“The First Grader” (El Colegial, en español),

I.S.F.D. N°51 – Pilar

Profesorado de Lengua y Literatura

Perspectiva Político Institucional

2° Parcial –grupal-

Integrantes:        González, Nicolás Francisco.

              Longarela, Juan Marcelo.

               Massanti, Antonela.

               Moreno, Matías.

               Ojeda, Lorena Ester

Fecha de entrega: 30/09/13

En el presente trabajo se pondrá bajo análisis la película que hemos elegido para dicha cuestión. Es el caso de “The First Grader” (El Colegial, en español), cuya elección del grupo se vio influenciada por la profundidad de la historia y su pertinencia con la educación, materia que nos convoca como futuros docentes pero sobre todo como alumnos que somos y hemos sido. La pertinencia con la educación es al fin y al cabo, la pertinencia clara que reconocimos en ella de los textos de análisis provistos por la profesora, en la narración que lleva adelante la película.

Es importante decir que esta película goza de una profundidad dada por sus problemáticas que nos dejaron al descubierto casi de manera automática ciertas relaciones directas con los textos. Algunas problématicas tienen que ver con las leyes que se promulgan en cuanto a la educación pública para todos y qué implica ese para todos, pues la totalidad de la sociedad tiene acceso de derecho a la educación pero no siempre de hecho. El protagonista levanta el avispero cuando reclama su derecho de ser educado. Su sola presencia provoca conflictos. Este caso tal vez no sea el más habitual entre nosotros, pero podemos entenderlo desde el punto de vista de las discapacidades, en las que todos deberían tener el mismo derecho de ser educados en los mismos establecimientos que los demás, ¿pero esto se lleva a buen puerto en todos los casos? Diríamos que en menos de la mitad de las ocasiones. Problemáticas de estas sumadas a otras tales como entender esta película como el encuentro entre lo pasado y lo futuro, las decisiones que se toman en el presente deben tener en cuenta el pasado y no solo el tiempo venidero. Esto es claro cuando el protagonista asiste a la escuela, el representa a las famosas generaciones perdidas que es alcanzada por las nuevas políticas que no están pensadas específicamente para él, pero llegan a tocarlo por su calidad de ley universal. Otras son las problemáticas que este tipo de inclusión trae a los docentes, cuyo efecto los vemos en la maestra de la película.

En fin, no queriéndonos adelantar al cuerpo del trabajo, dejaremos algunos de los aspectos de lado y haremos una breve reseña de la película para tener más presente la narración al momento de adentrarnos en el análisis en sí.

El tópico fundamental que resume la película y nuestra fascinación con ella es: Nunca se es demasiado viejo para aprender. Ese es el simple mensaje que está presente todo el tiempo en The First Grader, sin embargo el filme narra una historia sofisticada de muchas facetas. Es primero una dramatización, especie de crónica de la vida real, donde la audiencia es testigo de un sangriento capítulo en la historia africana, y recibe una lección sobre los efectos perdurables del tribalismo y el prejuicio.

Kimani N’gan’ga Marougke, protagonista principal, es un agricultor de 84 años que cuando era joven, en la decada del 50, fue un miembro del grupo anticolonialista Mau Mau, que se rebeló en contra del gobierno británico de Kenia. Su esposa y dos hijos pequeños fueron brutalmente asesinados debido a su afiliación al Mau Mau, y Marougke pasó casi diez años siendo torturado en campos de prisioneros controlados por los británicos, hasta que Kenia finalmente obtuvo su independencia. Así es que, en el 2002, cuando el gobierno keniano anuncia educación primaria gratuita para todos, Marougke, envejecido, cojeando y medio sordo a causa de las golpizas que recibió en los campos de prisioneros, camina trabajosamente a través de los campos hasta una escuela local para reclamar un puesto entre los niños de 5, 6 y 7 años. Él cree que el gobierno le debe una educación, y también quiere aprender a leer una carta que le ha llegado del presidente de Kenia, ofreciéndole reparaciones por su sacrificio a nombre del país.

Dicho esto solo queda decir que la modalidad de análisis será utilizar pequeños fragmentos de la película que revelen cierta problemática que se relacione con alguno de los textos y profundizar en su vinculación de manera más o menos clara y elocuente.         

La política, los viejos resentimientos y la influencia corrupta de los medios de comunicación hacen que la presencia de Maruge en la escuela primaria resulte problemática. Sin embargo, siguiendo la línea de pensamiento de Fernando Martínez Paz, en su “Fundamento ético”, podemos ver que el anciano no está equivocado en su reclamo, puesto que hace uso del derecho que debe asegurar el Estado al asumir la responsabilidad de garantizar el acceso a la educación y a la cultura a todos los ciudadanos, contemplando los reclamos y necesidades de los distintos grupos sociales; además de la vigencia del pluralismo de escuelas; la igualdad de oportunidades; y la democratización de la enseñanza. Estos derechos están avalados, a su vez, en el Marco General de Política Curricular, donde se expresa claramente que “el Estado debe asegurar el acceso, permanencia y egreso de la totalidad de la población al sistema educativo para distribuir los bienes culturales con criterio de justicia.” Y así, hacer efectivas la igualdad y la inclusión.

Maruge interpreta correctamente el mensaje de que la educación pública es “para todos” como la teoría expresa en "La escuela legitimadora de la educación necesaria", al tratar el primer nivel de inclusión (convocarlos a todos a la escuela), pero esta inclusión y esta participación por parte del anciano en la escuela primaria altera la conducta del entorno, lo cual se debe a los obstáculos y límites a la participación expresados en el texto de “La participación”, principalmente, las condiciones históricas y socioculturales. La película nos muestra que la historia nacional e institucional y la escasa tradición democrática de un país como áfrica, no ha permitido arraigar en las instituciones los valores participativos. Por otra parte, ciertos condicionantes socioculturales restringen la participación de algunos individuos: entre ellos podemos destacar el nivel de instrucción sumamente escaso en esta comunidad, la cercanía del ámbito escolar que resulta para ella algo nuevo y reciente y la poca valorización social de la actividad participativa, justamente por los condicionantes anteriores.

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