USO Y ABUSO DE LA NATURALEZA COMO EL HOMBRE ALTERA SU BIOSFERA
Enviado por Ronal • 9 de Agosto de 2017 • Examen • 1.838 Palabras (8 Páginas) • 528 Visitas
USO Y ABUSO DE LA NATURALEZA
COMO EL HOMBRE ALTERA SU BIOSFERA
Como puede deducirse, son muchas las formas en que el hombre, a través de sus actividades, puede alterar el equilibrio natural, pero en general se podría reducir a dos causas mayores; una es el sobreuso y abuso de la naturaleza, y dos la incorporación en ella de sustancias externas derivadas de su quehacer industrial, tecnológico o doméstico.
El sobreuso y abuso de los recursos naturales
El hombre abusa en su extracción no solo de los recursos renovables, sino también de los recursos no renovables. En efecto, en el afán de obtener mayor utilidad inmediata, extrae siempre lo mejor lo menos bueno lo deja y, lo que es peor lo tira. Con los recursos naturales renovables el problema es aún mayor. El hombre quiere domesticar no solo algunas plantas y animales, sino crear ecosistemas domésticos sin importarle para nada la repercusión que esta modificación artificial producirá en el paisaje, en el clima y en los ecosistemas vecinos.
Lo grave es que el hombre reduce a su favor la complejidad de los sistemas ecológicos con sus monocultivos, ya sean en campos de cereales, leguminosas, forestales y otros. La deforestación por medio de la tala y quema para obtener campos de cultivo o edificación de ciudades, seguida de actividades madereras, de sobrepastoreo. Desemboca fatalmente en la erosión, en especial en terrenos con declive. El uso y comercialización de la leña en los bioma esteparios, unido al pastoreo de caprinos, puede producir una sucesión invertida e irrecuperable de la zona, transformándola en desierto.
Así sufrió y sufre la flora, amenazada por constantes talajes indiscriminados e incontrolados de árboles centenarios, llevándolos al borde de la extinción. Esta profunda modificación de la flora trae alteraciones climáticas y también perjudica la fauna. En el mundo cientos de especies de aves y mamíferos se han extinguido. La unión internacional para la conservación de la naturaleza fija cuatro grados de amenaza para la fauna.
1. Especies extinguidas.
2. Especies en grave peligro de extinción
3. Especies vulnerables (en constante retroceso numérico)
4. Especies raras, que siempre han sido escasas por estar en periodo de extinción natural y con distribución restringida.
A nivel internacional recordamos solamente lo ocurrido con el bisonte americano, que se salvó apenas del exterminio y de la paloma migratoria, que en 1879 se casaron más de 1000 millones de ellas, solo en el estado Michigan. En 1894 se encontró el último nido y 20 años después muere la última de ellas el zoológico de Cincinnati, un ave que el símbolo de la insensatez humana. En solo 14 años se casaron 190.000 ballenas, gracias a los arpones explosivos, a los barcos provistos de helicópteros, y la masacre en aras del buen negocio continúa hoy día, a pesar de los esfuerzos de la comisión internacional ballenera que quiere extremar normas de protección para los pocos cetáceos que quedan, pero no ha logrado el acuerdo de todos los países. A pesar que los grandes cetáceos, ya están en vías de exterminarse. Quedaría por citar la introducción de especies foráneas o exóticas, como factor deteriorante ecológico, ejemplo es el conejo, introducido en Australia, se transformó en una plaga: alguien pensó que el zorro terminaría con los conejos, el zorro ataco a los grandes roedores marsupiales y a ovejas, se trajeron grandes perros para exterminar a los dingos, pero no los exterminaron, sino que los perros se cruzaron con las hembras y la raza de los dingos aumento en tamaño y fuerza.
Cuando se inició la revolución industrial. Lo único que le interesaba al hombre era producir más para ganar más, se creía que el espacio, el mar y la tierra eran infinitos, tanto en la capacidad de producir como en la de aceptar los subproductos de toda la actividad humana. Pero al darse cuenta de que la explosión demográfica no era una mera tesis académica, sino una realidad tangible y que las tasas de crecimiento se cumplían con pavorosa exactitud, empezó a pensar que el precio de contaminar su propio ambiente era muy alto y tener que actuar con más cautela. Ya son lejanos los desastres por contaminación ocurridos en Donora, Pennsylvania en 1948, las 4000 muertes causadas por el Smog de Londres, en 1952 en la población de Yokaichi (Japón) en donde una planta refinadora de petróleo afecta al 12,4% de la población y para 1970 afectaba al 3,9% del área de Nagoya, población vecina en donde no llegan los residuos a la industria, aunque sean hecho esfuerzos por disminuir la eliminación de los gases tóxicos producidos por la fábrica y la indemnización por los daños causados, es mucho lo que falta por avanzar en tal situación.
El hombre por ejemplo ha contaminado el suelo desde que apareció en el planeta, alguien dijo que las pinturas rupestres más antiguas estaban pintadas en las partes más bajas de las cavernas y las más nuevas en el techo, debido a que el hombre subía, para pintar las paredes en los montones de desechos que iba acumulando.
El problema de la contaminación del suelo no tuvo gran transcendencia hasta que llego la época del hombre tecnológico. El criterio era que la fábrica, taller o granja terminaba en la muralla divisoria y en la reja de su entrada, bastaba con sacar los desperdicios a otra parte y todo quedaba tranquilo. La cantidad de desechos industriales y domésticos es tan grande que la sola enumeración llevaría varias páginas, pues va desde el automóvil descartado cada año, solo en la ciudad de Nueva York se descartan 70.000, otro ejemplo pueden ser las jeringas plásticas que son desechadas por miles de millones y que van a los basureros solamente en los estados unidos, en las áreas urbanas, cada habitante tiene un promedio de desechos de 3.5kg. Así pues el problema de la basura no está definido, ni resulto en ninguna parte del mundo. El mejor sistema, el relleno sanitario, enterrando los residuos comprimidos en profundos desniveles, tiene ventajas y desventajas. Una de las más graves es que a menudo se rellenan zonas pantanosas con todo lo que significa la desaparición de estos ecosistemas acuáticos, aparte del riesgo de contaminación de las aguas de las capas subterráneas que drenan en los pantanos.
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