Transformaciones en las protecciones sociales.

Transformaciones en las protecciones sociales.

 El surgimiento de la reafiliacion territorial

Durante la década de 1960 se comenzaron a desarrollar, en especial en el mundo de la geografía de habla inglesa, una serie de estudio en torno a lo genéricamente enunciado como “calidad de vida” estos trabajos con fuerte impronta empírica y más vinculado a una geografía aplicada que orientadas a la construcción de una teoría dentro de la disciplina trabajan con indicadores referidos a las condiciones necesarias para la reproducción de la vida de las poblaciones. Este enfoque trabaja sobre dos vías una de ellas en torno a las variaciones espaciales en las condiciones sociales a diferentes escalas y otra orientada al análisis del “bienestar” como una función de acceso desigual a los recurso. El papel del componente espacial en el bienestar social se evidencia en la observación de la irregular distribución espacial de los recursos sobre la superficie terrestre. Estos estudios así mismo eran de carácter propositivo, ya que su objeto era brindar elementos para la elaboración de proyectos de mejora social en los territorios diagnosticados como desfavorecidos para, de esta manera, poder contribuir a las políticas sociales a escala local o nacional.

        Esta rama de trabajo a la que se ha dado el nombre de Geografía del bienestar, surgió en el año de movilización política, reflorecimiento de perspectivas históricas, humanistas y del materialismo histórico , que ponían en tela de juicio los desarrollados de la teoría geográfica matematizante vigente hasta el momento, vista como desapegada de los contextos sociales e incapaz de dar cuenta de flagelos como el deterioro ambiental en áreas pobladas o de la persistente pobreza de ciertos sectores sociales. Estas intenciones superadoras no pudieron sortear el obstáculo derivado del escaso desarrollo teórico, y por lo tanto, su fuerte propensión al empirismo. Se ha criticado como ahistorica y estática y de desde perspectivas radicales y del materialismo histórico, como carente de cuestionamiento a la economía y política existente, además de utilizar métodos de las ciencias naturales en vez de la ciencias sociales. De hecho, existen trabajos como los de David Harvey, que rozan los temas de  Geografía del bienestar, pero desde afuera, desde las coordenadas del materialismo histórico. Harvey aun hoy continúa planteando sus reparos por los límites de esta concepción del bienestar asociada a la “justicia social” puede acarrear:

       La cuestión de la justicia social y de los derechos es un arma con doble filo. En  mi  opinión no podemos arreglárnosla sin tales conceptos en la vida política, que son muy cruciales en cualquier forma de lucha. La dificultad surge cuando se presupone que hay una única concepción fija y universal de los derechos a los que todos deberíamos adherirnos, sabemos que, en la coyuntura actual, el derecho a la propiedad privada y la tasa de beneficio dominan sobre cualquier otro tipo de derechos y que esos derechos están consagrados en la declaración de las naciones unidas … entiendo perfectamente la crítica de Marx a los derechos universales y comparto su postura, pero me niego a abandonar el poder de un lenguaje que puede impulsarnos de manera muy poderosa a restablecer las condiciones de un gobierno democrático.

En efecto, a partir de lo expresado por Harvey, se considera aquí que tres son los elementos centrales a tener en cuenta para comenzar un somero recorrido de la geografía social en relación a las protecciones sociales primero, la generación de desigualdades, a partir de la primera de derecho a la propiedad privada por sobre otros derechos, segundo, los efectos de las fluctuaciones  de la tasa de beneficio en los sistemas económicos pero por sobre todo sociales, tercero, atender a los desarrollos conceptuales sobre derechos sociales, protecciones, generación de incertidumbres, muchos de ellos elaborados desde fuera de las coordenadas teóricas del materialismo histórico esto último para poder concebir respuestas y observar-promover y acompañar formas de luchas sociales para su conquista en función de conquistas posteriores y más elevadas.  

 Los cimbronazos sobre los derechos sociales a fines del siglo XX

Durante el desarrollo del capitalismo industrial, surgido tras la revolución industrial a fines del siglo XVIII, siempre existió un conjunto de fuerzas económicas que, además de generar desigualdades, las perpetuaba. Pero se también se fue desarrollando otro conjunto de fuerzas que intentaron establecer un contrapeso a dicha producción de desigualdades. Las mismas han ido cristalizando en los llamados derechos de ciudadanía, de carácter universal, lo que significa que son compartidos por todos los integrantes de una misma comunidad política. Según Thomas Marhall, en el estado moderno pueden distinguirse tres tipos de ciudadanía civil (libertad de expresión, de religión de ser propietario) política (participar en el mundo político) y social (asociada a la aseguración de un mínimo estándar de vida).

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