Texto Breve Analitico Y Reflexivo Sobre La Importación Del Trabajo En Equipo
Enviado por JORGITOALEXAN • 23 de Febrero de 2013 • 6.210 Palabras (25 Páginas) • 1.468 Visitas
Estrategias para
fomentar actitudes
interculturales
positivas en el aula
Gloria Rojas Ruiz
Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades
Universidad de Granada, Campus de Melilla
1. El profesorado y la diversidad cultural
En nuestro país, al igual que en el resto de los países desarrollados, las situaciones de
contacto de culturas que origina la inmigración en los centros educativos, han sido
unos de las principales causas de la preocupación por los principios de la Educación
Intercultural. La incorporación de alumnos de diferentes orígenes culturales, con distintas
lenguas y costumbres, hace que el profesorado deba plantearse nuevas actitudes
y estrategias metodológicas ante su grupo–clase para evitar posibles situaciones
de discriminación o desventajas educativas.
La pregunta fundamental es saber si la escuela es capaz de asumir la responsabilidad
de dar una respuesta adecuada a esta diversidad del alumnado. Lo que es evidente es
que la institución escolar por sí sola no es capaz de completar un proyecto pedagógico
intercultural, sino que necesita de un proyecto social global en el que la interculturalidad
no quede ceñida al ámbito escolar y que se aporten ideas y acciones desde
todos los ámbitos de gestión y trabajo de la sociedad (MEC, 1996). Siguiendo a
Aguado (1997) la influencia de la multiculturalidad se refleja en el sistema educativo,
pero aunque las acciones en el ámbito de la educación formal son necesarias, no son
suficientes para pasar de la coexistencia a la convivencia intercultural.
Por otra parte, los profesionales de la docencia debemos contar, como una de las premisas
básicas para que la educación funcione correctamente, con la participación de
todos los miembros de la comunidad educativa en el proceso formativo y la necesidad
de interrelación y comunicación entre el centro educativo y el entorno que le rodea.
Para que la respuesta educativa sea completa es necesario que haya una total coordinación
entre los profesionales de la enseñanza, las familias y el entorno cultural y social 71
que rodea al centro escolar, puesto que la educación actual exige una preparación suficiente
para que el alumno forme parte de una sociedad variada y plural.
Por este motivo anterior, la demanda del profesorado sobre formación en temas de
educación intercultural es cada vez más frecuente, ante la asistencia a las aulas de
alumnos provenientes de culturas diferentes. Los sistemas educativos vigentes deben
dar respuesta adecuada a estas peticiones y las disposiciones legales sobre temática
de formación en Educación Intercultural, aunque en aumento, son todavía muy escasas.
Por esto, es normal el temor de los docentes al trabajar en aulas con alumnos de
distintos orígenes culturales, ya que su preparación pedagógica en estos temas durante
el proceso de formación inicial es escasa o nula. Para ayudar a eliminar estos problemas,
son varias las universidades españolas que introducen materias sobre
Educación Intercultural en los planes de estudio de los futuros maestros; la Facultad de
Educación y Humanidades de la Universidad de Granada, en el Campus de Melilla, es
un claro ejemplo de esto, puesto que incorpora materias como Currículum Intercultural
(asignatura de carácter obligatorio para las especialidades de Educación Infantil y
Educación Primaria), Educación para la Paz (carácter optativo) en los estudios de
Magisterio, o Diseño y Desarrollo de Programas Educativos Interculturales, como obligatoria
en la licenciatura de Psicopedagogía.
Para ello, una de las más importantes pautas de acción que nuestra escuela actual nos
ofrece es la posibilidad de modificar el currículum escolar para poder incorporar los
contenidos referidos a la Educación Intercultural, llegando a convertir esta reflexión en
seña de identidad y eje central de los planes institucionales del centro.
2. El profesorado y las estrategias
para fomentar valores positivos en el aula
No es tarea fácil concienciar al profesorado en la introducción de estrategias para fomentar
actitudes positivas interculturales dentro de la organización habitual de la clase. Está
generalizada la idea de que el tiempo empleado en la realización de estas actividades es
tiempo “perdido” de los programas de las áreas curriculares tradicionales; por este motivo,
los planes de formación permanente del profesorado ya emplean parte de sus objetivos
en el asesoramiento sobre la introducción de contenidos sobre valores dentro de los
planes de centro y, más concretamente, en las programaciones de aula.
La actitud positiva de los docentes hacia los valores y las acciones promulgadas por la
Educación Intercultural son imprescindibles para llevar a cabo dichas actividades, puesto
que los profesores son los verdaderos guías de la clase, los encargados de organizar
a los alumnos, de programar las estrategias, de moderar, de ayudar a la regulación de los
conflictos y de preparar un motivador y acogedor ambiente de clase. Siguiendo a Cabrera
y otros (1999), el profesorado da sentido al cambio cuando lo fundamenta en su propio
conocimiento práctico y personal, así como en su propia experiencia.
El MEC (1992), sugiere que el papel del docente en el ejercicio de estas estrategias
72 ha de basarse en las siguientes cualidades:
Gloria Rojas Ruiz
1. Autenticidad, coincidiendo lo que dice con lo que hace. No tiene sentido ni utilidad
pedagógica que un profesor promulgue actitudes antirracistas, si su comportamiento
en el aula demuestra que no es capaz de aceptar y trabajar con la
diversidad cultural de la misma.
2. Competencia para afrontar situaciones conflictivas en el aula. Para ello, es básico
que el profesor se forme previamente en las estrategias de regulación de los conflictos.
Conocer y llevar a cabo actividades sobre negociación, escucha activa,
empatía o mediación es imprescindible para lograr un buen clima, no sólo en las
relaciones de aula, sino de todo el centro y la comunidad educativa en general.
3. Aceptación incondicional de sus propios alumnos, considerándolos, desde un
primer momento, como personas dignas de todo respeto y consideración.
Ridiculizar o avergonzar a los alumnos desde edades muy tempranas,
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