dice “Estos, Socrates, los jueces”. Seguidamente, Meleto llega a la conclusión que todos le hacen bien a los jóvenes excepto Sócrates. Por este motivo, Sócrates hace una comparación con la crianza y el cuidado de los caballos, ya que no todos saben cómo tratarlos, son solo unos pocos y el resto los hecha a perder. Por ello, es ilógico que Sócrates los corrompa y todos los demás le hagan bien.

Luego, le pregunta a Meleto si hay alguien a quien le gusta recibir daño? Él responde que no, por ello luego le pregunta ¿Tu crees que lo hago voluntariamente? Y el responde que sí. No obstante, aquí hay otra contradicción, ya que si fuera voluntariamente Sócrates no sería tan ignorante para desconocer que si es malvado con alguien puede recibir daño de esa persona. Por otro lado, si lo hiciera de manera involuntaria, no debería de estar en la corte, por esta clase de faltas la ley ordena que se le enseñe a actuar privadamente, pero Meleto no quiso esto con él. En conclusión, Sócrates menciona que Meleto nunca se ha preocupado en verdad por los jóvenes.

Ahora, Sócrates le dice a Meleto que le diga como corrompe a los jóvenes, ya que tu mencionaste que hablo de nuevos dioses y no los de la ciudad?  Meleto le responde, en efecto. ¿Es esto o bien crees que no creo en dioses en lo absoluto? Digo que no crees en dioses en lo absoluto. En respuesta a esto, Sócrates afirma que primero si a la gente no le pareciera lo que dice se reirían de él. Además, Sócrates afirma que él no sabe ni lo que dice, ya que se contradice al decir que “Sócrates delinque no creyendo en los dioses, pero creyendo en los dioses”. Esto se lo prueba a Meleto con este ejemplo: si alguien cree que hay cosas de caballos entonces deben existir los caballos. Por ende, ¿si Sócrates cree que hay cosas propias de divinidades no cree que hayan divinidades? Meleto menciona que está en lo cierto. Sócrates continua, entonces sí creo en divinidades y estas son algún modo de dioses debo de creer en dioses. En conclusión, Meleto lo ha juzgado por juzgar y lo ha acusado sin “imputación real”.

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