Teoría De La Arquitectura

1º Informe Individual

Introducción:

En este breve informe se tratarán parcialmente los temas de los dos primeros ejes del programa de la cátedra de Introducción a la Teoría de la Arquitectura y el Urbanismo a partir de lo desarrollado por dos autores elegidos de la bibliografía obligatoria en sus respectivas obras: PELLI, César. (2000 ). Observaciones sobre la arquitectura. Buenos Aires: Ediciones Infinito. TEDESCHI, Enrico. (1972). Teoría de la Arquitectura. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.

Desarrollo:

Primer eje: ¿Qué necesidades humanas están en la base de la Arquitectura y el Urbanismo?

Análisis de la condición humana. Bosquejo de una antropología cultural.

El ser humano es una unidad bio-psíquico-espiritual, presencia creciente y creadora del mundo, confiado a su libertad y responsabilidad. Posee necesidades espirituales y materiales, ya que está compuesto por cuerpo y alma. Es naturalmente social, de tal manera que convive en distintas sociedades que forman parte, respectivamente, de un grupo cultural no muy grande determinado por todo lo que el hombre hace y crea, cómo, cuándo y dónde.

“Observar la Arquitectura a través de la conexión con su propia cultura, es mirar hacia nuestro propio ser colectivo. La cultura arquitectónica nos define. Nos atrae hacia la profesión, nos forma durante nuestros años universitarios y de aprendizaje y continúa orientando nuestro camino con aplausos y rechazos.” Dicho esto, César Pelli nos da una idea de cómo se relacionan la cultura y la Arquitectura, y cómo éstas influyen en la vida del arquitecto.

Necesidad, naturaleza y cultura.

Enrico Tedeschi toca en su libro el tema de la necesidad que tienen las comunidades humanas de habitar un refugio que sirva también para defenderse: “Las comunidades humanas no están compuestas únicamente por personas honradas, y esto ha creado, desde tiempos antiguos, la necesidad de que la casa sea también un refugio en que el habitante pueda encerrarse para defenderse.” Cuando habla de defenderse, hace alusión a las amenazas del mismo hombre. Anteriormente también hace referencia a la necesidad de refugio y abrigo ante los fenómenos de la naturaleza, sobre lo que se citará posteriormente.

La naturaleza es un factor de gran poder que el arquitecto tiene que respetar e intentar equilibrar al momento de diseñar su obra para mantener la armonía entre la construcción y ésta. Es decir que la obra arquitectónica debe ir de la mano con ella y no en contra, ya que ésta siempre está presente, influyendo en la obra y en sus usuarios, como así afirma Tedeschi, E.: “La naturaleza está permanentemente presente para el arquitecto. Éste no puede pensar en el edificio que proyecta sin vincularlo al terreno, a sus formas y colores, a su constitución y resistencia […]. También en este caso la vida de los que habitan el edificio está influida por las condiciones climáticas y estacionales, importantes para su desarrollo biológico.” Enrico también habla del paisaje natural, donde dice que a la arquitectura interesan tres elementos del mismo (terreno, vegetación y clima), de los cuales se tratará más adelante.

La naturaleza no solo influye en la arquitectura, sino que también influye en la cultura general de los hombres desde el comienzo de la historia. Se puede afirmar que en las antiguas civilizaciones algunos animales eran vistos como dioses o como símbolos divinos, también se usaba (y todavía se usa) la silueta de algunos de ellos para escribir, para decorar paredes, e incluso para diseñar edificios. Varios textos literarios también reflejan la belleza o la fuerza de la naturaleza en su estética combinación de palabras… existen innumerables formas en que la naturaleza aparece reflejada en la cultura . Como ya dijimos, entendemos a la cultura como todo lo que el hombre hace y crea en un determinado lugar y tiempo. Pero veamos a la cultura desde un punto de vista más arquitectónico según los autores citados: “La cultura: qué plasma nuestra mente. La cultura arquitectónica nos afecta de por vida, a lo largo de nuestra educación, aprendizaje y práctica profesional.” Con esto, Pelli nos intenta decir que la Arquitectura es un modo de vida, que cambia nuestra visión del entorno y del mundo. “Redacta una y otra vez las reglas que definen el comportamiento deseado para los arquitectos y las formas, teorías y modelos aprobados para nuestra Arquitectura […] Los historiadores, críticos y periodistas que escriben sobre Arquitectura son miembros influyentes de la cultura. Interpretan y evalúan ideas, diseños y arquitectos tratan de darle forma al paisaje arquitectónico.” En este fragmento de su obra, Pelli expresa que los arquitectos se ven influenciados por todas las corrientes culturales que estimulan su trabajo y que es bueno que esto sea así para mantener una conexión con la cultura misma, pero que si siempre seguimos estas corrientes, es difícil ser original. También destaca la importancia de los que escriben sobre la Arquitectura, porque nos hacen posible el entendimiento de la misma.

Habitar, una necesidad humana

Como ya habíamos mencionado, Enrico Tedeschi escribe reiteradas veces en su obra oraciones relacionados a la necesidad del ser humano de habitar un refugio: “Se ha dicho que una casa debe dar una sensación de protección, pues en su habitante persiste esa necesidad de sentir la casa como abrigo y refugio, que le dio origen en épocas remotas.” Nos explica que desde sus comienzos el ser humano tiene la necesidad física y psicológica de refugiarse tanto de los fenómenos naturales que puedan resultar peligrosos como del mismo hombre.

La “visión” como anhelo y propulsor del habitar

Enrico Tedeschi habla sobre la visión desde el punto de vista sensorial, donde explica cómo influye ésta con el habitar, el observador y el arquitecto: “Entre los estímulos de carácter psicológico que se transmiten al organismo humano por medio de los sentidos deben también considerarse los que se refieren a la vista y que son tan importantes o más que los que interesan al oído. […] Existen muchos otros elementos visuales que interesan como hechos psicológicos, y tal es el caso de las vistas que se presentan a quien vive en un edificio, tanto hacia el interior como hacia el exterior. […] Estas sensaciones tienen mucho interés para el observador, y el arquitecto debe tenerlas en cuenta al proyectar, porque influyen sobre el bienestar de los que habitan en sus edificios tanto como una buena regulación climática o una conveniente coordinación de funciones.”

El quehacer arquitectónico y urbanístico como respuesta

El arquitecto debe responder a las necesidades individuales y sociales de la vida humana: “[…] en la

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