Tradiciones mexicanas en peligro de extinción

Una de las tradiciones mexicanas en peligro de extinción son las “calaveras”, antiguamente llamadas “panteones”. Las calaveras son como un epitafio-epigrama lacónico, y están escritas en forma de verso dedicado a los amigos, familiares o conocidos sólo en dia de muertos. Una de sus características es que constituye una oportunidad para expresar lo que se piensa acerca del otro, de espacios, funciones o cosas, de un régimen del pasado y del presente. No es fácil decir lo que uno piensa de los demás, por eso las calaveras constituyen una forma de literatura valiente.

Quienes escriben panteones son personas que ven la muerte con un sentido del humor, combinado con ingenio que le imprimen a sus escritos. Gustan desarrollar su imaginación para decir lo que piensan, aceptando el reto de comunicarse en verso, octavas o décimas de todos los sabores y gustos.

¡Ábranla, esqueletos flacos!

¡Quítense, Parcas rumberas!

¡Que aquí, pelona y sin trapos,

les traigo esta calavera!

Estando en la playa de Santa María

Una linda chica su piel bronceaba,

Cuando llegaron varios chicos con todo y guitarra

Y sin esperar más, pues sabía lo que preguntarían,

Que sorpresa se llevaría, pues no andaba de jarra.

O al menos eso, la ilusa, pensaba.

¡Pero chica si aún no te he preguntado nada!

Piensas acaso ¿conocer todas las respuestas?

Quizás por ello te hemos dado una sorpresa

Porque solo queremos hacerles platica.

En otro camastro cercano

La parca escuchaba el dialogo

Y dejo que los muchachos

Se divirtieran un rato

Hoy estoy en las playas de la Habana

Y con tan hermosa arena y sol

Quiero disfrutar mi estancia..

Pondré bloqueador en aerosol

Que después los llevare con ansias

Hasta la entrada del panteón.

De este encuentro nació el amor

Sin saberlo ni sospecharlo

Hablaba un hombre de ébano

Y la chica solo quería escucharlo

Respetuosa de tan especial acontecimiento

La catrina se alejó por un momento

Me llevare cubanos por este tiempo

Dejare que vivan su amor, de verdad no miento.

Paso el tiempo, de la catrina no supieron

Mil trámites hicieron para estar juntos

Y finalmente su sueño vivieron

Heidi y Greg se casaron hasta ser difuntos.

Una noche tormentosa
una canción Greg escribía,
para variar, tenebrosa,
y que llega la Catrina.

Hoy la fecha se cumplió…
como cada año llegó;
La Catrina no falló,
muy puntual asistió

Sin embargo, Greg no contaba

Con que la muerte le vigilaba

Y una noche sin tanta vacilada

Le dijo “tu guapo, esta noche a mí me acompañas”

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