Trabajo: “Hijos tiranos”. Asignatura: Familia, escuela y sociedad UNIR – 15/12/2016

Trabajo: “Hijos tiranos”. Asignatura: Familia, escuela y sociedad UNIR – 15/12/2016

El texto “Hijos tiranos” del doctor Javier Urra en la revista electrónica de la Información para padres de la Asociación Española de Pediatría de Atención Priamria, nos explica las principales características de los niños y niñas que presentan un perfil muy dominador, agresivo y violento en su entorno familiar. Desarrolla con mucha claridad y con ejemplos muy prácticos las particularidades de estos menores con un conflicto muy extendido y presente en la nuestra sociedad y en nuestro entorno. Clasifica, detalla y enumera en tres grandes tipos de perfiles que se pueden encontrar con ese problema y sus singularidades. Finalmente, plantea medidas para conseguir remediar con el concepto de los “Hijos tiranos” y nos cuenta posibilidades tanto a nivel de sociedad como de familias y educadores, soluciones e ideas para combatir con ello.

La concepción de hijo tirano o síndrome del hijo emperador se podría definir como la actitud y estilo que adoptan chicos y chicas de entre 12 y 18 años y que se convierten en auténticos tiranos y jefes de sus hogares, sus familias y  que tienen un comportamiento agresivo (psicológicamente y físicamente) y conductas desafiantes y muy provocadoras. El hijo acaba siendo un tipo de maltratador en la familia porqué incumple y viola las normas y superan los límites morales, sin ningún respeto. La tiranía se acaba implantando en la vida familiar y va en aumento con mayores exigencias. Son caprichoso, mentirosos, impulsivos, capaces de actos crueles e incapaces de sentir culpa.  

Algunas de las principales causa de este tema serian como indica el doctor Urra en el artículo: “la no tolerancia del fracaso, la no aceptación de la frustración, baja autoestima, el egocentrismo, menor que han vivido y sufrido con anterioridad situaciones de maltrato entre los padres o han sufrido de pequeños maltratos en su propio cuerpo. También, se le añade la falta de control de los padres con pautas educativas poco coherentes o inestables”. Otros factores que añade el autor del texto son: “enseñarles a vivir en sociedad, sentir efecto, transmitirles los valores, educarlos en sus derechos pero también en sus deberes, instaurar un modelo de ética con razonamiento, la capacidad y el espíritu crítico. La responsabilidad de asumir y actuar con las consecuencias de los actos realizados y de las conductas.

Factores que incluyo serian: los padres permisivos, la sobreprotección hacia sus hijos, falta de cariño, afecto, amor, comunicación, etc. No incidir que los menores formen parte o sean el centro de la sociedad consumista, individualista que prima el éxito fácil y rápido por encima de todo. Un padre excesivamente permisivo tiene como resultado un hijo caprichoso e irresponsable, pero no un hijo violento. La permisividad puede echar a perder a un niño (hacerse vago, juntarse con malas compañías, cometer delitos), pero si hay violencia es como resultado de un proceso de deterioro personal por falta de educación.

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