Tendencias Doctrinales De Derecho

TENDENCIAS DOCTRINALES DEL DERECHO

Iusnaturalismo

Todos tenemos una idea innata de lo justo. La indignación que nos provoca presenciar el sufrimiento de los inocentes, la exclamación ¡no hay derecho! que surge espontáneamente al tener noticia de una injusticia flagrante, son buena prueba de ello.

Hablamos de idea innata, porque nos viene dada, es consustancial a nuestra naturaleza. El tigre no se indigna ante la injusticia. No puede hacerlo porque su naturaleza no queda dañada ni cuando “comete una injusticia” ni cuando la “padece”. Más bien le es propio (corresponde a su naturaleza) el perseguir y devorar a su presa, y es propio de ésta el ser devorada por el tigre.

El ser humano no es un eslabón de la cadena alimenticia ni es un mero elemento del conjunto social; tampoco es un producto cultural. El ser humano es único e irrepetible, es por sí mismo merecedor de respeto y ha de ser tratado conforme a la dignidad que le confiere su condición de persona. Esa dignidad le otorga unos derechos fundamentales que ninguna autoridad puede dejar de reconocer.

El Iusnaturalismo es una corriente de pensamiento que, partiendo de las premisas expuestas, defiende la existencia de un Derecho natural y sostiene que existen unos principios de justicia que tienen validez universal porque se refieren a lo sustancial del ser humano, y deben actuar como inspiración y como límite del derecho positivo (Derecho que promulgan los poderes públicos).

Esta corriente filosófico - jurídica nació en la Grecia clásica, siendo recogida después por los romanos y más tarde por el Cristianismo.

Sin embargo, en la época de la Ilustración (siglos SXVI y XVII), nace un nuevo Iusnaturalismo alejado de su inicial concepción religiosa, es el Iusnaturalismo racionalista.

Con él se pasa de considerar que la Ley Natural es la que ha grabado Dios en la naturaleza creada por Él, a afirmar que el Derecho Natural es al que se llega a través de la razón y es común a todos los hombres al margen de su cultura y creencias religiosas, por ello, para los iusnaturalistas racionalistas dichos principios naturales son válidos aunque Dios no existiera.

En el ámbito del Iusnaturalismo el hombre “descubre” el Derecho Natural para a continuación trasladar su contenido al ámbito jurídico positivo, es decir, transformarlo en normas jurídicas.

Para el iusnaturalismo, la “factoría de producción de normas” se alimenta de una materia prima (la Ley Natural) con la que el hombre debe contar como un elemento previo. Esa materia está constituida por los principios naturales y de justicia a los que antes aludíamos.

Los máximos exponentes de esta corriente doctrinal son Cicerón, Ulpiano, San Pablo, San Agustín, Santo Tomás, Grocio y Pufendorf (estos dos últimos de la época del Iusnaturalismo

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