Un Futuro Amenazado, Perspectiva De La EIB En El Perú. Alberto Chirif
Enviado por hsolari • 12 de Noviembre de 2013 • 7.646 Palabras (31 Páginas) • 444 Visitas
Un futuro amenazado:
Perspectivas de la EIB en el Perú
Alberto Chirif
Introducción.-
La historia de los derechos de los pueblos indígenas en el Perú ha pasado por procesos
diferentes según se trate de población andina y costeña, o amazónica. Mientras que los
dos primeros contaron con cierta protección legal desde la Colonia (las leyes de Indias),
los segundos no tuvieron ningún amparo durante esa etapa en la que los administradores
coloniales los caracterizaron a partir de supuestas carencias: de religión, moral,
inteligencia, discernimiento, capacidad artística y de comunicación, por citar las más
frecuentes. Sin admitirlo, porque habría supuesto ir en contra del reconocimiento de la
humanidad de los indios hecho el Papa Paulo III, mediante bula de 1531, en la práctica
siguieron siendo tratados como sub-humanos, como humanos en potencia y sólo a
condición de que admitieran ser evangelizados e instruidos.
En la República, este proceso de reconocimiento de derechos siguió por igual camino.
Desde 1920 las comunidades indígenas en el Perú, concepto que abarcaba a las andinas
y costeñas, tuvieron reconocimiento constitucional, pero no las amazónicas, cuyos
miembros eran considerados salvajes, con toda la connotación del término en cuanto a
carencia de atributos positivos (los ya mencionados) y, a su vez, presencia de
propiedades negativas: ferocidad, maldad, traición y otras muchas. En ese tiempo, la
evangelización había cedido a nuevas formas de barbarie: la civilización a sangre y
fuego practicada por los caucheros que capturaban a los indígenas para someterlos a
trabajos forzados como extractores de gomas en los bosques amazónicos.
No obstante, y al revés de lo que se podría pensar, las energías que han levantado el
movimiento indígena en el Perú durante los últimos 40 años han provenido de los
pueblos indígenas amazónicos, no de los andinos y costeños. En 1974 se promulgó la
primera ley republicana que reconocía, con cierta consistencia, algunos derechos de los
asentamientos locales de los pueblos indígenas amazónicos, bautizados en ese momento
con el nombre de “comunidades nativas”, que además los incluyó como beneficiarios de
los preceptos generales de la Constitución de 1920, que garantizaban el carácter
inalienable, imprescriptible e inembargable de sus tierras. En esa misma época, a raíz de
la proscripción del término indígena del lenguaje oficial, considerado insultante y
racista por el gobierno de entonces, y su sustitución por el de “campesinos”, los
indígenas andinos y costeños respiraron aliviados de que se les hubiera quitado esta
carga de encima y se mantuvieron al margen del movimiento indígena nacional e
internacional, a contracorriente de lo que sucedía, por ejemplo, en los Andes de Ecuador
y Bolivia.
Ha sido recién en los últimos 10 años o menos, a raíz de la agresión de empresas
mineras que operan o negocian contratos para explotar recursos en tierras de
comunidades “campesinas” de los Andes y de la Costa peruanas, que estas últimas
crearon la Confederación de Comunidades Campesinas Afectadas por la Minería
1
Artículo publicado en el libro “La Lengua como Derecho Cultural y su Aplicación al Programa
Educativo”, editado por la Organización de Estados Iberoamericanos, el Convenio Andrés Bello y Cultura
Patrimonio Desarrollo Consultores. Lima 2009, pp. 37-59. Dicho libro recoge los trabajos presentados en
el foro el mismo nombre, realizado en Quito, en septiembre de 2008.
1
(CONACCAMI) y que, más tarde, asumieron la identidad indígena que por origen les
corresponde, para valerse además de instrumentos legales de suma importancia, como el
Convenio 169 de la OIT, y de los apoyos vinculados a éste, a fin de reclamar derechos
fundamentales a sus territorios y a la consulta previa, que ahora están también
contemplados y desarrollados en la Declaración de los Derechos de los Pueblos
Indígenas, aprobada en el marco de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas, a fines de 2007.
Pueblos y lenguas indígenas en el Perú
Los Andes
Trapnell y Neyra (2006) ofrecen un amplio panorama sobre la situación de las lenguas
indígenas en el Perú, a partir de datos del Censo de 1993. En general, los datos de ése y
de otros censos sobre el tema deben ser tomados con cierta cautela, principalmente por
dos razones. La primera es la dificultad que siempre existe, en un país como Perú, de
geografía tan difícil, de cubrir áreas apartadas. La segunda es de carácter subjetivo: es
previsible que por el racismo existente en el país, mucha gente haya negado que habla
una lengua vernácula como una estrategia para ocultar su identidad indígena. No
obstante, los usamos por ser los únicos disponibles.
El censo nacional de 2007, recientemente publicado, señala que las personas mayores de
cinco años que tiene el quechua como lengua materna ascienden a 3‟262.137 personas y
las del aimara, a 434.372, cifras que representan, respectivamente, el 13,2% y el 1,8%
de la población total del país de esas edades. Las personas de esas características
correspondientes a “otra lengua nativa”2, categoría que se refiere a lenguas habladas en
la región amazónica, ascienden a 223.941 individuos, que corresponden al 0,9% de esa
población nacional. En los dos primeros casos, hay un decrecimiento de dicho
porcentaje respecto al Censo de 1993: -3,3% y -0,5%, respectivamente. No obstante, en
el caso de “otra lengua nativa” existe un pequeño incremento de 0.2% (INEI 2008: 111).
Se impone en este punto una reflexión respecto a este asunto. El Censo de 2007 incluyó
dos preguntas sobre lenguas: ¿cuál es su lengua materna y qué lenguas habla? Esta
última no ha sido procesada por el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática
(INEI) en los resultados que ha publicado, lo que es un error porque existen más
personas que hablan una lengua que aquéllas que la tienen como lengua materna. Es el
caso, por ejemplo, de colonos y, en general, de personas que viven y trabajan en una
zona con fuerte presencia indígena. Al respecto, hay que decir que hoy en día existe una
gran cantidad de centros de enseñanza del quechua. Haber obviado la respuesta
...